miércoles, 26 de enero de 2011

Flexores de Cadera

Recto FemoralHe estado preocupado por un dolor agudo en la cadera que me viene y me va y es de corta duración, pero se siente como un clavo en el hueso. Pensé que era un principio de artritis porque a mi madre le reemplazaron las caderas a mi edad. Después de un mes con los dolores intermitentes fui al doctor. Después de una breve entrevista me pregunto si había hecho algo inusual recientemente.

Le conté al doctor todo lo que había hecho recientemente, en los últimos tres meses: octubre 23-24 Javelina Jundred, 163 kilómetros corriendo, noviembre 28, Cozumel Ironman, diciembre 5, Panama Marathon. Me dijo que lo que tenía, muy probablemente, era un ligero desgarre en los flexores de la cadera. "Toma anti-inflamatorios y descansa". La primera parte es fácil, la segunda me tiene muy preocupado.

Pero ahora que tengo mejor idea de la causa del dolor, es fácil tomar acción para remediarlo y prevenir su recurrencia. De paso, los remedios son muy importantes para las actividades que tengo planeadas para este año, principalmente centradas en Western States 100. Fuerza y flexibilidad son importantes para mantener el cuerpo balanceado cuando el terreno se pone difícil. Ambos tipos de ejercicios refuerzan los tendones. En este caso, los tendones que anclan los músculos del muslo a la cadera.

De repente es hora de probar un poco de CrossFit.

lunes, 24 de enero de 2011

Relevos Transístmicos 2011

Jordi entregando¡Se acabaron los Relevos Transístmicos 2011! He quedado con una curiosa mezcla de emociones después de estos relevos. En primera instancia, me alegra que todo haya salido bastante bien. En segundo lugar, ¡finalmente pude correr los Relevos Transístmicos! Que divertido fue contar con el apoyo de mi equipo, Los Abuelos Geriátricos del Hash. Este año la carrera estuvo muy reñida entre UNACHI y Metrodome - Policía Nacional. Pero estoy muy consciente que mi esfuerzo dejó mucho que desear habiendo dejado demasiado para última hora.


Los corredores de Los Relevos Transístmicos se merecen un esfuerzo del 110% y todo debe quedar bien organizado. Mi naturaleza, que está lejos de ser perfeccionista, no es la más adecuada para organizar un evento como este. Las primeras veces la atracción de un gran reto, y la novedad, me motivaron a dedicarle mucho esfuerzo a la organización de esta carrera. Ahora, este año, con tres ediciones de experiencia, mi actitud fue mucho más casual en la organización.


Por suerte, Jorge Lombardo y Lorena están dispuestos a organizar la quinta carrera de Relevos Transístmicos. Y Elmer Ortiz este año le va a poner mucho más esmero en la promoción del mismo. Este es el momento preciso de iniciar con todo el trabajo necesario para garantizar que la quinta celebración de nuestros Relevos Transístmicos sea algo épico. Me encantaría ver el duelo entre UNACHI y Metrodome.


El tema de la hidratación este año estuvo complicado. Nuestro patrocinador de años anteriores se quedó sin agua debido a la gran demanda de agua embotellada que existe en el país en estos momentos. Usamos bolsitas de Agua Frizz que compramos para ofrecer a los participantes. Pero, realmente, un solo puesto de agua no es suficiente para hidratar a los corredores envueltos en el calor tropical del medio día.


Yo corrí el tramo décimo, el último, para mi equipo. Nunca me hizo falta una gota de agua. De hecho, al final estaba tan lleno de líquido que pensé que me iba a reventar. Pero el apoyo fue enteramente de parte de mi equipo. Y así es como debe ser el apoyo en esta carrera. Los Relevos Transístmicos son una carrera en equipo, y el apoyo a los corredores es una de las tareas de cada equipo. A mi me sobró el apoyo, y espero que los corredores de los demás equipos hayan tenido una experiencia igual a la mía.


Este año nos fallaron las ambulancias y esto fue causa de mucha preocupación para mi. ¡Esto no puede volver a suceder! Hubo un evento con una corredora en el tramo #7 que quedó muy desgastada por su carrera. ¿Donde estaba su equipo? ¿Por qué no usaron los alternos? Aún cuando hubiesen habido ambulancias por todos lados, y el año anterior habían 3 ambulancias y 2 motos con paramédicos, los equipos deben cuidar muy de cerca a sus corredores.


Los ganadores de la categoría mixta aparentemente usaron un equipo 100% masculino (la alterna era la única mujer). Lástima que no nos dimos cuenta de esto antes de la premiación, pero me parece increíble que un equipo haya hecho esto. ¡No se me había ocurrido que existiera tal posibilidad! Qué fallo de juego limpio...


También me sentí muy mal por que no conseguí un juego de trofeos completos para la categoría mixta, que este año, y todos los años anteriores, fue el grueso de los equipos en los Relevos Transístmicos: 15 equipos.


Bueno, por suerte los participantes de los relevos están bastante entretenidos con su competencia y al final entre ellos arman toda la carrera y la diversión.

lunes, 17 de enero de 2011

Altos de La Estancia

Altos de La Estancia


Este domingo corrí unos 15 kilómetros con Ernesto Duran. Casi me mata corretear a ese venado por los senderos de La India Dormida y Altos de La Estancia. Esta vuelta me hizo caer en cuenta de lo perezoso y lento que me he puesto. Esa corrida era justo lo que necesitaba para reanudar mi entrenamiento para Western States 100.


Partimos a las 7:00am y no regresamos hasta las 10:19am, y, aun que no recorrimos más de 16 kilómetros, ¡yo estaba cansado! Ernesto corre con facilidad a un paso que a mi me lleva rápidamente a mi tope aeróbico. Desde que partimos íbamos conversando y rápidamente fue claro para mi que estaba en problemas: yo iba jadeando mientras corría y Ernesto iba fresco como una lechuga. Cuando empezamos a subir por "El Violín" yo ya había llegado a mi tope y Ernie seguía corriendo loma arriba.


Parte de la idea de nuestra corrida era enseñarla a Ernesto el sendero que va desde La India Dormida a Altos de La Estancia para ver si lo incluían en una carrera próxima en El Valle. Yo pienso que ese sendero es excelente para alargar El Valle Trail Race a 50 kilómetros y poder tener un ultra maratón oficial en Panamá. El único problema es que ya esa carrera es suficientemente dura para que sea del interés de pocos corredores en Panamá.


El sendero hacia Altos de La Estancia por sí solo es uno de los mejores senderos cerca de El Valle. El problema es que está del otro lado de La India Dormida y eso lo coloca lejos de El Valle. Ahora, ese sendero queda perfecto para alargar El Valle Trail Race por que esa carrera ya está pasando por La India Dormida. La distancia a La Estancia es justa la necesaria para alargar la carrera sin aumentar su dificultad en un mayor grado.


En mis últimos meses estuve entrenando lento y largo, principalmente preocupado por acostumbrarme a estar de pié y en movimiento por largo tiempo. Hacía esto en preparación para mi primera carrera de 1oo millas / 161 kilómetros. Ahora viene mi segunda carrera de esa distancia y quiero bajar mi tiempo hasta 23:59:59 para ganarme una hebilla de plata. Esto será casi imposible para mi, pero una excelente motivación para llevarme a un esfuerzo adicional en mi actividad deportiva. Correr con Ernesto fue excelente en este sentido por que me obligó a correr con la lengua afuera.


Cuando finalmente regresamos a la casa yo estaba más cansado que el fin de semana anterior, y ese fin de semana había hecho el Duatlón de El Valle (quedé segundo lugar en mi categoría de 50 años) y después me pasé activo por más de 24 horas en El Reto del Indio, que al final nos tomó 27 horas (partimos a la 1:43pm del domingo y terminé a las 4:45pm del lunes). Pero el esfuerzo del duatlón fue corto y procuré hacerlo conservadoramente, y el Reto fue largo pero de baja intensidad. En estos meses que vienen voy a ir incorporando entrenamientos de velocidad a mi rutina regular. Quiero correr maratones de 3:30 cómodamente para poder correr 160 kilómetros en 24 horas, cómodamente.

miércoles, 12 de enero de 2011

Reto del Indio 2011

Este fin de semana completamos el 7o Reto del Indio. En esta ocasión fuimos 16 los que participamos, el doble que el año pasado. La ruta estuvo más difícil que nunca con todo el barro que había por las lluvias que no han dejado de caer. Por contratiempos no pudimos completar el recorrido en 24 horas, pero, si restamos los atrasos por causas externas, los primeros en llegar al Caribe hubiesen hecho un tiempo de 20 horas. ¡Increíble!

Partimos de Chumico con un sol abrasador a las 13:43 según la foto de partida habitual. Nuestro destino estaba al otro lado del continente, en la vertiente del Caribe: la Boca del Río Indio, a 116 kilómetros. Teníamos que pedalear hasta El Valle, subir a La Mesa, y bajar a Jordanal. Luego, en Jordanal, iniciamos a caminar hasta Tres Hermanas. Desde Tres Hermanas íbamos a remar hasta nuestro destino final. Iniciando la pedaleada se le salió la cadena a Isabel y me quedé a esperarla. Fue lo último que supe del grupo. Solamente mi hermano fiel, Roger, se quedó con nosotros. Tampoco su fidelidad le duró mucho y pronto se fue a darle caza al resto.

En este Reto del Indio mi historia se centró en Isabel y Boris. Con Isabel hice toda la bicicleta y la caminata, junto con Boris. Remé un rato con Andrés, en el mismo kayak, y luego con Boris hasta la Boca de Río Indio. Isabel no tenía idea en lo que se estaba metiendo, y, una vez que empezó, nunca pensó en parar. Isabel nunca antes había hecho ni una sola de las actividades de El Reto del Indio: montañeras, caminatas y remar kayaks. Isabel está en excelentes condiciones y el año pasado terminamos el Ironman de Cozumel lado a lado. Pero, una bicicleta montañera no es lo mismo que una rutera, caminar por senderos no es lo mismo que correr por asfalto, y ella nunca había remado.

La montañera que llevaba Isabel no la acompañaba para nada pues era un hierro que había conseguido prestado de un alumno. Partiendo se le salió la cadena del plato delantero y, de allí en adelante, reusó salir de la estrella más pequeña. En muchas subidas, y el camino tiene muchas, se tenía que bajar a caminar por que le patinaban las llantas. Y en algunas bajadas tenía que bajarse a caminar por que la intimidaban. Todo esto es normal para una persona que está montando una bicicleta montañera por primera vez. Después de un rato nos alcanzamos a Six Pin y Edgar, que nos estaban acompañando en la sección de ciclismo de este reto. Los cuatro llegamos juntos a El Valle.

En Jordanal, a casi 45 kilómetros de la partida, hicimos la transición a la caminata. Dejamos nuestras bicicletas atrás para dedicarnos a caminar hasta Tres Hermanas. Este año nos tocó mucho barro en el camino. Un pequeño grupo de impaciente partió temprano: Dimas, Joaquín, Angel, Tato y Robie se fueron confiados en la ruta que tenía el GPS de Joaquín. Estaban apurados por asegurarse de poder romper las 24 horas, como si su vida dependiera de ello. Pensé que no los volvería a ver hasta Tres Hermanas, pero la tecnología les tenía planeado un revés.

Al cabo de un rato de estar caminando, el paso que llevamos comienza a drenar a Isabel de energía. Todavía no llegábamos a las partes difíciles del sendero, pero ya estábamos atravesando algo de lodo, suficiente para incomodar y arrancar zapatos. Boris había comprado una linterna de cabeza con un bombillo incandescente: no duró dos horas y ya tenía que cambiar baterías. Angel, luego me enteraría, también se encontró con un percance similar. Pero su linterna barata se daño temprano y no le quedó otro remedio que caminar sin luz. Llegó molido a Tres Hermanas, determinado a desquitarse remando, que es su especialidad ya que ha representado nuestro país en los Juegos Bolivarianos.

Pudimos mantenernos con el segundo grupo hasta Los Chorros. A partir de ese punto inicia una subida larga, aparentemente interminable, y muy resbalosa. Fue demasiado para Isabel y Roger, Andrés y yo nos quedamos con ella. El resto del segundo grupo se fue confiados en su GPS Garmin 60CSX que llevaba Iñaki. Ellos llegaron a las 4:30am a Tres Hermanas. Nosotros tardaríamos tres horas más que ellos en llegar. Para mi sorpresa, nos encontramos al primer grupo tarde en la madrugada. Habían dado un par de vueltas de más y el segundo grupo les pasó mientras merodeaban por los senderos buscando su rumbo. Algunos no estaban muy contentos con el dueño del GPS.

Después de muchos años haciendo esa ruta, este es el séptimo Reto del Indio, ya puedo orientarme hasta de noche y cansado. Por suerte no necesito de tecnología para seguir mi camino, solamente de agua y comida. Pero Iñaki, que si llegó por su cuenta, ha probado que es posible hacer una carrera de esta ruta: cada grupo debe llevar su GPS con la ruta, baterías extras, y verificar que su aparato haya aceptado el sendero completo. Lo pero que puede pasar es que pierdan el camino y tengan que pagarle a algún cholo para que los lleven a casa. Por supuesto que para encontrarse al cholo van a tener que esperar que salga el sol y se lo topen en el camino.

aventuraspanama

Gracias a Aventuras Panamá este año pudimos acomodar el doble de los participantes por que conseguimos que nos alquilaran kayaks. No fue fácil convencer a Javier Romero que lo hiciera, tuve que perseverar en una larga conversación y hacerle un trato que no pudiera rehusar. Por suerte, además, envió un par de sus guías para que hicieran un reconocimiento del recorrido. Eso nos ayudó con Isabel y Tato, ambos con poca experiencia en el remo, que habían quedado juntos en un bote por que habían quedado sin compañeros en la organización de esta vuelta. Matt remó con Isabel y Antonio remó con Tato, y todos llegaron contentos al Mar Caribe. La remada desde el último sarzo del Teriá hasta Boca de Río Indio mide 51 kilómetros trazados en Google Earth.

Al principio Boris y Juan Carlos remaron en el mismo kayak, pero pronto resultó obvio que ese arreglo no iba a funcionar. En ese equipo no había suficiente experiencia para llegar en un tiempo prudente hasta el Mar Caribe. Andrés y yo nos separamos y quedé yo con Boris y Andrés con Juan Carlos. A partir de ese momento no quedó más que remar, y remar, y seguir remando. Todos los otros botes nos habían dejado atrás. Boris resultó ser un "gallo tapao". Había estado muy incómodo con la idea de remar tantas horas, pero después de llegar hasta Tres Hermanas se decidió por terminar lo que había iniciado. Después de horas remando me dijo: "Rompy, me ha gustado esto de remar". Parecía el conejo de las pilas Energizer, remaba y remaba.

Después de varias horas remando, como unas tres, comencé a soñar con una cerveza fría. Sabía exactamente donde podía encontrarla: [link id='753' text="La Encantada"]. Le comenté a nuestro pequeño grupo sobre mi meta a corto plazo y la motivación. De ese momento en adelante adquirimos un nuevo propósito que nos llenó de fuerza. Al par de horas logramos nuestra meta, atracamos y nos dirigimos a la casa donde venden la cerveza más sabrosa del Río Indio. Mientras nos tomábamos la pinta, el Señor Cano nos dice: "allá van sus botes...". Efectivamente, nuestros kayaks flotaban felizmente río abajo. Ni siquiera nos habíamos preocupado de asegurarlos bien...

Después que nos acabamos nuestra cerveza, sin gran apuro, nos preocupamos de como recuperar nuestros botes. Sabíamos a donde iban a llegar eventualmente. El hijo del Señor Cano nos remó en su piragua de vuelta a nuestras naves que iban a la deriva. Le dimos un salve a nuestro rescatista y proseguimos en nuestro navegar. A las 4:45pm llegamos, finalmente, a Boca de Río Indio. Andrés y Juan Carlos llegaron poco después que nosotros. Nos había tomado 27 horas completar este Reto del Indio 2011. Los más rápidos pudiesen haber terminado en 20 horas, pero no pudimos llevar los kayaks hasta el final del Camino a Tres Hermanas.

Ya sabíamos, por experiencia, que si nos metíamos a los kayaks en el primer cruce del Teriá nos tomaría 10 horas hacer esa remada. Además, es una remada peligrosa por que pueden haber muchos árboles tumbados en esa sección. Por suerte pudimos transportar los botes en un transporte que estaba del otro lado del río, pero demoró organizar el traslado y se demoró más aún cuando se atascó entre un viaje y el próximo. Al menos tuvimos un descanso breve en el recorrido, y algunos lograron dormir un rato.

Fotos: http://alairelibre.ws/g3/Reto-del-Indio-2011