lunes, 29 de octubre de 2012

Reporte EVTR 50k 2012

El Valle Trail Race 50k 2012 fue la edición más concurrida hasta ahora. Nuestra pequeña carrera sigue creciendo y cumpliendo su misión de llevar el campo a los corredores, o al revés. En esta vuelta me fui de barrendero con Iris Regalado y Andrés Muñoz y pasé un día excepcionalmente entretenido compartiendo 50km de trillo con dos personajes. Iris estaba buscando completar el recorrido sin perderse, como le ha sucedido en sus intentos anteriores, y Andrés estaba corriendo su primer ultra y maratón.


Nos tocó un día espectacular pero tal vez algo caliente para estar corriendo 50km por el campo. Aún no he visto los resultados oficiales y en la foto de partida de los 50km tengo a 20 corredores, incluyendo al 1ro y 2do lugar del año pasado: Víctor Gil y Ernesto Durán, quienes regresan para un nuevo y épico duelo. Habían muchos extranjeros entre los participantes: franceses, suecos, alemanes, y colombianos (no todos en plurar). Varios de los participantes han estado presentes desde la primera edición de la carrera. Todos se veían muy animados y con ganas de afrontar este reto una vez más. La partida fue muy relajada y los corredores arrancaron a correr muy tranquilos.Mi plan de carrera era muy sencillo. Yo iba a asegurarme que Iris no se perdiera y llegará a la meta, finalmente. Andrés decidió que ese plan le gustaba y se montó en el bus. Juntos, los tres, corrimos tranquilamente todo el día. Bajando La Silla apareció Cristina Mata de la nada: se había perdido y estaba feliz de haber regresado al recorrido correcto. La bajada de La Silla nos tomó una eternidad porque Iris venía dando pasitos de bebé. Pero eventualmente terminamos y pudimos proceder a seguir corriendo. Cuando estábamos bajando hacia El Roble nos fuimos encontrando a los primeros corredores de los 21km que venían en dirección contraria.


Cruzarnos con los corredores de 21km fue muy divertido y uno de los puntos más emocionantes de todo el recorrido. Este detalle de la carrera me gusta mucho — nos hace partícipes y espectadores a la misma vez. Pude ver como se estaban divirtiendo los corredores, gozando del recorrido y la camaradería. Puedo decir que conocía a la mayoría de los corredores que nos cruzamos. Me alegra mucho ser parte de esta gran comunidad de corredores de Panamá y que bueno es ver que está creciendo la afición a correr por el campo.


Los kilómetros, y las horas, fueron pasando felizmente en compañía de Iris y Andrés hasta regresar a El Valle. Hicimos una parada técnica en Shagri-La para hidratarnos con la mejor cerveza de todo el día, la primera. Allí recogí un pañuelo relleno de hielo que tenía en el congelador para poder estar más cómodo en la parte de la carrera que tenía por delante, la parte caliente y la subida a La India Dormida. Cuando llegamos a la estación de ayuda nos dimos cuenta que, además de ir de últimos, estábamos muy atrás en la carrera. ¡Estoy seguro que ninguno de los que estaban por delante venían mejor que nosotros! Lo pudimos ver en la cara de todos los corredores que nos cruzamos en este tramo que era ida y vuelta a La Estancia. Desafortunadamente se me había quedado la cámara en la parada anterior y no tengo evidencia de las caras de sufrimiento que vimos en los que venían por delante. bajo el sol abrasador del medio día.


Nos tomó un buen rato hacer el recorrido de ida y vuelta a La Estancia. El terreno que estábamos recorriendo es el punto débil de Iris: el terreno super–técnico de subidas y bajadas rocosas. Pero lo hicimos con calma y buena letra disfrutando de este agradable recorrido que es mayormente sombreado. Aquí nos cruzamos con todos los corredores de 50km con la excepción de Ernesto, los valleros, y los más rápidos de los europeos. A Víctor Mojica no lo vimos más y supe que se retiro en la estación de La Companía que habíamos dejado atrás.


Cuando ya veníamos de regreso dejamos a Iris a que bajara sola de La India Dormida y nos apuramos para tomarnos una cerveza fría en El Ranchón mientras la super poderosa nos alcanzaba. Al llegar al Rancho pedí tres cervezas, una para Andrés, otra para mi y la tercera para Iris. Ya nos había contado que la primera cerveza le subió la auto-estima, así es que decidimos subírsela aún más. Una vez hidratados todos procedimos a subir hacia La Mesa. En mi opinión ya la carrera estaba de nuestro lado: llevábamos 2/3 bajo el cinto, teníamos la auto-estima por el cielo, y la parte que faltaba era la más fácil. 


En La Mesa nos encontramos con Lorena y Raquel, que iban con mi sobrino Jorge, a darnos apoyo y más hidratación. Nos contaron que el Hash estaba en pleno apogeo en la meta y que nos iban a esperar hasta que llegáramos. Raquel (la esposa de Andrés) se nos unió y corrió los últimos 8km hasta la meta. A nuestra llegada fuimos recibidos con el mayor de los ánimos por nuestros amigos que nos recibieron como si fuéramos unos campeones. De hecho, íbamos con una campeona: ¡Iris Regalado, 2d lugar femenino! Y, además, ahora ¡Andrés es una ULTRA corredor!


Pregunta: ¿Cuanto midieron los 50km de EVTR 2012? Respuesta: vaya usted a saber. Mi Suunto Ambit, en la muñeca, marcó 50.4km. Ese recorrido en Google Earth midió 49.9km y en ExpertGPS midió 56.77km. A Ernesto Durán su GPS le marcó 50km, y Andrés Muños tenía 52+km. El mismo recorrido del Suunto mide 54.12km en Garmin Connect y mide 50.46km en Moves Count de Suunto. Así es que la respuesta de cuanto mide el recorrido está en el aire: mide cerca de 50km+ y la altura ganada fue 2,100m ≈.

lunes, 22 de octubre de 2012

42 Vueltas por Fanlyc

Este fin de semana completé 42 vueltas con los Ultra Amigos de Fanlyc en un circuito por Amador que medía 3 kilómetros. Iniciamos a correr a las 8:00am y el evento duraba 24 horas. Este año los corredores que llegaron a apoyar a los niños acumularon más 40,000 vueltas, algo fuera de serie. Fue fantástico ver a tantos corredores, caminantes, patinadores y ciclistas dando vueltas para apoyar a la fundación y sus niños. Los Ultra-Amigos fueron Karen Lezcano, Angel Darío Jiménez, Marvin Corea y su hijo (Marvin), Javier González, Ramsés Cano, Jaime Correa, Nicolás García y su hijo (Nicolás), Jorge A. Rodríguez (el padre de los Ultra Amigos)  y yo.


Por suerte el día fue gentil con nosotros pues amaneció nublado y se quedó así por buen tiempo. El circuito de 3km permitía que nos re abasteciéramos fácilmente. Mary, la esposa de Nicolás García, también fue toda una ultra amiga y se mantuvo todas las 24 horas del Relevo por La Vida atendiendo la tolda de apoyo (toda una familia de ultras). Roberto Romero se encargó de mantenernos bien abastecidos con comida apropiada para apoyar el esfuerzo que estábamos haciendo todos.


Me llevé cuatro pares de zapatillas y las usé todas. Comencé con las Hokas para acolchonarme bien desde el principio. Como a las 6 horas salí para dar otra vuelta con las zapatillas y me sentí, de repente, que tenía los pies muy macerados por estar mojados. Cuando la temperatura comenzó a subir tuve que recurrir al agua fría y el hielo para mantenerme andando. Toda esa humedad fue a dar a mis medias y ablandó la piel de mis pies. Me quité las zapatillas y decidí dar una vuelta descalzo para secarme los pies. ¡Esto me funcionó de maravillas! Mi próximo par fueron las Nike Free 5.0 sin medias.


La verdad es que nunca había visto tanta gente haciendo ejercicio a la misma vez en Panamá. Solamente en las manifestaciones y las protestas he visto tanta gente junta haciendo algo bueno (cuando la causa era buena). Pude ver a mucha gente superar metas y correr distancias que superaban sus límites anteriores. Ana y Carlos corrieron 39km y 42km cada uno dando vueltas por los niños, y me acompañaron en muchas vueltas. En la tarde Lorena me trajo a mis hijos y se sentó a vernos (no pudo correr porque tenía un esguince en el tobillo). Irving (mi hijo) dió 4 vueltas. La primera la inició conmigo, pero me dejó atrás a los pocos metros porque ya yo iba muy lento para él.


Más tarde llegaron Arge, Sandra, Andrés, Jorge y Luis Ernesto, y también me acompañaron en muchas vueltas. A través de las 24 horas hubo gente corriendo en todo momento. Me parece increíble que la gente saliera a correr a las 2, 3, y 4am, pero yo los vi y soy testigo.   En alguna de esas horas también llego Jorge Antonio Mendoza, que dio 21 vueltas y superó sus límites corriendo 63km. La verdad es que vi a muchos amigos dando vueltas por una buena causa, más de los que puedo recordar.


Fue interesante ver las estrategias de los diferentes Ultra Amigos: algunos fuimos lentos y constantes, otros, como Jaime Correa y Ramsés Cano, eran veletas dando vueltas a toda velocidad. Al final el concreto comenzó a desgastar a todos: Darío, otro de las liebres, sintió el golpe en las rodillas, al igual que el gran Nicolás (quien dio 50 vueltas por los niños). Tuve el gusto de dar vueltas con otros de los ultra corredores cuando quedaron reducidos a correr a mi velocidad, o caminar para descansar. Pero mi constancia me emparejó con la mayoría al final y solamente Nico hizo más vueltas que yo. Cuando salió el sol del domingo, brillando con intensidad, yo paré en mi vuelta 42. Javier llegó en su vuelta 41 y decidió detenerse también. Jaime, que había estado descansando, salió a dar vueltas hasta completar 40 (120km), otra marca personal.


Pude haber hecho uso de un quinto par de zapatillas porque al final todas quedaron mojadas con la lluvia. Nos llovió bastante durante la noche, y el último par que tenía seco lo mojé en la madrugada cuando me salí de la calle para arrimarme a un tronco para botar un poco de líquido que llevaba dentro: en la oscuridad no vi el charco de agua entre la hierba. El Desitin evito que me escaldara, algo fantástico considerando lo húmedo que estuve por tantas horas. Jorge usó Vaselina y no le duró tanto: me lo encontré caminando raro en una vuelta (ya en la madrugada) y me dijo que estaba mal con la piel en carne viva. Aún así Jorge continuó hasta completar 35 vueltas, 105km.


Posiblemente hubiese podido perder menos tiempo en la tolda de apoyo de los Ultra Corredores si hubiese tomado paquetes de gel en lugar de comida de verdad, pero estuve mucho más contento con la comida que me dieron. La única diferencia del gel con la comida de verdad es que me alteró un poco el estómago (pero tomé anti-ácido para eso, por adelantado) y que, llegando la madrugada, el peso de los sólidos estaban buscando su salida. Normalmente el gel haría menos bulto que la tanda de guineos que me comí. Me tomaba más tiempo comer comida de verdad, pero ya estoy tan cansado de los geles que no me importó.

jueves, 18 de octubre de 2012

Nike Women's Marathon 2012

Estaba en San Francisco para una reunión de socios del programa de punto de ventas que represento, Retail Pro, y me encontré que en Union Square, afuera del hotel, estaban colocando la tolda de Nike Women's Marathon 2012. El domingo, poco antes de las 7:00am, estaba frente a la linea de partida esperando que iniciaran a correr toda esa gente, casi 30,000 corredores (entre el maratón, media distancia y caminantes). Después que pasaron un par de miles frente a mi me uní a la procesión y salí a correr como bandido entre la multitud.


Había revisado el recorrido en el sitio web y vi que iban a recorrer lo mejor de San Francisco. De verdad que no podía perderme la oportunidad de hacer ese recorrido. Por supuesto que no estaba preparado para correr un maratón, pero eso no sería difícil. No tenía apuro, ni siquiera tenía que terminar, y cuado quisiera podía abandonar sin preocupaciones de un DNF. ¿Qué mas podría pedir de semejante oportunidad? ¡Y no estaba pagando los $175 que me hubiese costado si me habrían dejado registrarme!


Inicié corriendo con calma, pero al poco rato estaba corriendo a 5:15 el kilómetro. El recorrido estaba plano, la temperatura agradable, corriendo por Front frente a los muelles y Fisherman's Wharf. Aun que iba cómodo, ese ritmo no iba a ser sostenible para mi — no había entrenado para eso. La mayoría de mis corridas de entrenamiento están por los 6:00 min/km. ¡Qué diablos! Iba a ver cuanto aguantaba. Llegando al Parque del Presidio se acabo la fiesta, iniciaba la subida.


Nunca en mi vida había estado rodeado de tantas chicas, y estas estaban corriendo fácilmente más rápido que yo. A medida que pasaba el tiempo me iban dejando atrás. Pero siempre me alcanzaban más mujeres. No pensé que vería hombres entre los corredores, pero resulta que la carrera está abierta a todos: sólo es carrera de mujeres por nombre. Aún así, había mucho estrógeno en el aire esa mañana.


No era el único que estaba corriendo sin número. Pensé que podrían darme problema en las estaciones de apoyo y llevaba mi botella de mano por si acaso. Me trataron de lujo en todos los puntos de apoyo: me dieron agua, me ofrecían rellenar mi botella con Nuun, me daban Blok Shots, y me animaban como a todos los demás. Después de correr por Presidio salimos al mar. Al pasar por el Cliff House me acordé de la última vez que había estado allí con Lorena (hasta ayudé en un rescate de unos jóvenes que habían quedado atrapados en la pared cuando subió la marea).


Después que bajamos a la playa nos metimos al Golden Gate Park. Esa parte del recorrido fue, posiblemente, mi favorita. Pero me estaba matando porque era una subida interminable. Ahora estaba luchando por mantener mi ritmo cerca de los 6:00min/km y mi promedio estaba sufriendo. Hasta eso momento estaba cerca de 5:30min/km, pero ya era evidente que no iba a durar arriba de los 10km/hora por mucho tiempo. Estaba ansiando llegar a la milla 15 porque, supuestamente, los Hashers de SFH3 iban a estar repartiendo cerveza. ¡Qué desilusión me llevé cuando pasé las 15 millas!


Cuando salí del parque estaba llegando a los 26km y tenía unas ganas de parar. De hecho, paré. Pero me puse a pensar y decidí seguir porque podía parar más adelante si lo deseaba. Ahora venía un recorrido plano frente a la playa y podía ver a los californianos surfeando en las olas del Pacífico. En esta recta pude ver a los primeros corredores que ya venían cerrando su carrera. Entre ellos había un travesti que venía a balazo. Puede que  tuviese confundida, pero corría como todo un varón.


Al final de la playa venía otra subida. Esta ya me estaba llegando al alma. Yo pensé que iba a ser plana esta carrera: no lo es, para nada. Después de esta subida llegamos a otro parque: Lake Merced. Ibamos a darle toda la vuelta al lago antes de regresar a la playa para la recta final hacia la meta. En este lago me alcanzó la marca paso del grupo de los 4:20 — ya sabía que tenía que hacer si quería llegar en ese tiempo. Pero en realidad ese tiempo no estaba a mi alcance porque ella posiblemente había partido varios minutos después que yo. Igual, apreté el paso y los dejé atrás para no volver a verlos. La vuelta al lago fue muy agradable porque había un sendero de tierra alrededor que me permitió descansar las rodillas que ya estaban siendo el impacto del asfalto y el concreto.


Al terminar la vuelta al lago me tocó la última subida para regresar a la playa. Ya estaba claro que pronto terminaría esta corrida. ¡Qué felicidad regresar a la playa! Ya estaba a menos de 5km de la meta. Al poco rato pude ver las toldas de la meta al fondo de la calzada. En esa recta pasé por donde había un joven siendo atendido por unos paramédicos (pude escuchar "blackout", se había desmayado). Ese era el segundo de esos casos que veía en un maratón.


Cuando vi a la multitud animándonos para que apretáramos el paso rumbo a la meta saqué mi cámara y comencé a tomar vídeo. Esta grabado cuando me sacaron del paseo a la meta. Habían observadores cuidando que los bandidos no cruzaran la meta. Llegué como a 100 metros de la meta antes que me detuvieran. ¡No me dieron mi collar después de correr toda la carrera, ni mi camiseta de Finisher! Qué decepción...


Terminé en 4:28 los 42km del Nike Women's Marathon 2012. Voy a tener que ajustar mis expectativas para el Maratón de Panamá en diciembre. Quería 3:30 y clasificar para Boston, pero seré más objetivo y me conformaré con menos de 4 horas. Igual me voy a preparar para subir mi ritmo. Puedo correr rápido ahora mismo, pero no puedo mantener ese paso sin que el corazón se fatigue. Voy a ajustar mi entrenamiento con algo de corridas cuereadas para ver si puedo ajustar mis pulsaciones y poner el corazón a punto.

martes, 9 de octubre de 2012

Anteojos vs Lentes de Contacto

He quedado con un debate en mi cabeza sobre anteojos versus lentes de contacto en las carreras grandes. Por mucho tiempo he usado lentes de contacto cuando salgo a hacer ejercicio. El resto del tiempo siempre uso anteojos. Hace unos años me conseguí unos Oakley de prescripción pensando en comenzar a correr más a menudo con lentes para no andar con el lío de los lentes de contactos. Los Oakley me funcionaron de maravilla, tanto que me mandé a hacer unos con lentes Transition (fotocromáticos), y luego otros con Transitions y progresivos.


Ahora solamente estaba usando los lentes de contacto para kayak y bicicleta. Para kayak por el agua, y para bicicleta porque así usaba unos lentes más grandes que me protejen del lodo y las piedras que tira la llanta delantera hacia arriba. Cuando voy a caminar al bosque también me pongo lentes de contacto porque así me ahorro el problema de los lentes empañados por la humedad del ambiente y el vapor que salé de mi cuerpo. Todo esto lo tomé en cuenta cuando me fui a correr el Ultra Trail du Mont Blanc. Me llevé mi mejor par de anteojos, lentes de deporte fotocromáticos y lentes de contacto.


Al momento de tomar la decisión final, el día de la carrera, decidí irme con mis anteojos. Todavía estoy pensando sobre esa decisión. Cuando llegué al punto más alto del UTMB 2012, y entré en la zona de nieve, estaba nevando. Mis lentes se mojaron con la lluvia y la nieve y mi visión quedó completamente comprometida: era de noche y casi no podía enfocar el terreno. Estaba corriendo con todo borroso, en la noche. ¡Qué cosa más desagradable!


Cuando pensaba en que iba a tener que correr por más de 40 horas, y que iba a pasar dos noche con los ojos abiertos, recordaba como me sentía con los lentes de contactos durante las horas de la madrugada en mis ultras anteriores. Los ojos se siente como si tuviera arena entre los lentes de contacto. Especialmente en Western States 100 me sentía así porque había mucho polvo en un par de tramos. En Javelina no me molestaron tanto los lentes, por fortuna. Pero dos noches con el mismo par de lentes creo que hubiese sido una desgracia.


Igual, mi plan era usar los lentes y llevar mis anteojos como respaldo. Cuando ya no pudiera tolerar más los lentes de contacto los botaría y pasaba a usar anteojos. Esto era medio complicado: tenía que llevar mis lentes de sol para usar con los lentes de contacto, lentes de presbicia para ver de cerca cuando tenía los lentes de contacto puestos, y mis anteojos de prescripción para cuando me quitara los lentes de contacto. A la hora de la carrera me fui por lo simple: mis lentes de prescripción. Y llevaba otro par de respaldo.


Pero cuando la cosa se puso dura, los lentes me fallaron. Mi visión quedó comprometida por la lluvia, la condensación, y la nieve. Los lentes de contacto hubiesen sido la solución. Y hasta creo que llevaba un par en la mochila, pero hubiese sido imposible ponérmelos bajo las condiciones en que me encontraba. Si salgo en la lotería de Hardrock 100 creo que voy a usar mis lentes de contacto (y llevar mis lentes de prescripción de respaldo).


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lunes, 8 de octubre de 2012

Ultra Crecimiento

Supongo que con la explosión en la cantidad de participantes en la distancia de maratón, una cantidad de estos corredores harán la transición a las distancias ultras. Aún así, es casi ridículo como algunas carreras se llenan tan rápido. Javelina Jundred todavía tiene más de 100 cupos y la carrera es en octubre 27 (dos semanas). Pero Rocky Raccoon 100 es en febrero y se lleno en agosto 2, y tiene una lista de espera de 400+ corredores. Con razón que cada vez se ponen más caras todas las carreras, en especial cuando hay muchas más personas dispuestas a correr en relación a los puestos disponibles.


Lástima que en Centro América no exista una gran selección de ultras para correr. Costa Rica es el país que más ultras tiene en la región. Pero ahora mismo todas las fechas de las carreras actuales están en conflicto con mi calendario local. Ahora mismo el Valle Trail Race me tiene ocupado, pero en cuanto se acabe voy a buscar como mantenerme corriendo. El maratón de Panamá será la próxima meta. Luego veré si animo a unos cuantos para un maratón de trillo en Pacora.


Cada vez es más difícil recuperar la forma perdida. Ahora para mi es importante mantener el filo constantemente porque cuesta mucho recuperar el terreno cedido. Estoy como Alicia en el País de Las Maravillas "corriendo tan rápido como puedo para mantenerme en el mismo lugar".

jueves, 4 de octubre de 2012

Hardrock 2013

Ya envié mi aplicación para Hardrock 2013. Creo que con el cambio que han hecho en la lotería para esta próxima edición tengo mejores posibilidades de entrar. Hay 35 posiciones disponibles para aquellos que nunca han corrido en Hardrock. Aún así, siempre aplican 6 veces más personas de las que pueden aceptar en esta carrera. Como ya he aplicado anteriormente, también tengo una oportunidad adicional de conseguir entrar en esta carrera.


Esta carrera es levemente más difícil que el Ultra Trail de Mont Blanc. Lo bueno de esta carrera es que rara vez el clima hace que cambien el recorrido. Tengo dos horas más que en el UTMB para recorrer los 160k+ de esta ultra. Quería hacer el Maratón de Sables, pero la verdad es que esa carrera es demasiado cara. El HR100 tiene una inscripción de $250, mucho más razonables que los miles que piden por el Darbaroud, y, además, no hay que cruzar el charco para participar.