jueves, 29 de diciembre de 2011

Nombre de Dios a Gamboa

[caption id="attachment_1936" align="aligncenter" width="640"] Ruta Nombre de Dios a Gamboa[/caption]

Anoche regresé de caminar y remar de Nombre de Dios a Gamboa. El lunes en la mañana me escribió mi amigo Juan Antonio preguntando si quería llevar a unos hombres a caminar el Camino Real y le dije que me interesaba. Al reunirme con la gente, eran un par de tenientes de la Marina y un teniente de los Marines, me dijeron que querían cruzar el Istmo en tres días. Después de decirles que estaban locos les conté de un viaje parecido que había hecho con Scott Schumaker y Jorge Heilbron hace unos años atrás. Les gustó la idea y al día siguiente partimos a recorrer el Istmo.

Básicamente, en una día caminamos 38 kilómetros desde Nombre de Dios hasta Boquerón arriba, y, al día siguiente, remamos 40 kilómetros desde Boquerón Arriba hasta Gamboa. Ellos siguieron caminando por el Camino de Cruces y luego por la calle hasta llegar al puerto de Balboa. Todavía no he escuchado sobre su llegada, así es que asumo que están caminando aún, si es que no están perdidos en el Parque Camino de Cruces. Ya me enteraré luego de cómo les fue.

Para mi, lo más increíble de la experiencia, ya que nunca lo había hecho así, es que me fui casi sin comida. Por el apuro del plan solamente me llevé lo que me quedaba de mis geles y otros alimentos de apoyo para mis corridas largas. Al final, como estoy harto de comer esas calorías simples, solamente me comí unos 6 Power Gel Blasts sabor a Kola en un recorrido de casi 80 kilómetros. Mejor dicho, no comí nada. Caminamos 2 horas el lunes por la noche, 14 horas el martes y remamos 8am a 5pm el miércoles. Me dormí con hambre todas las noches, pero al despertarme ya me sentía fresco nuevamente.

El martes en la noche, después de las 14 horas caminando con solamente unos 4 paquetes de 120 calorías, me sentía nauseabundo y cansando. Pero estaba con tanto sueño que me fui a dormir así mismo. El miércoles me desperté fresco como una lechuga listo para remar 40 kilómetros sin parar. Mi cuerpo estaba sacando su alimento del exceso que tenía acumulado alrededor del abdomen. Y creo que tengo suficiente como para seguir por otra semana o dos al mismo ritmo. Parte del truco, creo, es mantener el ritmo suficientemente bajo como para poder recibir las calorías de la grasa acumulada y no tener que usar los carbohidratos acumulados en los músculos. Esos, estoy seguro, me hubiesen fallado como a las 12 horas, sino antes.

Mis compañeros estaban comiendo MREs (Meal Ready to Eat), la ración típica del ejército de Estados Unidos, y a mi no me provocaba comer de esas raciones (además, tampoco me ofrecieron). Pero yo estaba preparado para esa situación y estaba confiado que no tendría ningún problema. De hecho, solamente el teniente de los marines se mantuvo conmigo en la caminata. Los otros dos siempre andaban rezagados y al final del primer día uno estaba muy limado (y sollado entre las piernas además). Estos hombres estaban por la conquista del cruce por que creo que ni gozaron del paisaje espectacular que estábamos atravesando.

Desde hacía muchos años no encontraba tantos árboles caídos en el recorrido. Yo había hecho el cruce de Nombre de Dios a Boquerón en 11 horas y esta vez me tomó 16 horas en total. Tuve que tirar mucho machete para cruzar una docena de árboles caídos. También me toco cruzar un derrumbe que me dejó casi que una pared vertical de unos seis metros de ancho a través del camino. Estaba muy preocupada mientras cruzaba por esa cara de piedra y veía que cualquier desliz me haría caer largo antes de que parara de rodar. Fuera de eso, el camino estaba tan hermoso como siempre. Ya estoy listo para repetirlo una vez más.

viernes, 9 de diciembre de 2011

28km Descalzo

Unas noches atrás me fui descalzo desde El Valle de Antón hasta Las Uvas, en la Interamericana, 28km de asfalto, de noche. No llevaba agua y solamente vestía un pantalón de correr y una camiseta de poliéster. Partí a las 11:00pm y llegué a Las Uvas a las 7:00am, parando a dormir como una hora. No dormí más por que al enfriarme mientras descansaba perdí calor corporal y no me quedo más remedio que reanudar mi peregrinar.

Aprendí varias cosas: a ese ritmo puedo hacer el Ultra Trail de Mont Blanc en 46 horas, dentro del tiempo de corte. Cuando se va lento, 4km por hora, el cuerpo no necesita mucho para mantenerse en movimiento. También, es mejor descansar durante el día, cuando el calor abrasa el cuerpo - durante la noche el frío hace incómodo el descanso.

Mis pies sufrieron muy poco en el trayecto. Al final terminé con una pequeña ampolla en cada pié, en el lado de afuera de cada talón, justo donde hacían contacto con el piso. Yo hubiese pensado que la ampolla debió salir en la parte de atrás del talón, pero estaba equivocado. El agua hizo muy agradable la superficie del asfalto, lo hacía casi sedoso.

Solamente tomé unos sorbos de agua en el camino. Había agua por muchas quebradas, pero, al final, tomé agua que se derramaba de unos tanques de abasto del IDAAN. No tomé mucho por que el chorro que caía era grande y no quería mojarme todo para evitar que me diera más frío. Creo que hubiese podido hacer todo el recorrido sin tomar nada de agua. Un poco más de agua haría más agradable el paseo, pero no era necesaria. Por un breve momento pensé que me iba a descompensar por falta de azúcar, pero el momento de nauseas pasó y pude seguir caminando sin mayor problema.

Voy a volver a hacer este paseo, pero la próxima vez me llevo las Vibram FiveFingers para no correrme el riesgo de cortarme los pies. Al pasar por las cantinas encontraba vidrios por el piso de las botellas que habían roto los borrachos. También me voy a llevar un bastón pequeño para no tener que enfrentarme con los perros de la calle con las manos vacías. Los perros fueron lo más incómodo de la caminata. Varios perros hicieron que se me erizaran los vellos y que la adrenalina me dejará con el corazón palpitando con fuerza. No es agradable tener que hacerle frente a tres perros agresivos a la misma vez. Es fácil asustarlos - sólo hay que levantar la mano como si tuviera una piedra y se alejan. Pero pronto regresan a seguir molestando.

Por último, llevar dinero para el desayuno en Las Uvas es esencial. Cuando llegué a Las Uvas solamente me tomé un vaso de agua mientras esperaba que Lorena, camino a Panamá, me recogiera. Un par de hojaldras con café hubiesen hecho de la espera algo más agradable.

lunes, 21 de noviembre de 2011

El Chichón de Javier

El Chichón de JavierUn nuevo remador ha sido inducido al culto del casco: Javier. Ya se está comprando su nuevo casco, de lujo. Nada como un buen golpe para quedar convencido de lo esencial que es un casco que se pueda ajustar bien a la cabeza, en especial, que cubra bien la frente. Voy a tener más cuidado con los cascos que presto de ahora en adelante...

Javier es la tercera persona que se golpea la frente usando el casco barato que le presto a los remadores que están empezando el deporte y todavía no tienen su equipo completo. Voy a conseguirme un casco de los más protegidos, como de los que usan las empresas  que llevan clientes en balsas. La verdad es que no quisiera que le pasara algo más grave a un kayakero incipiente cuando está bajo mi responsabilidad y ya es claro que ese casco Bell no es apropiado para los ríos.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Hardrock 100

Bueno, envié mi aplicación a esta carrera, por si acaso. Esta carrera es igual de difícil que  el Ultra Trail de Mont Blanc, o, tal vez, aún más difícil. Pero creo que así aprovecho el entrenamiento y mato dos pájaros con la misma piedra. Ya tengo una idea de cómo es el recorrido, tengo los mapas de la carrera, y conozco el lugar de cuando acompañamos a Luis Carlos a participar en esta carrera, como cuadrilla de corredor. Necesitaba tener algo en el plato para ir picando mientras llega UTMB.

El 4 de diciembre es la lotería, y, hasta entonces, esto solamente es una aplicación. Dentro de dos semanas sabré los resultados. Si sigo con mi buena suerte, voy para Silverton a correr por esas montañas tan esplendorosas. ¡Tengo todos los dedos cruzados!

viernes, 11 de noviembre de 2011

Pacora Full House

[caption id="attachment_1901" align="alignright" width="640" caption="El Tapon del Pacora"]El Tapon[/caption]

Ayer nos salió un Full House en el Río Pacora: 3 Jackson y 2 Wavesports. El Río Pacora estaba cristalino y con buen nivel de agua, el cielo estaba algo nublado para protegernos del sol, y los kayakeros estábamos contentos de regresar al río. Hacía un par de meses no remábamos ese río. Entre una cosa y otra se me estaba acabando el año y no había remado mucho hasta ahora. En el río estábamos Javier Feliu, Jose Feliu, Joaquin Gil del Real, Tino Nellos y yo. Javier y Jose estaban aprendiendo a remar, y Tino recordando como remar.

Cuando pasamos por San Miguel me pareció ver el río un poco seco, pero al llegar a La Chapa todos concurrimos que había buen nivel de agua. Lo primero que hicimos después de bajar los botes del auto fue iniciar a Javier y Jose en los detalles del kayak roll. Algo logramos enseñarles, pero era evidente que lograríamos que dejaran de sacar la cabeza antes de enderezar el bote y sus roles estaban fallando. Ese día iban a nadar mucho...

Tino, que tenía como tres años de no remar también había olvidado como ejecutar su roll y después de enderezar su kayak hacía un latigazo con la cabeza que lo regresaba al agua. No hubo forma de que Tino y los demás sacaran la cabeza del agua con delicadeza, así es que decidimos empezar a remar y dejar de perder el tiempo con inducciones ex-témporas a orillas del río. ¡Rumbo al mar, a donde van todos los ríos!

La Moledora se quedó con ganas de triturar la carne fresca que le traíamos, pero mandamos a los jóvenes a caminar este rápido para evitar que se nos acabara la diversión justo cuando iniciábamos. Este rápido ya ha dejado varios viajes interruptos, dislocando hombros y reventando cabezas. El problema es una piedra que está bajo el agua, plantada justo dentro del flujo principal. El que se voltea antes de entrar al rápido la va a pasar mal. Joaquín y yo bajamos La Moledora, yo rebotando por las piedras y Joaquín por todo el centro, dando cátedra de control.

La Paila frió a Tino, quien nadó cuando bajó a la primera piscina y luego quedó en el hueco de la izquierda. Por suerte pudo rescatar su bote antes que la corriente se lo quitara. Había buena agua y las olas en el río permitían buen surf. Como teníamos mucho tiempo por haber llegado temprano al río, aprovechamos todo lo que encontramos para jugar. Jose, que estaba en su primer viaje río abajo, estaba algo retirado del juego - lógicamente, no quería nadar temprano. Después de su primera nadada se le quitaría lo timoroso.

La ola de La Presidencia estaba a un nivel que no nos permitió gozarla. Le faltaba un poco de agua y no podíamos llegarle por que no podíamos pasar los escalones que tiene a los hombros. En el chorro de La Presidencia aproveché para tomar fotos de todos en esa angostura que se presta para buenas fotos. Aquí nadaron todos los que no tenían su rol de combate: Tino, Javier y Jose. Pero, ¡las fotos quedaron buenas!

Estos hermanos Feliu son valientes: cuando llegamos al Tapón, que es un chorro que mete los pelos para adentro, ni chistaron en bajarlo - sin considerar las consecuencias. Nuevamente, el trío dinámico nadó. En El Tornillo volvieron a nadar los jóvenes. Mientras le sacaban el agua a sus kayaks, Joaquín y yo jugamos en las olas del río. En una de esas quede volteado inesperadamente y no sentía que la pala izquierda de mi remo Lendal mordía agua - se había roto mi remo. Hice el rol con el lado bueno y traté de atrapar la pala rota, pero la perdimos en la corriente.

Por suerte, mi auto estaba en la orilla y tenía palas de repuesto para el remo. Me molesta mucho que se haya roto mi remo, pero el repuesto salvó el día y seguimos con la diversión río abajo. Ya van dos veces que se me rompe un componente del Lendal: no muy confiable. Lástima, por que realmente me gusta este remo. Lo que compensa este problema es que solamente tengo que reponer lo que se rompe, en lugar de tener que reponer el remo entero.

La ola de caballo blanco estaba en su punto y pasamos un buen rato jugando en ella. Javier logró sacar varios rol de combate. Estos hermanos va a progresar rápidamente en el río. Como han estado remando cayucos por varios años, van a aprender rápido con los remos de doble pala. Ya para estas alturas de la remada todos los viejos estábamos listos para acabar la diversión. Decidimos llegar hasta el zarzo del Río Indio, pero ya íbamos a tener cinco horas en el río cuando llegáramos allá.

A la hora de salir del río se abrió el cielo y tuvimos que cargar los kayaks al auto bajo la lluvia. Nada del otro mundo, ya estábamos mojados. Por suerte nos tocó el clima ideal a través de toda la remada. Terminé con un hambre que solamente podía pensar en un pollo de la 24 de Diciembre para meterle al pebre.

 

domingo, 6 de noviembre de 2011

Río Chame

Ayer remé el Río Chame junto con Javier Ferliu y Rodrigo Barsallo, ambos primerizos en kayaks de aguas blancas. Por suerte el río tenía un buen nivel de agua y no fue necesario caminar ninguna sección. Le presté mi Jackson Hero a Rodrigo para que no tuviese problemas con un kayak como el Big EZ que había llevado Javier, un kayak de bajo volumen que no es muy apropiado para tener una buena experiencia en la primera remada de aguas blancas por su bajo volumen. Hacía tiempo que no remaba un kayak que no fuera un Jackson y pasé mucho tiempo incómodo dentro del kayak sin poder hacer los pequeños ajustes que permite un Jackson hacer dentro del bote, sentado y en posición de remo.

Rod y Javier la pasaron muy bien y estoy seguro que pronto estarán acompañándonos en otras remadas más exigentes. Espero poder llevarlos a través de la progresión del aprendizaje de remo en aguas blancas sin asustarlos muy temprano. He cometido ese error anteriormente, perdiendo potenciales compañeros de aventura por meterlos en aguas que estaban por encima de su nivel. A veces es difícil mantener la perspectiva de lo intimidante que puede ser el río, aún cuando piense que no hay ningún peligro, no todos van a verlo igual que yo.

Javier, manejando el Wavesport Godzilla que compró recientemente, se pasó luchando por lograr que el bote fuese en linea recta. La progresión del kayak lo tenía enredado y cada tantas paladas quedaba metido en un giro que no deseaba. Al final de la remada Javier cambió a remar el BigEZ que yo estaba remando. El BigEZ, que no tiene nada de Big, fue más fácil de controlar para Javier el Godzilla, pero también le dio guerra cuando procuraba remar en línea recta. ¡Que inmenso se sentía el Godzilla! Y recuerdo cuando el Godzilla era un bote pequeño en comparación con el Perception ARC que yo remaba.

Rod remó el Jackson Hero mío y la pasó muy bien, admirado de cómo el bote lo sacaba de apuro cuando la cosa se ponía difícil. Aún así, Rod nadó varias veces, al igual que Javier. Por suerte ambos salieron completamente ilesos del río, y lo peor que pasó fue que Javier se enterró una espina en el pié cuando camino por la orilla, fuera del kayak que había perdido cuando se volteó en medio de un rápido.

Remamos desde Bajo del Río hasta Cabuya. Nos tomó cuatro horas hacer el recorrido completo. Las últimas veces que había remado el Chame he salido por la finca de Gerardo Solis, acortando la remada en una hora. Como el río tenía buen volumen de agua, la última hora estuvo divertida, más de lo que hubiese estado si el nivel del río fuera menor. El Chame tiene unos árboles espectaculares, y unas galerías muy atractivas que me hacen sentir como si estuviese remando dentro de una catedral viva. Solo faltaban los Jacarandá floreados para coronar el día con color.

Sabíamos que estábamos llegando a Cabuya por que podíamos escuchar la música que retumbaba en el balneario. El plan era que llamaríamos a Naroa, la esposa de Rod, cuando llegáramos al balneario para que nos viniese a recoger. Llegamos con sed a la orilla y el ingenioso de Rod le hizo una buena oferta a un grupo que tenía una hielera llena de cervezas: ¡pinta x dólar! Todos quedamos contentos con cerveza helada para amenizar la espera, que fue poca. Otro buen día en el agua.

 

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Mis Muertos

He estado tomando un par de martinis y recordando muertos. No había caído en cuenta, hasta hace un instante, que hoy es el día de los muertos. Cuando empecé a hilvanar las memorias de las últimas horas, pude darme cuenta claramente que había estado recordando memorias de mis muertos. Creo que todo comenzó por que fui a buscar unos  kayaks donde Daisy, que eran de su difunto esposo, y ella (y yo) nos pusimos triste en un momento dado al pensar en lo que ambos habíamos perdido.

Yo nunca menciono a los muertos, como si fuera un bosquímano, o un Navajo, y sencillamente pienso en el momento en que me una con mis viejos amigos.Este mundo es de los vivos, y los muertos nos pueden esperar. Mi primer gran muerto fue mi abuelo, a quien vi morir mientras exhalaba su último aliento y yo le sostenía su mano, hace más de 30 años. En el tiempo que ha pasado he perdido muchas otras personas allegadas a mi, algunas jóvenes, otras mayores, y siempre he reaccionado igual. Recuerdo la gran tranquilidad que sentí cuando murió mi abuelo, y casi que lo pude sentir cuando hizo su transición al más allá.

Yo no busco morirme en ningún momento cercano, pero estoy claro que vivo mi vida sin preocupaciones por el momento en que llegue a su fin. No creo que haya nada más allá de esta vida que estoy experimentando, y eso está bien conmigo. Y por eso siempre vivo en el presente: el pasado es un cheque cancelado y el futuro es una nota promisoria, pero el valor está en el ahora. Procuro no perder tiempo ahora pensando en lo que pudo ser, ni en lo que podrá pasar.

Esto no quiere decir que no cuide el presente. Yo estoy entrenado en las mil y una técnicas para salir adelante en casi cualquier instancia: soy buzo de rescate, tengo mi certificado de RCP (necesito re-validarlo), he leído muchos libros de supervivencia, primeros auxilios, rescate, y temas relacionados. Yo cuido mi vida, y la de quienes me rodean. Pero, igual arriesgo mi vida despreocupadamente, el día que me toque estoy seguro que será por las causas más triviales que me pueda imaginar.

Entre mis muertos tengo amigos que se han caído del cielo en aviones y helicópteros, han sido atropellados, se han quitado la vida por sus propias manos, uno fue abaleado, otros se fueron por cáncer, uno se ahogó, a otro le dio una congestión intestinal, varios se accidentaron en autos. Hay mil formas en que se puede perder la vida. Pero hay una sola manera de vivir la vida: con el pedal hasta el fondo, todos los cilindros tronando, dejando el cuero en la carretera. ¡Feliz día de los muertos!

lunes, 31 de octubre de 2011

Reunión de Flota 2011

[caption id="attachment_1874" align="alignleft" width="300" caption="Los Remeros"][/caption]

Parece mentira que ya han pasado 3 años desde nuestra última Reunión de Flota, pero finalmente logramos volver a reunir a una buena parte de nuestra comunidad de remeros en el Río Mamoní. Faltó la mayoría de los remeros de aguas blancas que estaban en otras actividades este fin de semana, pero fueron reemplazados por una participación grande de nuevos aficionados. Rodrigo Barsallo, su esposa Naroa y Lucho Hoque trajeron 5 kayaks dobles en un remolque y fueron el lote más grande de la remada, seguidos por el grupo que trajo Ivan Herrera.

El Hash, siempre listo para reunirse, fue el grupo más grande de nuestra flota. Casi todos los veteranos participaron, como Hildegar, Teresa, Tony, Popo, Mel, y hasta Sjef vino en esta ocasión con su nuevo kayak (y casi pierde su sombrero al voltearse en el primer rápido). De parte del Hash también llego un grupo de los nuevos corredores, mezclado con otros veteranos que hasta ahora no se habían metido al agua, entre ellos estaban Walter, el Gallo, Scott, Aracelly, Ana María y otros.

El bote más común fueron los sit-on-tops de Ocean Kayak, que ahora están siendo traídos a Panamá por Supro. Hubo toda clase de embarcaciones: canoas, sit-on-tops, kayaks de turismo, kayaks de aguas blancas y botes inflables. El bote más grande fue la canoa Old Town de 20 piés que trajo Roger (con 4 pasajeros), y el más pequeño fue el Jackson Little Hero que remó mi hijo Irving. Hubiese querido tomarle fotos a Irving en su kayak, pero en cuanto se metió al río se me perdió, totalmente emancipado y en control de su propia embarcación.

Los Feliu, Pablo y su amigo (venezolanos) pronto estarán remando en aguas más turbulentas. Jose y Javier Feliu vienen de remar cayucos en el Ocean to Ocean y están interesados en continuar sus actividades de remo a través del año. Siempre me he preguntado por qué todos esos remeros de cayuco no se interesan por otros tipos de embarcaciones para poder remar más frecuentemente.

La salida del río este año fue por el matadero de Chepo y, aun que acorta el viaje apropiadamente, es un lugar cochino para sacar los botes. Tengo que ir a buscar un lugar más apropiado para salir del agua en la próxima reunión de flota. Tal vez el Río Boquerón puede ser más apropiado, y me ahorro la rabia que casi me causa un policía idiota en el reten del Mida de Chepo, que quería mi "permiso del Alcalde" para llevar toda esa gente al río. Verdaderamente que deberían educar mejor a esos pobres hombres en lo que realmente consiste su trabajo, que definitivamente no es pedir licencias y joder la paciencia.

Lastimosamente CREMA (Club de Remos Marisco Asustao) no se hizo presente en esta remada. Robert y Andrés estaban de viaje, y Joaquín se fue a pedalear con Jordi en Iñaki. Yo creo que con un poco de planeamiento previo podríamos hacer una Reunión de Flota con 40 botes para el 2012. Entre los botes de Javier Romero, Ian Sánchez y Annie Young, fácilmente reunimos una docena adicional y pasamos de 40 botes.

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sábado, 29 de octubre de 2011

Hokas

[caption id="attachment_1857" align="alignleft" width="300" caption="X-talon y Mafate"]X-talon y Mafate[/caption]

Ahora que he estado usando las Hoka Mafate ya tengo algo que contar. Las Hokas están excelentes y cumplen con su objetivo, en mi caso, hacer cómoda la corrida. Me complican un poco cuando el terreno es muy técnico porque son grandes, verdaderamente grandes. Son mucho más livianas de lo que parecen, pero no se acercan a las Inov-8 en peso.

Las Hoka usan una espuma parecida a la de las Crocs, muy liviana y esponjosa. Casi que se siente como tener un resorte bajo los piés. Otra cosa que es notable inmediatamente es que están formadas como una mecedora y se siente la curva pronunciada que tienen: el pié rueda solito, especialmente loma abajo. En los descensos estás zapatillas permiten darle con todo porque absorben el impacto de manera excepcional, especialmente en comparación con las X-Talon.

En terreno técnico, cuando uno corre campo traviesa, entre troncos y ramas, o con piedras grandes, hacen complicado el salvar los obstáculos. El tamaño de la zapatilla hace difícil juzgar bien cuanto hay que levantar el pié para salvar troncos y raíces. Tambíen hay que estar pilas con las piedras grandes por que son como tener tacones altos y pueden causar una torcedura si uno no reacciona rápido cuando el tobilla inicia su rotación.

Aun que las Hoka son altas, tienen poca diferencia entre el talón y la bola del pié, promoviendo una caída neutral. Además, la forma de mecedora permite que el pié rote hacia adelante en cuanto comienza el contacto con el suelo. El pié está recedio dentro de la suela y queda muy bien protegido contra las piedras que se puedan patear en el camino. Voy a correr Javelina Jundred con las Hokas para ver como me va. Posiblemente pueda terminar la carrera con el mismo par de zapatillas con que inicio, y tal vez salve mis uñas.

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jueves, 6 de octubre de 2011

Hoka One One Mafate

[caption id="attachment_1846" align="alignleft" width="500" caption="Hoka One One Mafate"]Hoka One One Mafate[/caption]

Tengo un caso de angustia extrema ocasionado por Air Facility. Después de El Valle Trail Race quedé con la planta de los piés algo adolorida por usar mis zapatillas minimalistas Inov-8 X-Talon 235. Creo que ya venían algo resentidas de otros eventos anteriores, pero las piedras de El Valle me hicieron dudar de continuar mi ruta minimalista hacia una zapatilla aún más liviana, como la nueva 195 que se compraron Daniel y Carlitos (y que yo también quería).

Ahora que ya casi he gastado mi par de zapatillas de trillos me decidí a reemplazar mi zapatilla por la Mafate. De allí viene mi angustia: las zapatillas ya tienen más de 10 días de estar en Panamá y nadie me puede decir cuando me las van a entregar. Normalmente no me preocuparía, pero quiero usar estas zapatillas para Javelina Jundred en noviembre. Pero ahora estoy con la preocupación de que no me las entreguen a tiempo.

Actualización: ¡llegaron! Son masivas, espumosas, y me desconectan completamente del suelo. Después de estar acostumbrado a sentir que hay debajo de mis pies, con estas bestias no siento nada. Además, ruedan. Mi pie no se dobla en los meta-tarsos, rueda todo junto sobre la mecedora que forma la suela. Muy interesantes... Este fin de semana me voy a pasar corriendo el "Ballbuster"  y el "Ballbruiser" del InterAmericas Hash en Savannah, Georgia.

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lunes, 3 de octubre de 2011

Gamboa 21km 2011

Estoy impresionado por la participación que hubo en Gamboa este domingo. En los resultado aparece que terminaron 135 hombre y 179 mujeres. Esto es aún más increíble que la cantidad de personas que corrieron: más mujeres que hombres. Me alegra mucho ver que las mujeres han salido en masa a correr. Por mi parte, disfruté mucho la corrida a pesar de que me salió una molestia como en el kilómetro 8 y casi me retiro.

Iba corriendo y conversando con Federico Bravo, que terminó en 1:40, cuando sentí el tirón en la pantorrilla derecha. Este músculo me ha estado molestando con frecuencia desde hace más de un año. Casi me retiro, inicié la caminata de vuelta a la meta y me arrepentí. Aún no me he retirado de una carrera y ya estaba llegando a la mitad, caminando acababa.

Al final me alegra haber continuado: terminé en 1:48:39, mejor que el año pasado cuando también me estaba molestando el mismo músculo. Esa pantorrilla me permite correr suave, pero me lastima cuando paso de 5min/km. No se qué hacer con ese músculo, corro más, menos, descanso... ¿Qué hago?

Ahora mismo no me queda otra que correr. Tengo Javelina Jundred en un mes y necesito todo el fondo del mundo, nada de descanso, que es lo que he estado haciendo desde El Valle Trail Race. Y he estado descansando para ver si se arregla esa pantorrilla.

Esta carrera de Gamboa estaba patrocinada por Asics, pero Fila debió haber sido el patrocinador: había fila para recoger el chip, fila para pasar el puente de Gamboa, y fila para salir de Gamboa. Por lo demás, la carrera fue un éxito rotundo y todos se veían muy contentos (excepto los que se quejaban por que corrieron los últimos 5km sin agua).

Yo estaba tomando antibióticos así es que *solamente* me tomé un par de Heineken de un media docena que había llevado para compartir. Me alegra que corrimos bajo la lluvia porque salimos más de media hora tarde por la fila que había para llegar a la meta. La lluvia perduró hasta después de la carrera, pero ya era solamente un ligero bajareque. El resto las compartí con el Hash, que en esta ocasión no logró agregarse después de la carrera (no se qué pasó).

jueves, 29 de septiembre de 2011

20 Ríos

[caption id="attachment_1834" align="alignright" width="584" caption="Chorros del Grande"]Parte Alta del Río Grande[/caption]

Ya están aquí las lluvias. Es temporada de remar. Ayer regresé manejando de Chiriquí y todos los río estaban hinchados con agua. Ojalá logremos aprovechar lo que queda de la temporada de lluvias. Tan solo hemos remado, al menos yo, 2 veces desde que iniciaron las lluvias. A continuación un lista de ríos para ver cuantos completo antes que deje de llover:

  1. Pacora, Panamá

  2. Mamoní, Panamá

  3. Boquerón, Panamá

  4. Chame, Panamá

  5. Chagres, Panamá

  6. Grande, Coclé

  7. Santa María, Veraguas

  8. Gatú, Veraguas,

  9. San Juan, Veraguas

  10. San Pablo, Veraguas,

  11. Tabasará, Chiriquí

  12. Chiriquí, Chiriquí

  13. Chiriquí Viejo, Chiriquí

  14. Ipetí, Panamá

  15. Chucunaque y Tuira, Darién

  16. Risacua, Chiriquí

  17. Coclé del Norte, Coclé

  18. Teriá e Indio, Panamá y Colón

  19. Gatún, Colón

  20. Zaratí, Coclé

20 Caminatas

[caption id="attachment_1829" align="aligncenter" width="584"]Sendero Las Brujas Las Brujas[/caption]

Este año he caminado muy poco. Me la he pasado corriendo. Nunca pensé que correr ultras podría absorberme tanto. Lo peor del caso es que no creo que ya pueda cambiar mucho lo que voy a terminar haciendo este año. Por eso he decido hacer una pequeña lista de caminatas para recordar y agendar en mi lista a corto plazo.



  1. Río Boquerón (mi favorita)

  2. Río Indio (anual, nunca falla)

  3. Sendero Las Brujas, Coclé

  4. Sendero Los Quetzales, Chiriquí

  5. Peñas Blancas, Panamá

  6. La Encantada, Panamá

  7. Trans-Darién, San Blas y Darién

  8. Mamoní a Cartí, Panamá y San Blas

  9. Boca de Cupe a Cana, Darién

  10. Bajo de Mono a Punta Robalo, Chiriquí y Bocas del Toro

  11. Subir Cerro Bruja, Colón

  12. Volcán Barú, Chiriqí

  13. Camino Los Quetzales, Chiriquí

  14. Río Piedras, Colón

  15. Trans-Panamá, Panamá

  16. Madroño a Cangandí, Panamá y San Blas

  17. Río Cascajal, Panamá y Colón

  18. El Copecito a Limón, Parque Omar Torrijos, Coclé

  19. Cerro Brewster, Camino de Francis Drake

  20. Río Diablo, Panamá y San Blas


Tomaría 10 años completar esta lista con dos caminatas al año. Muchas de estás caminatas las hice antes de tener está bitácora y solamente tengo fotos de las viejas. Quiero repetirlas todas, y varias nuevas. Tengo más en mente, pero me falta tiempo.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Cerro Brewster

[caption id="attachment_1822" align="alignleft" width="300" caption="Camino Cangandí - Cerro Azul"]Camino Cangandí - Cerro Azul[/caption]

¿Has ido a Cerro Brewster? Así, con una pregunta inocua, comienzan las aventuras que me gustan. "No" le respondí a Caleb, "pero me encantaría ir". Desde hace años esa cumbre ha estado en mi lista de lugares que visitar. Está fuera de los mapas, no hay caminos que te llevan a ese lugar, y, posiblemente, fue visitado por Sir Francis Drake hace mucho tiempo. Todos los elementos apuntan a una excelente caminata.

Luego de consultar los mapas aledaños encontré que puedo matar varios pájaros con una sola piedra. He estado intrigado por un sendero que aparece en el mapa de Río Mandinga. El sendero parte de Cangandí, en San Blas, y termina al borde del mapa, bajo, las nubes, con una nota que dice "Cerro Azul: 5km". El sendero asciende el Río Cangandí hasta un punto donde se monta en una fila que sigue hasta la División Continental y continua, en teoría, hasta Cerro Azul. Parte de este sendero forma parte del límite del Parque Nacional Chagres y la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá.

Los mapas que cubren Cerro Brewster no existen en el Tommy Guardia. Hasta el día de hoy, nunca han sido elaborados. Hay unos mapas digitales elaborados por un estudiante de cartografía y que son usados por la Autoridad del Canal. Pero estos mapas no están a disposición pública, desafortunadamente. Las curvas de elevación del área sin mapear se pueden ver en varios programas como Google Maps en el Internet, pero no tienen detalle ni nombres de lugares. Cerro Brewster está perdido en las nubes. Esto lo hace atractivo para una mini-aventura, para "salirnos del mapa".

 

lunes, 19 de septiembre de 2011

Ahogado en Taboga

Este fin de semana pasamos un agradable fin de semana en Taboga. Pasamos buen rato buceando en Super Secret y la baja de San Joaquín, junto con mis ahijados Tino y Quique. El sábado en la tarde el agua estaba excelente, y el domingo estaba aún mejor. Lástima que el domingo no pudimos salir tan temprano como quería, pero igual salimos.

Estaba fuera de práctica por que tenía meses de no bucear. Creo que el bigote me estaba dando problemas con el sello de las máscaras. Probé varias de mis máscaras y ninguna me dejaba bucear tranquilo. Finalmente Jorge me prestó una Sporasub Mystic que me dió menos problemas que las otras que tenía. Pero, aún así la máscara dejaba entrar agua poco a poco y al final de inmersión tenía más agua de la cuenta dentro de la máscara.

Bajar antes era una cosa sencilla para mi, pero ahora tenía que trabajar todos los pequeños detalles necesarios para hacer una buena inmersión de apnea. Estaba forzado a usar mi mano en la nariz para poder forzar aire a mis oídos internos y ecualizar la máscara. Esto me forzaba a luego tener que echar aire de más en la máscara para mantener su ecualización. Al final, cuando llegaba al fondo ya estaba con las palpitaciones elevadas, nada relajado. Y entre cada bajada tenía que tomarme un descanso prolongado en la superficie.

Mis sobrinos bajaban y bajaban. Pero nunca llegaban con calma a esperar su presa y el sábado se fueron en blanco. Yo casi fallo el primer pargo que tiré. Desafortunadamente se me escapó de las manos llegando al bote. Si lo hubiese visto bien tirado lo habría dejado en la varilla hasta que lo sacaran arriba, pero no quise darle oportunidad a desgarrarse y le metí la mano en la agalla. Llegando al bote el pargo dio unas aleteadas y se me salió de las manos. ¡Lástima! El próximo si quedó bien ensartado. La verdad es que el arpón Omer HF 100 es super preciso.

El domingo en la mañana, en la baja de San Joaquín la corriente estaba fuerte y no encontraba la piedra. Por suerte había mucha sierra, que normalmente no me preocupo en tirar. Pero como Jorge Enrique había fallado unas, decidí ver si todavía tenía buena puntería. La próxima vez que se nos acercó un grupo de sierras escogí la más apropiada, apunté con calma, y ¡zaz! la varilla la atravesó justo en el punto al que apunté. Hacía tiempo no tiraba una sierra: mi arpón de guerra anterior es un Island 130mm de tres ligas y solamente lo descargaba por una presa que valiera la pena.

Ahora, con el Omer HF 100 de una liga puedo tirar lo que se me antoje sin el remordimiento de tener que volver a montar las 3 ligas en el varillón de 5/8". Además es mucho más fácil de maniobrar este arpón que el monstruo anterior. También, ahora no hay tanto pez grande en el agua y no justifica cargar un cañón para tirar peces de 5 libras.

La baja de la Teta de Taboga estaba llena de ballenas que no pudimos ver, pero se escuchaba el coro. En realidad toda la mañana estuvimos escuchando el canto de los cetáceos mientras estábamos en el agua. Luego nos contaron unos amigos que vieron varias ballenas mientras pescaban. Nosotros, dentro del agua, no vimos ninguna.

Valladolid estaba preciosa y llena de pargos. Todos sacamos pargos en ese peñón. Pero pronto fue entrando la corriente y el sucio y se nos acabó la diversión. Hubiésemos pescado mucho más empezando temprano, pero los viejos estaban engomados de la noche anterior. Yo, por suerte, me acosté temprano con con la esperanza de madrugar en el agua buscando el almuerzo con los sobrinos.

Por desgracia, de vuelta en Taboga, nos enteramos que otro buzo se había ahogado entre Taboga y Urabá. Aparentemente trancó un pescado y se le encuevo. Cuando regresó por su varilla perdió la vida, no salió más nunca del agua. En la tarde, cuando regresábamos a Panamá supimos que ya habían rescatado su cuerpo sin vida. Siempre hay riesgo cuando se entra en el agua. Hacer apnea es, definitivamente, un deporte peligroso.

jueves, 15 de septiembre de 2011

El Valle Trail 50km

[caption id="attachment_1803" align="aligncenter" width="584" caption="Ruta 21km"][/caption]

Después de la carrera de este fin de semana he quedado pensando sobre maneras de marcar el sendero de la carrera. Hace años pensamos en promover un sendero como el  Trans-Panama para lo que era la Asociación de Turismo Ecológico usando un esquema como el de "Adopta tu hectárea" y lo llamamos el "Kilómetro Ecológico". El proyecto jamás despego, pero sigo pensando que algo así sería factible para marcar de manera permanente la ruta de la carrera.

La ruta de El Valle Trail Race (EVTR) se presta para ser recorrida por secciones y vale la pena que quede marcada permanentemente para que todos la puedan recorrer cuando quieran, ya sea para entrenar, o para relajarse con la familia. Toda la ruta también puede recorrerse en bicicleta, aun que hay que tener un cierto grado de habilidad para hacer el recorrido completo en bicicleta. La Piedra Pintada es de las pocas partes que no he recorrido en bicicleta.

Sería fantástico encontrar patrocinadores para señalizar la ruta de la carrera y agregar variantes para tener todo un rango de distancias. De una vez podemos tener recorridos de 10, 15, 21, 30 y 50km que sirven para excursiones de un día y para travesías un poco más largas pernoctando. También permite que más gente se anime a visitar El Valle para hacer ultra fondos de entrenamiento para todo tipo de carreras.

Yo encuentro mucho más agradable correr por senderos que por la calle. Por suerte tengo la facilidad de visitar El Valle frecuentemente y aprovechar los senderos que están a disposición permanentemente. La mayoría de la gente no los conoce y no pueden fácilmente planear salidas para entrenar o relajarse al aire libre. Para muchos sería necesario un guía, pero esto no es muy factible para salir a correr como entrenamiento.

Opciones para marcar:

  • Tachuelas reflectivas: 

  • Cintas reflectivas 

  • Tachuelas reflectivas 3D 

  • Tiras reflectivas 

  • Pintura 

  • Otras Opciones


Tal vez las marcas de pintura de aceite, aplicadas con brocha, sean un buen inicio. Cerca de las carreras podemos poner las marcas reflectivas y luego recogerlas para volver a usarlas en otras rutas, o carreras. Me interesan mucho las reflectivas por que nos permitirían correr de noche, con linternas. Es muy divertido correr de noche, y es fresco. Caminar de noche por los senderos de El Valle, durante la luna llena, es espectacular, especialmente en el verano.

martes, 13 de septiembre de 2011

El Valle Trail Race 2011 Terminada

[caption id="attachment_1799" align="aligncenter" width="584" caption="Los Valientes de 50km"]Partida[/caption]

¡Sobreviví El Valle Trail Race una vez más! Ahora si fue una bona fide ultra. A Daniel su reloj le marcó 49.82km, y a Carlitos le salió 50.1km. La próxima vez corremos la partida un poco más hacia atrás para estar seguros que nadie se quede corto en kilometraje. El clima que nos tocó no pudo ser más apropiado: nublado y fresco. Lástima que muchas vistas se perdieron en las nubes, pero eso era preferible a chamuscarse bajo un sol abrasador (cómo fue el del día siguiente en El Valle).

A mi me fue muy bien en la carrera, aun que no logré hacer el tiempo que me propuse. Al final, me quedé corto en el entrenamiento. El corazón me limitó al final de mi carrera. Al principio quedé con Luis Mou, Mylene Benalzacazar, Luis Carlos Escárraga y Carlos Gordon. Los rápidos del clan nos dejaron atrás. En la bajada de La Silla me alcancé a Carlitos Rettally que se quejaba que el sendero estaba muy resbaloso. Pero una vez que llegamos a la parte plana apretó el paso y más nunca lo volví a ver. Carlitos terminó en 7:22:55, ¡impresionante!

Luis Carlos se quedó atrás en la bajada y no lo volví a ver más, pero Mylene, que también se había rezagado nos alcanzó. Mylene, Carlos Gordon y Luis Mou corrimos juntos la mayoría de los primero 30km. Justo después del giro hacia El Roble nos encontramos con los punteros de la carrera de 21km: el vallero Valentín Gil llevaba unos 100 metros por delante de Pedro Cordovéz. Desde ese punto hasta El Macancito nos estuvimos cruzando con los corredores de los 21km, muy divertido resultó ese plan.

Me alegró ver que las marcas que pusimos para la carrera estaban resultando. Aun que hubo gente que se perdió, la gran mayoría logró seguir la ruta sin problemas. En La Silla habían 5 libras de cal en el piso, y, aún así hubo quienes se extraviaron. Me extraño escuchar que Iris Regalado se fuera de regreso a El Valle por la ruta de los 21km por que ella y yo habíamos hecho el recorrido de El Macancito a Cabuya de regreso a El Valle por el Cariguana. A través de todo el tramo de regreso a El Valle, Luis Mou corría como liebre las bajadas y luego yo me lo alcanzaba en las subidas. Mylene venía justo atrás nuestro. Carlos Gordon se quedó atrás en esta sección y no lo vi más.

Después que giramos en Cabuya para regresar a El Valle, nos alcanzamos a Jake Moriarty en la subida. Estaba estirándose para  quitarse unos calambres. Subimos juntos hasta coronar el Cariguana. Mylene se nos quedó atrás en la bajada y llegando a El Valle nos alcanzamos a Javier González, que estaba caminando. Luis y yo llegamos juntos al Cool Zone de los 30km, seguidos de cerca por Javier y Jake. Mylene llegó a la estación de ayuda justo cuando yo iba saliendo. Al poco rato me alcanzaron todos menos Mylene.

Corrimos juntos la India Dormida, que también estaba muy bien marcada con cintas y pintura. Hubo un lugar donde Javier, que se nos había adelantado, tuvo un momento de confusión, pero yo lo llamé y seguimos por el recorrido correcto. Justo cuando iniciamos la bajada de La India tenía las zapatillas algo flojas y me estaba lastimando las uñas. Cuando llegamos a la Quebrada La Pintada yo paré para apretarme las zapatillas y el lote me dejó atrás. Ya no los volvería a ver más. Jake me sacó más de una hora en lo que faltaba del recorrido, que buen desempeño al final de su carrera.

Cuando inicié mi bajada de La India Dormida, rumbo a La Pintada, sentí que se me estaba aflojando el estómago. Por suerte pude aprovechar loa baños que hay en la entrada a La Piedra Pintada y fui, cómodamente, a los baños que tienen allí. Por 25 centavos me pareció que compré un trono. Ya para este momento veía muy difícil que lograra mi meta de 7:59:50 para la carrera y decidí aflojar mi paso. Ya mis pulsaciones se me habían elevado y los músculos intercostales estaban pidiendo un descanso.

En la subida a La Mesa me alcanzaron mis sobrinos y me brindaron una pinta. ¡Gloria! Me tomé un descanso conversando con ellos mientras me tomaba mi cerveza. Me dijeron que no venía nadie ni cerca de mi. Ya mi posición en la carrera estaba definida. Solamente me quedaba llegar a La Mesa, a un par de kilómetros y pronto iniciaría el descenso a La Meta. Estaba en la etapa de soledad de mi carrera.

Cuando pasé por la casa de mi Tío Dicky pegué un silbido y recibí apoyo de los tíos y primos que estaban por allí. Ya pronto llegaría a la última estación de apoyo, a 5km de la meta. En principio, nada iba a detenerme a menos que sufriera un accidente en lo que quedaba de la carrera. Venía una de las partes más hermosas del recorrido: Los Berrales y el sendero de Los Arboles Cuadrados. Llegando a la meta escuché cuando estaban premiando a los ganadores de los 50km.

Cuando llegué al Hotel Campestre me encontré con todo el Hash que estaba esperando a sus miembros. Yo crucé mi meta contento y me fui a buscar una cerveza fría. Pronto me encontre con Walther Carreño y Tino, que venían con una cerveza para mi. Había terminado mi carrera y podía iniciar la hidratación.

Acabo de pedirme un par de Hoka Mafates por que mis Inov-8 resultaron un poco minimalistas para un recorrido de 50km por El Valle. Ni Javelina, ni Western States me habían hecho considerar una prueba de las Mafate que había visto en los pies de Karl Meltzer en Hard Rock 100. En un par de semanas voy a estar probando las zapatillas más acolchonadas del mundo. Lo más probable es que termine corriendo Javelina Jundred con mis nuevas zapatillas, ya le tocaba la jubilación a las X-Talon 212.

viernes, 9 de septiembre de 2011

El Valle 50km

[caption id="attachment_1793" align="aligncenter" width="584" caption="Perspectiva 50km"]Perspectiva 50km[/caption]

Este domingo me toca tomar de mi propio chocolate: El Valle Trail Race 50km. Ahora mismo es un poco tarde, pero estoy experimentando preocupaciones al respecto. He tomado muy a la ligera esta carrera, corriendo solamente los fines de semana marcando y revisando el recorrido, y en el Hash los lunes. Por supuesto, ahora estoy preocupado. No de terminar, caminando llego, pero quiero hacer 8 horas. Ese es el mismo tiempo que hice el año anterior en 45 kilómetros.

El año pasado, con todo y que la carrera era exigente, el desnivel total era solamente 1,890 metros, y la pendiente promedio era 7%. Este año el desnivel es de 2,188 metros y la pendiente promedio es de 8%. Entonces, razonablemente, no veo por qué pretender hacer el mismo tiempo este año en una carrera más larga y más difícil que la del año anterior. Pero yo creo que el trayecto de este año permite correr más que el recorrido del año anterior. Este año hay pocos tramos tan técnicos como los del 2010, y por eso tengo que hacer mejor tiempo. En parte mi predicción la baso en Miwok 100.

Miwok 100 tiene 3,484 metros de desnivel en 100km, proporcionalmente menos que El Valle 2011. Pero en esa carrera yo hice 15:59 en un recorrido de 100km. ¿Cómo no voy a poder hacer 8 horas en un recorrido de la mitad de esa distancia? Por eso es que tengo miedo escénico: quiero correr bien esta carrera, y no estoy seguro de poder aguantar el ritmo que quiero llevar.

Con Daniel Brostella y otros amigos, hemos estado promediando, consistentemente, 3.5 horas cada 21km corriendo relajadamente, a ritmo cómodo. De esta experiencia es que llego a la conclusión de 8 horas para EVTR 2011, de las prácticas y Miwok 100km. Listo, voy a hacer 8 horas, no hay cuartel.

Mi equipo: una botella de 21oz. en la mano, otra botella de 21oz. en el cinto, Inov8 X-Talon 212 en los piés, medias Injinji "toe-socks", y un gel energético cada 30 minutos (8 geles para los primeros 30km, y 5 geles para los últimos 20km). Contra el calor llevo un pañuelo con hielo alrededor del cuello, hecho a la medida basándome en el diseño del pañuelo Western States 100, un pañuelo de algodón cosido en triángulo con hueco en las puntas para meter el hielo. Ese pañuelo funciona a las mil maravillas.

La estrategia: correr las bajadas y lo plano, caminar todas las subidas. Lo principal en estas carreras es moverse siempre. Para terminar cualquier ultra hay que estar resuelto a mantenerse tenazmente en movimiento.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Fórmula para 100kms

Según la fórmula a continuación, la variable más importante para completar 100km es la velocidad a la que se entrena:

100 km race time (minutes) = 1,085.6 – 36.26 x (training speed in km/h) - 1.43 x (weekly training volume, km/week) + 2.50 x (age, in years)

Mi edad actual, 50 años, es un factor importante versus los jóvenes, y el volumen de entrenamiento semanal puede hacer hasta un par de horas de diferencia. Este es el estudio: Knechtle(2010)Predictor_variables_for_a_100-km_race_time_in_male_ultra-marathoners

Listo para El Valle

[caption id="attachment_1780" align="alignleft" width="225" caption="Marcando La Silla"]Marcando La Silla[/caption]

He pasado rato sin escribir en este sitio. En parte esto ha sido por que he tenido un enfoque singular en El Valle Trail Race. Todos los fines de semana de los últimos meses he estado en El Valle recorriendo los senderos que vamos a correr este 11 de septiembre en El Valle Trail Race 2011. Estoy satisfecho con la ruta de la carrera y no tengo dudas que todos quedarán contentos con esa carrera. Me ha dado mucha satisfacción compartir las corridas con buenos amigos disfrutando de tiempo al aire libre.

Espero que el clima nos acompañe el fin de semana de la carrera. Este fin de semana el cielo estaba completamente despejado y el sol nos calcinó temprano. Cuando estábamos saliendo por el Hotel Campestre, como a las 11:00am, ya se veía que se estaba formando un temporal sobre La India Dormida. Habíamos pensado en armar una ruta alterna por si esto pasaba, pero, al final, no he definido nada al respecto.

Otras ideas han comenzado a ocupar mi mente a medida que el evento del fin de semana iba tomando forma y requería menos atención. Un proyecto que puede mantenerme ocupado es el InterAmericas Hash 2013 si Panamá se gana la venia para ese año. Eso me dará una buena razón para seguir recorriendo los senderos entre El Valle y las playas en busca de los mejores recorridos para marcar Hashes el fin de semana del evento. Me vuela la mente pensando en tener un millar de corredores en nuestros senderos disfrutando del terreno que tenemos para ofrecer.

Todo esta corredera me acerca, poco a poco, a Javelina Jundred en noviembre. Voy a correr esa carrera, por segunda vez, junto con me hermana Rogelio. Rogelio necesita esa carrera para tener los puntos para poder participar en el Ultra Trail du Montblanc 2012, la carrera de montaña más grande de Europa. Este año Killian Jornet se ganó la carrera por tercera vez consecutiva. ¡Qué bárbaro es ese jóven! Se está formando un grupo grande de corredores panameños que están contemplando participar en UTMB este año que viene: Luis Carlos Stoute, Roger Bennet y yo en la versión de 170km, y Carlos Rettally y Fernando Revuelta en alguna de las carreras más cortas.

Ahora que la distancia de 160 kilómetros no es un misterio, quiero ver cuanto más puedo esforzarme para mejorar mi tiempo. El año pasado corrí Javelina en 28:46:53 y este año quiero acercar ese tiempo a las 24 horas. Creo que para mi es imposible llegar a correr 100 millas en menos de un día, pero es una meta que vale la pena perseguir por que me sirve de moticación para esforzarme a buscar ser más rápido. Ya he conseguido la tenacidad para poder completar la distancia sin reventar, ahora quiero subir un escalón más buscando mantener un mejor ritmo por más tiempo.

Esto es importante para poder completar una carrera como Mont Blanc. Aún cuando Mont Blanc tiene 46 horas de corte, el terreno es muy difícil. Proporcionalmente a El Valle, la carrera es igual de difícil, pero tiene mucho más altura y el clima es brutal. El Valle tiene 2,000 metros de desnivel en 50km, y UTMB tiene 10,000 metros de desnivel en 170km. El Valle es caliente y UTMB es frío, Si la carrera de El Valle la hago 4 veces, solamente llegaría a 8,000 metros de desnivel en 200km. ¡Wow!

Bueno, ya tengo listo el campo de entrenamiento para Mont Blanc. EVTR 50km x2, intervalos de 21km, repeticiones de ascensos por La India, el Cariguana, La Silla, Y subidas al Gaital. Ya solamente faltan 360 días para UTMB 2012. ¡Super!

lunes, 25 de julio de 2011

La Silla, El Roble y El Macano

Este sábado me fui a correr la ruta de los 21km de El Valle Trail Race con Daniel Brostella, Iñaki Lasa y José Orillac. Partimos a las 6:30am hacia La Silla, subiendo por el sendero de las curvas que se mete por detrás del Centro Comercial El Valle y sale a la parada de bus al inicio del descenso a El Valle. La inteción era correr La Silla primero para marcar ese sendero en el GPS y poder confirmar la ruta que tenía trazada para los 50km.

El día estaba excelente para nuestro propósito con una capa de nubes que nos quitaba el resplandor del sol y nos mantenía la temperatura agradable. El principio de la carrera es bajo árboles, pero cuando se pasa a La Silla no hay una sola sombra en el cerro. Por suerte no había llovido mucho en los días anteriores a nuestro recorrido por que los senderos de La Silla no estaban resbalosos y pudimos correr con confianza. El aire estaba limpio y mientras corríamos pudimos gozar de las expansivas vistas del Pacífico: Otoque, Boná y Estiva se veían claramente frente a Punta Chame.

El sendero de La Silla es excelente para correr: su superficie es de arcilla dura, sin rocas. Si uno sufre de vértigo esta corrida puede ser incómoda porque en algunos segmentos se corre transversalmente en una ladera muy empinada. Si uno llegara a caerse podría rodar un buen rato loma abajo. No creo que nada grave le suceda al que se caiga por que la hierba es frondosa y el terreno es suave, pero el vértigo le quita el juicio a la gente que sufre de ese problema.

Todos estábamos corriendo cómodamente, en especial mis compañeros. Cómo todos son más rápidos que yo, ellos estaban frescos y yo iba tratando de mantenerme a un buen ritmo sin quemarme en la subida a La Silla. La bajada hacia El Limón va a ser una de las mejores partes de los 21km y los 50km. En El Limón me tomó un par de vueltas para encontrar el sendero por donde quería continuar ya que hay varias opciones, al menos 3 opciones por donde seguir, y la ruta principal no es la más aparente.

Después de un par de intentos encontré la ruta que quería (pasa por detrás de la letrina de una de las casas de El Limón). Al par de kilómetros llegamos a la escuela de El Limón y comenzamos la subida de regreso a las antenas de La Silla, una trepada de casi 300 metros. En este tramo se sube por un camino de tosca y se puede correr cómodamente si se tiene la máquina para correr loma arriba. Yo no puedo hacerlo así que íbamos caminando rápido, aunque mis compañeros de cando en vez corrían y me fueron dejando atrás.

Cuando regresamos arriba hicimos nuestro giro hacia El Roble, por donde haríamos el entronque con el sendero de El Macano. De allí el plan era correr hasta Cabuya, pasando por Matapalo y regresar a El Valle por el Cariguana. Casi que a las dos horas exactas, cuando estábamos pasando por una quebrada y me agaché a recoger agua, sentí que se me bajaba la presión. No había desayunado y tampoco me había tomado ningún gel en todo el recorrido. Se me habían acabado las reservas... Pensé que ya estaba recuperado de Western States... Estaba equivocado. De una vez se me disparó el corazón y quedé limitado a caminar lentamente.

Me tomé mi Gu Roctane y tomé más líquido, pero ya sabía que no me iba a recuperar en lo que quedaba de la subida. Cuando llegamos a El Macano decidimos regresar a El Valle por la ruta de los 21km en lugar de seguir por la ruta de los 50km. Al final terminaríamos corriendo unos 22km, en lugar de los 30km que tenía en mente. Pronto me abandonaron y quedé caminando sólo de regreso a mi casa. Me tomó unas 4 horas recorrer los 21km y mis compañeros lo recorrieron en 3:09 si le quito el tiempo que se pasaron esperándome. Creo que ese será el tiempo promedio de los 21km: 3:10 - 3:15, los rápidos estarán cerca de 2:00 y los lentos arriba de 4:00, cómo yo acababa de hacer.

martes, 12 de julio de 2011

Dos Semanas Después

Esta ha sido la recuperación más rápida que he tenido después de correr un ultramaratón. Con la excepción de las uñas que me hacen falta (todas las del pié derecho) ya siento mis músculos y mis tendones al 100%. Ya mi pulso cardíaco está de vuelta a su nivel normal, no tengo ninguna dolencia física, y nada me recuerda que corrí 161 kilómetros hace un par de semanas. De hecho, ya estoy pensando en el próximo evento.

Este viernes corrí un par de horas con Ernesto Durán, el domingo fue día de doble acción con Joaquín: pedaleamos de Cerro Azul hasta La Chapa, pasando por Altos de Cerro Azul, y luego remamos el Río Pacora, y ayer corrí duro en el Hash. Hoy estoy muy tranquilo y sin ningún reflejo del esfuerzo del fin de semana. Yo creo que ya mi cuerpo está bastante avanzado en su adaptación al maltrato físico. De hecho, mi cuerpo tal vez necesité un poco de abuso para estar en su mejor forma.

Creo que tengo mucha suerte en tener una buena biomecánica. Muchos amigos míos, los más activos, sufren de pequeños malestares como dolores de rodilla, fascitis plantar, y tendonitis. En el 2010 yo tuve unos dolores en la cadera, pero ya se me han ido. He tenido leves desgarres en la pantorrilla izquierda y en el músculo semitendinoso. Pero esos problemas los puedo atribuir más a mi falta de ejercicio qué al exceso de ejercicio. Creo yo nunca me he excedido en el ejercicio, al menos no por repetición porque siempre estoy haciendo algo distinto.

La mezcla de ejercicios aeróbicos me ha permitido trabajar mi sistema cardiovascular sin abusar de mis músculos y mis tendones. Más bien creo que a mi edad voy a necesitar aumentar el ejercicio con pesas (hacer algo) para reforzar mis tendones. Voy a hacer todo lo posible por mantenerme en la condición física actual para no tener que pasar mayores preocupaciones en el Ultra Trail du Mont Blanc. Ahora es posible que Roger se nos una a Luis Carlos y yo.

lunes, 4 de julio de 2011

UTMB 2012

Ahora, oficialmente, el Ultra Trail de Mont Blanc 2012 es mi próxima meta. También me gustaría hacer el Hardrock Hundred, pero es algo más difícil poder entrar a esa carrera que solamente tiene 140 cupos. Supongo que puedo tratar de entrar al HR100 y si no lo logro cambio al UTMB. Pero el Ultra Trail du Mont Blanc me atrae más por su recorrido de 3 países y sus vistas espectaculares de los glaciares de Mont Blanc. El recorrido alrededor del Mont Blanc me ha atraído desde mucho antes que supiera del Hardrock 100.

Cuando esquiaba asiduamente quería ir a Chamonix a esquiar Mont Blanc y recorrer la Ruta Alta en esquís en invierno. Cuando me enteré de la carrera de Ultra Trail du Mont Blanc pensé que sería la forma perfecta de cumplir con el deseo anterior de manera tangencial: no lo haría en esquís, en 10 días, lo haría corriendo en 2 días. Son metas suficientemente parecidas como para ser intercambiables. Ya puse noviembre en mi calendario para hacer mi pre-inscripción para el 2012.

De paso, he quedado pensando en qué proponerme para esta prueba: terminar meramente, o buscar un tiempo decente. Hasta ahora he corrido todas mis ultras muy tentativamente, conservando un paso que me lleve a terminar la carrera en el tiempo que me brindan para ello. Con la excepción de American River, donde tenía que hacer 11 horas para clasificar para WS 100, todas las otras 3 ultras que he hecho han sido mis primeros intentos en terminar esas mismas pruebas.

Ahora quiero ponerme la barra un poco más alta. De lo contrario voy a procrastinar hasta el último minuto y voy a llegar a Mont Blanc con el mínimo entrenamiento necesario. Esta vez me quiero sentir más cómodo en el camino y confiar que estoy preparado a conciencia. No estoy seguro como voy a lograr empujarme a ese nivel, pero tengo algunas ideas. Principalmente, quiero bajar el tiempo de las 100 millas (161 kilómetros) a menos de 24 horas, 23:59:59.

Resultados Sanguíneos

Al final de Western States 100 me hicieron una prueba de sangre que era parte del estudio médico asociado este año con esa carrera. Los valores resultaron interesantes y probaron que ya tengo mi hidratación bastante bien medida. Prácticamente todos mis valores fueron normales, con la excepción del CPK (que estaba por los cielos, como era de esperarse).







Lab results for Irving Bennett (Bib# 98)


Please NOTE: The descriptive information provided below is for general reference use only. If any of your results fall outside the stated "normal" range, you should discuss it with a member of the WS Run medical team or with your personal sports physician.








BUN: 13


BUN stands for "blood urea nitrogen". It measures kidney function but also can be elevated in other conditions such as dehydration or internal bleeding.

Normal values vary slightly by lab but a normal BUN is generally from 5 to 25. A mildly elevated BUN (associated with a normal creatinine) usually means some measure of dehydration which would self correct within 24 hours with fluid replacement only.

A markedly elevated BUN (over 40) especially with an elevated creatinine suggests some impairment of kidney function and should be evaluated by your family physician or in an ER as soon as possible.

Creatinine: 1.24


Creatinine is a much more sensitive and specific measure of kidney function. A normal creatinine is between 0.5 and a bit over 1.0, but not much higher than 1.2.

An elevated creatinine (especially if associated with an elevated BUN) strongly suggests impaired kidney function and should be evaluated by a physician as soon as possible.

CPK: 14500


CPK stands for creatine phosphokinase and is a measure of muscle protein breakdown. A normal CPK ranges from around 50 to almost 200.

Vigorous exercise such as a hard run or a long hike or a strenuous football practice will elevate CPK's to 500-1000 or more with no side effects other than achy muscles. However, in prolonged extremely strenuous exercise (such as running the WSER 100), CPK's will be elevated anywhere from a few thousand to several hundred thousand units!

The higher CPK's will be associated with severe muscle pain, nausea, weakness, "flu-like symptoms", dark urine (Coca Cola colored) and other unpleasant symptoms. Rest and vigorous rehydration with a variety of fluids such as water, electrolyte drinks, juice, soda, etc. generally will clear the markedly elevated CPK's within a few days.

The higher the CPK, the more likely the kidneys will become plugged up and impair kidney function. Anyone with a CPK above 40,000 should follow up with a physician within a day or two for repeat blood work. However, if the urine output is diminished or the color is not clearing or you are gaining weight or you are feeling worse as time passes instead of feeling better, you should see a physician promptly.

Sodium: 139


Sodium is an important electrolyte in your bloodstream. It is normally between 135 and 145, but occasionally can drop dangerously low during stress such as a 100 mile race. This condition is referred to as EAH or exercise associated hyponatremia.

A sodium level between 130 and 135 is mild and asymptomatic and will usually self correct with rest and normal food and fluid intake.

A sodium level of 125-130 is moderate and may or may not be associated with some symptoms such as nausea, weakness, bloating, weight gain, puffy fingers. This level is of concern and the runner should see a physician promptly for evaluation and treatment.

Severe hyponatremia is associated with a level of 120-125. Symptoms are more pronounced and may include lethargy, agitation, or confusion. This level is a medical emergency and the runner should be treated medically immediately. Levels below 120 are associated with marked alteration of consciousness, seizures, coma, and even death.

Markedly elevated levels of sodium can also be dangerous but are generally not seen in the setting of ultra running.

Potassium: 3.8


Potassium is an essential electrolyte located primarily inside the body's cells. It is important for muscle function and proper heart rhythm. Normal potassium values are about 3.5 to 5.0. Potassium levels below 3.0 may cause muscle weakness and/or muscle cramps. If levels drop below 2.0, paralysis and respiratory depression may result, but these levels are very rarely seen. High potassium level (above 6.0) may affect the heart rhythm and very high levels (above 7.0) are associated with serious heart rhythm disturbances and may be fatal if not treated. Such high levels are rare in the setting of normal kidney function.

miércoles, 29 de junio de 2011

Western States 2011 - Mi Experiencia

[caption id="attachment_1753" align="alignnone" width="584" caption="Foto cortesía de Dan Gomez"]Meta Western Staes[/caption]

¡Terminé Western States en 29:40:40! Me tomó mucho esfuerzo terminar, no fue una carrera fácil. La primera mitad fue fácil y divertida. La segunda mitad fue pura voluntad, fue meter las manos hasta el fondo de los bolsillos y sacar lo que quedaba para dejarlo en el camino. Todavía estoy digiriendo la experiencia para tratar de condensarla en su esencia: tenaz y perseverante movimiento, sin prisa pero sin pausa.

El apoyo de Lorena fue esencial para empezar y terminar la carrera. Si ella no me hubiese respaldado nunca hubiese iniciado a correr, sin su confianza en mi no hubiese dejado Forest Hill dispuesto a terminar. Luis Carlos Stoute me apoyo desde poco antes de Bath Road hasta la meta: le debo mi eterno agradecimiento por que fue crucial para que yo mantuviese mi concentración en correr mientras el me ayudaba con su preocupación por los tiempos y las distancias. Su compañía a través de la noche mucho menos difícil mantener mi constante movimiento: Luis Carlos no iba a dejar que me rindiera, no me permitió contemplar esa opción.

La carrera inició a las 2:00am cuando me desperté para vestirme, desayunar y buscar a Luis Carlos para dirigirnos a Squaw Valley para registrarme. Como a las 4:15am estaba recogiendo mi número, junto con otros 400 corredores y sus acompañantes. Lo próximo fue pesarme por segunda vez antes de la carrera. Había pesado 177 libras (vestido) el día anterior y en la mañana estaba en 179, desayunado y bien hidratado con 2 tazas de café y agua. A través de la carrera me pesarían otras 10 veces. A las 5:00am en punto partió la carrera, loma arriba.

La primera hora y media no las pasamos caminando y corriendo loma arriba hasta Cougar Rock, justo abajo de Granite Chief (desde 6,000' hasta 8,712'). Pronto estaba rodeado del grupo con quien compartiría el resto de la carrera, los de la cola. Muchos de los que me acompañaban no iban a terminar la carrera, en algún momento perderían contra las horas de corte y tendrían que retirarse. Yo me preguntaba si me pasaría lo mismo a mi, todavía faltaba mucho por delante.

Al coronar la montaña pude ver el Lago Tahoe a mi espalda y mucho de los próximos 25 kilómetros de nieve que tendría que atravesar al frente. Esta sección iba a ser divertida para mi, me encanta la nieve y sabía que me iba a poder mover con mucha confianza a través de ella. Comencé a avanzar con buen ritmo y a pasar gente, iba en bajada y confiado. En cuanto la fila iniciaba a disminuir su paso yo me hacía a un lado y me pasaba un par. Así fui recortando posiciones toda la mañana hasta llegar a Talbot en la posición 255 a las 8:28am, a 22.4km de la partida. Ya la nieve sería intermitente y venía una porción por caminos de tosca.

Aquí me comenzaron a pasar muchos de los que iban lentos en la nieve pero que serían más rápidos que yo cuando podían correr sin temor. Yo corría a un ritmo cómodo, según mi plan de carrera: llegar con energías de reserva a Forest Hill para correr con todo lo que me quedaba cuando me encontrara con Luis Carlos. Hasta ese momento yo solamente estaba haciendo camino con calma. De hecho, nunca me fijé en como iba versus el paso de 30 horas, o las horas de corte, era irrelevante.

En cada estación me esperaban los voluntarios, ansiosos por ayudarme a mi, al igual que al resto de los corredores. Yo les daba mis botellas para que las rellenaran con GU2O mientras iba a comer. Recogía 2 o 3 geles, los metía en mis bolsillos, recogía emparedados y salía caminando mientras comía. Al final me comería cerca de 60 geles y me tomaría unos 5 galones de GU. Después de un rato estaba hastiado de los sabores de vainilla y "plain". Pero cada media hora abría un sobre y me lo comía, como reloj.

En algún momento pasé una serie de quebradas con agua gélida que me dejaron los pies tiesos, las zapatillas como tablas de madera. Si hubiese hecho caso al consejo de la Guía del Corredor dejando un par de zapatillas secas y medias en una estación como Poppy o Mosquito Ridge me hubiese ahorrado mucho sufrimiento más adelante. Pero yo, muy optimista, confiaba en mis pies de cholo Vallero. Mi revisión de la realidad me esperaba más adelante. En algún momento después de Talbot sentí una piedrita en la zapatilla derecha y me la quite para revisar, pero no encontré nada inusual.

A las 9:30am llegué a Poppy en la posición 275, 20 corredores más atrás que la anterior. Todavía estaba en una posición cómoda, corriendo tranquilo, pero comenzando a sentir mi pie derecho. Llevaba tantas horas húmedo que se me habían hecho unas grietas en la planta de los pies. Ya estaba considerando que las Salomon Speedcross debieron ser cambiadas por otro par, mis Avia AviStoltz, en este punto. Pero no había empacado bolsa de apoyo, ninguna. Tenía que seguir hasta Michigan Bluff o Forest Hill con mi calzado actual.

Yo iba muy entretenido viendo el paisaje y conversando con los corredores que saludaban. Otros, obviamente, solamente tenían cabeza para seguir corriendo. Estaba impresionado por muchos de los corredores que me rodeaban: claramente eran gente bien preparada, fuerte. A esta altura de la carrera todo era pino, verde, pino.

Llegué a Mosquito Ridge en la posición 272 a las 12:24pm. Aquí me pesaron por primera vez y había bajado a 174 libras. Esta fue una llamada de atención para mi, yo pensé que me estaba hidratando adecuadamente. Desde este punto en adelante aumenté mi hidratación y más nunca estaría más de media libra fuera de mi peso inicial de 177 libras. Ya se sentía el calor y, por suerte, la pañoleta que me prestó Luis Carlos me estaba manteniendo fresco con el hielo que le ponía en cada estación.

A estas alturas me estaba arrepintiendo de no haber dejado una bolsa con Hydropel o Glide. La abrasión me estaba comenzando a molestar por varios lados. Había Vaselina en todas las estaciones, pero yo estaba determinado a perder la menor cantidad de tiempo en mis paradas. Sencillamente me iba a aguantar la molestia hasta terminar - el dolor es temporal, terminar es para siempre.

A la 1:41pm llegué a Miller's Defeat, #265, avanzando tranquilo. Pero ya el pié derecho me había hecho detenerme una vez cuando sentí un clavo en el pié. Revisé mi suela y estaba intacta: una ampolla se me había formado y me esta lastimando. Seguiría así hasta que tuviese que parar a que me la vendaran en otra estación.

A las 2:26pm llegué a Dusty Corners, mi posición había bajado al #292. Mi ritmo estaba disminuyendo por la molestia de mis pies y la espalda se me estaba amarrando. Mi espalda inferior es un punto débil que puede molestarme ocasionalmente. Era algo que me preocupada desde el principio, y más ahora que todavía tenía las bajadas largas por delante. Llevaba 61.2km y estaba media hora por delante del paso de 30 horas. Ya estaba contra el piso...

Al paso que llevaba estaba seguro que me iba a encontrar con Lorena y Luis Carlos en Michigan Bluff. Estaba seguro que medias nuevas, zapatillas frescas, y un masaje me iban a revivir. Originalmente habíamos hecho un plan abierto por que si yo iba muy rápido, LC no podría entrar como marca paso hasta Forest Hill. Pero ahora estaba seguro que llegaría a Michigan Bluff al borde del paso de las 30 horas y allí vería a mi esposa y mi compañero para la segunda mitad de la carrera, la parte nocturna.

Cuando llegué a Last Chance a las 4:00pm decidí que tenía que hacer algo por mis piés. Venían las bajadas más largas de la carrera. ¡Pedí ayuda! Decidí que necesitaba que me vendaran el pié derecho. La mujer que me vendó decidió que solamente me pondría una capa de cinta adhesiva, pero me dejaría la ampolla intacta. Estoy seguro que tomó la decisión correcta. Cuando salí de la estación ya estaba contra el reloj y venía lo más difícil de la corrida: los profundos cañones del Middle Fork y El Dorado Creek. Un descenso de 558 metros antecedía un ascenso de 500 metros hacia Devil's Thumb.

En la bajada la gente me estaba pasando por decenas. Yo estaba corriendo impedido. Me sentía muy frustrado por que yo puedo correr duro en bajadas, pero estaba amarrado y cojo, verdaderamente frustrado. Yo sabía que esta parte iba a ser difícil. Era hora de ser tenaz, de perdurar y perseverar. Mientras me pudiese mover, me iba a mover. Una hora más tarde llegue al río, crucé el puente y comencé la trepada a Devil's Thumb: 33 vueltas de horquilla hasta coronarla. A los 45 minutos había trepado 500 metros, muy bien. Recuperé algo de tiempo perdido contra los que me pasaron en la bajada.

Pasé por la estación de Devil's Thumb como alma que lleva al Diablo atrás. Rellené mis botellas, rellené mi gel, y tomé unos emparedados para comerme en el camino. Me tomó 1 hora y 17 minutos bajar hasta El Dorado Creek (920 metros de descenso), la mitad de la carrera. Ni tomé nota de cuanto llevaba a este punto. Quería llegar a Michigan Bluff a encontrarme con Lorena y Luis Carlos, zapatillas nuevas, ropa seca, y mi linterna para la noche, un masaje y tylenol. Ya estaba ansiando algo de analgésicos. No cargaba conmigo analgésicos para no tentarme a abusar de ellos huyendo del dolor. Trepé hacia Michigan Bluff en una hora (516 metros de ascenso) , nuevamente recortando algo de las posiciones que perdí en la bajada. Pero siempre estaba claro que mi posición en la carrera era irrelevante: esta es una carrera contra el reloj. Los demás corredores son mis compañeros en esta carrera, también corriendo por el mismo objetivo - terminar.

Llegué animado a Michigan Bluff, minutos por delante del paso de 30 horas. Busqué a mi gente por todos lados: ¡nadie! ¡Nó lo podía creer! Yo estaba seguro que me los encontraría en este punto. Perdí tiempo buscando a Lorena y Luis Carlos por todos lados, en vano. Bueno, estaba devastado, pero decidido a seguir - estarían en Forest Hill y yo tenía que llegar allá, tal como habíamos planeado. Por suerte me había traído una pequeña linterna de una pila y ahora tendría que correr con esta pequeña luz hasta la próxima estación.

Partí confundido y desanimado -- estaba perdiendo la carrera, me estaba desmoronando. Había tocado fondo. Pero decidí que algo había pasado que tendría una explicación lógica y ya la escucharía a su debido momento. Ahora solamente me tocaba seguir avanzando hasta encontrar a mi equipo de apoyo. Iba a tener que soportar un poco más las molestias que sentía. Pero todavía podía ver al cielo y gozar del entorno: me tocó ver una bola de fuego inmensa surcando el cielo que todavía tenía un brillo vespertino, esa luz rojiza que aparece antes del ocaso.

Corrí un rato con una mujer y, de repente, ella se dio cuenta que no habían más cintas en el camino. Nos habíamos perdido. ¡Qué más podría pasar! Dimos la vuelta y corrimos hasta corregir nuestro error. Creo que perdimos como 10 minutos, no más que eso. Cuando el sol se ocultó por completo, la mujer se fue quedando atrás. No podía correr al mismo ritmo bajo la tenue luz de su lámpara. Yo seguí a mi ritmo, cobrando fuerza con la noche. La noche es mi amiga, es fresca y pura, llena de humedad agradable.

Al poco rato llegué a una quebrada. Pensé que había un oficial de la carrera ayudando a la gente a cruzar el agua. De repente ¡escucho la voz de Luis Carlos llamando mi nombre! Mi marca paso había venido a buscarme. Me contó que fueron a Michigan Bluff y los oficiales me habían anotado como si ya yo hubiese pasado. Me contó de su frustración cuando no llegaba yo a Forest Hill y que decidió ver que me había pasado. En este punto de la carrera yo estaba arrastrando los pies. Le conté que no pense que iba a poder terminar, pero que haría mi mejor esfuerzo por seguir adelante hasta que el reloj me sacara de la carrera. Por supuesto que LC me dijo que no hablara pendejadas, ¡íbamos a terminar juntos!

Llegamos a Forest Hill a las 10:43pm, 13 minutos detrás del paso de las 30 horas. ¡Qué felicidad ver a Lorena! Lástima que yo me sintiera tan mal, apurado, desesperado por seguir adelante inmediatamente. Lo primero fue que me volvieran a vendar el pié. La última cruzada de quebrada me había soltado las vendas. El médico, George, me drenó la ampolla y me la vendó. Me secaron los piés y me pusieron talco, medias secas y mi segundo par de zapatillas. Mientras esto sucedía me daban masaje en los hombros (una fula) y Lorena me masajeaba la espalda inferior con árnica. Me trataban como a un caballo de carreras, un Formula 1 en su pit stop.

Cuando salí de la enfermería Lorena quería que me comiera un burrito, yo me negaba, y ella insistía. Otro señor que había corrido Miwok conmigo me daba unas pastillas de NoDoze (cafeína) y me urgía a que partiera. Yo estaba consciente que el reloj seguía su inexorable progreso y también quería partir. Caminamos hacia el auto por que aún tenía que cambiar mi cinturón de botellas de agua por uno sencillo, de una botella. Ya no necesitaría tanta agua. A las 11:12pm partimos LC y yo a tratar de terminar esta carrera, en contra de las probabilidades. Estaba a media hora de la hora de corte absoluta y no estoy seguro cuanto tiempo contra el paso de 30 horas. Era hora de hacer magia...

Estaba muy entumecido cuando arrancamos a "correr". Yo iba volando, y Luis Carlos caminaba como 30 paso delante mío. ¿A qué me había reducido? Jamás iba a terminar esta carrera de esta forma. Al poco rato salimos del asfalto e iniciamos un descenso. El cambio de superficie me hizo sentir mejor. Ahora la gravedad me estaba ayudando, venía un desnivel de 350 metros y yo estaba anestesiado con los analgésicos que había tomado: unas advil que me dió Luis Carlos y el arnica que me aplico Lorena me había dejado sin dolor. Las abrasiones y los pies eran dolores manejables para mi. Cuando me calenté decidí tomar el control de la corrida y apreté el paso, me pasé Luis Carlos, y arremetimos con todo lo que podía contra la bajada. ¡Empezamos a pasar gente a diestra y siniestra! La hora de voltear las tablas había llegado...

Cuando llegamos a Dardanelles ya estábamos de vuelta en positivo contra el tiempo de 30 horas y cómodamente por delante de la hora de corte absoluto. Ahora el terreno era muy apto para correr, estábamos en un sendero de lujo. Yo fui apretando con todas mis fuerzas para ganar tiempo y no sentirme desesperadamente atrazado. El tiempo pasaba y seguíamos avanzando bien recogiendo todas las luces que aparecían al frente. Yo quería creer que iba a poder acabar, quería creer como Luis Carlos creía en mi: ¡íbamos a terminar!

En algún momento de ese frenético empujón tropecé con una piedra. La realidad volvió a llamar: mis pies estaban sintiendo el abuso y mi concentración estaba disminuyendo. Luis Carlos estaba tomando cafeína como si fuera pop corn. El sueño nos estaba apretando el cuello. Yo creo que estaba más despierto que LC, pero igual estaba tropezando con las piedras y la espalda estaba volviendo a apretarse, especialmente después de un tropezón que casi me deja regado en el piso.

Por suerte ya estábamos manteniendo nuestra ventaja contra el paso de 30 horas. Era obvio que el paso estaba basado en el comportamiento histórico de los corredores y estos ya estaban cansado a estas horas de la madrugada, tan lentos como nosotros. Esto me fue tranquilizando un poco. Luis Carlos me mantenía enfocado y entretenido con datos como cuanto faltaba para la próxima estación, a qué paso estábamos corriendo, cuanta gente nos habíamos pasado, y otras cosas importantes, como el estado de su motilidad intestinal.

Llegamos al famoso cruce de Rucky Chucky, el kilómetro 126 de la carrera, a las 3:33am. - nos pasamos de la posición 304 a la 289 en el proceso. Yo quería llegar a las balsas sin perder tiempo y cada luz que veía por delante era otro corredor que me tenía que pasar para no perder tiempo en el cruce del río. Aun cuando era una leve subida nosotros arremetíamos al tope mío, Luis Carlos tenía fuerzas para aguantar cómodamente lo que yo hiciera. Los otros corredores caminaban la subida, no estaban dispuestos a forzar el paso en este punto.

Nos cruzaron en balsas por que el río que normalmente cruzan caminando estaba con 30' de profundidad. En la estación de Rucky Chucky Far nos tomamos una sopa caliente, otra de muchas que nos habíamos tomado. La verdad es que las estaciones de esta carrera son algo mágico: llenas de luces, música, y gente extremadamente amable y generosa que nos animaban a seguir adelante. Todos nos sonreían cómo si fueran nuestros viejos amigos, nuestro club local de corredores apoyando en el maratón. ¡Pero eran las 4 de la mañana!

Ahora venía un ascenso de 225 metros hacia Green Gate. Ya las subidas las estaba caminando rápido, pero yo no podía proceder al paso que Luis Carlos me pedía. Ya yo estaba en modo de perduración: ya no quería gastar más energías en ganar tiempo contra el reloj, solamente quería aferrarme al tiempo de ventaja que tenía y cuidarlo como un tesoro. No sabía cuanto más yo podía durar, me faltaban unas 7 horas de esfuerzo y quería medirlo, cuidarlo, usándolo juiciosamente.

Aunque el sueño y el cansancio nos apretaron, ya la luz se sentía en el horizonte. Con el alba sentíamos nuestras fuerzas recuperando, nuestro ánimo resurgía con el sol. Ahora las estaciones se me hacían extensas, los kilómetros estaban pasando lentamente. Yo me daba cuenta que mi paso disminuía, pero no podía hacer nada al respecto. Cuando trataba de apretar el terreno me lo impedía. Hasta las pequeñas rocas me hacían cauteloso y les temía, me podían hacer daño que ya no estaba dispuesto a soportar.

Ahora estaba perdiendo el tiempo que habíamos acumulado de ventaja. Cuando salió el sol yo estaba en la posición 279. A través de la noche había avanzado unas 25 posiciones, y a las 5:59 tenía 45 minutos contra el tiempo de 30 horas en Auburn Lakes. Pero ahora sentía que flaqueaba, yo solamente quería mantener esa ventaja y la iba perdiendo. Veía como me pasaban y no podía evitarlo, no estaba dispuesto a exigirme más por qué sentía que ya iba al máximo de lo que estaba dispuesto a entregar en ese momento. Ahora Luis Carlos estaba corriendo delante pidiendo que me mantuviera con él, pero yo no podía.

Mis fuerzas iban y venían, surgían y se acababan, como olas contra la playa. Ahora confiaba que iba a terminar, pero seguía con miedo, preocupado con cuanto más podría yo durar a ese nivel de esfuerzo. Ya había pasado más de 24 horas moviéndome, y me faltaban unas 5 o 6 horas más. Realmente era poco lo que quedaba por cubrir, yo hacía cálculos mentales y los compartía con Luis Carlos, cosas cómo: tenemos 3 horas para correr 21 kilómetros y los 16 que quedan los podemos terminar en las próximas 2 horas. Y, aún cuando yo consideraba trivial cubrir esas distancias en esos tiempos, la duda me mortificaba. Por suerte Luis Carlos seguía apoyándome con su optimismo, viendo claramente lo que yo nó podía ver.

A las 8:36am llegamos a Highway 49, en posición 291, con 24 minutos contra el paso de 30 horas. Unas 4 horas más de esfuerzo y terminaría con mi miseria. Pensaba que me encontraría con Lorena en este punto porque Luis Carlos me dijo que ella estaría en ese punto. Me sentí triste al no verla, ese era el primer punto donde ella me podía esperar. Pero LC me dijo que ella posiblemente había decidido irse a No Hands Bridge, más cerca de la meta. La última vez que había visto a Lorena, en Forest Hill, sentí un sobrecogimiento cuando me dijo "te veo en la mañana". Yo pensé, en ese momento, que no iba a durar tanto tiempo. Ahora quería verla cuanto antes.

Nos encontramos a Lorena en No Hands Bridge, a 5.5km de la meta, con unos 20 minutos contra el tiempo de 30 horas. Yo tenía rato de tener ganas de ir al baño por la #2, pero no estaba dispuesto a arriesgarme el minuto, o 5, que me podía tomar la parada. ¡Ya quería llegar! Qué bueno fue el abrazo que me dió mi mujer, me tenía mi gorra y mis anteojos oscuros. Ya el sol estaba calentando duro.

Ahora venía una trepada grande hacia Robie Point, a 2 kilómetros de la meta. Después de correr toda la noche, el último gran esfuerzo estaba justo adelante, una subida de 255 metros. Llegamos a Robie Point a las 10:19am, a 40 minutos del corte. Y venía otra subida, pero esta más corta. Ya la gente estaba caminando confiada hacia la meta. Pues yo arranqué a correr nuevamente, ya tenía que llegar. ¡Ya era hora de cruzar la meta!

Cuando llegamos a la entrada del estadio de Placer High, Lorena estaba esperando a entrar con nosotros a dar la vuelta triunfal por la pista de atletismo. Corrimos juntos la media vuelta al estadio. Cruzar esa meta no tiene precio, es la culminación de un sueño que comenzó leyendo una revista de Outside Magazine a mediados de los 80, en una hamaca en El Valle de Antón. Algunos sueños tardan mucho tiempo en realizarse, pero poco a poco raya la vieja el coco.

Me costó mucho terminar esta carrera, pero aprendí mucho: siempre hay más en el fondo del barril. Cuando las cosas se ponen difícil los duros siguen moviéndose. El apoyo de Lorena y Luis Carlos fueron indispensables para lograr esta meta. La próxima usaré bolsas con zapatos y medias frescas, aunque no las use - son un colchón contra imprevistos. Por último, tenía Hydropel y no lo usé. Tal vez, si me hubiese aplicado Hydropel desde temprano, ese producto hubiese protegido mi pie contra las horas de humedad que me causaron ampollas en la planta del pié.

Bueno, ahora voy por el Ultra Trail de Mont Blanc. ¡Y esta vez voy a entrenar con más determinación! Aun qué terminé Western States, no quiero pasar otra vez por la angustia de no sentirme bien preparado. Prefiero llegar más confiado al próximo evento y sentirme fuerte de verdad, no batallando contra el límite.

lunes, 20 de junio de 2011

Mapas de Panamá



En algún momento de hace algún tiempo atrás conseguí esta colección: http://alairelibre.ws/mapas/

Básicamente, apuntas al cuadro del mapa que quieres y haces click. El mapa cargará en tú navegador listo para ser descargado. Tengo más mapas de los que aparecen, pero no he editado los enlaces. ¡Qué lo aprovechen!

viernes, 17 de junio de 2011

Preparativos Finales para WS100

¡Ahora si estoy en la recta final! Nos montamos en el avión el martes directo para Sacramento y Western States 100. Ya no hay mucho más que pueda hacer para cambiar los resultados del evento. Todavía me quedan un par de corridas cortas por completar para la parte de preparación física. En adición me falta la empacada, que es poca. Es un ultra-maratón, solamente necesito unas zapatillas, un par de botellas de agua, ropa de correr, lentes fotocromáticos y una gorra.

Equipo:



  • Salomon Speedcross 2 para partida

  • Under Armour Coreshorts

  • Pantalones Sporthill ultralivianos con bolsillos a los lados

  • Medias Injini Toesocks

  • Camiseta Under Amour de PureWill

  • Una botella Camelbak en mi mano izquierda

  • Un cinturón Nathan con segunda botella

  • Una pañoleta

  • Una gorra

  • Tylenol

  • Anti-ácido (famotidine 50mg cada 12 horas)


Recambios:


Robinson Flat



  • Zapatillas Avia Avi-Stoltz (después de la nieve)

  • Medias frescas

  • Glide para lubricación


Michigan Bluff



  • Zapatillas Inov8 X-Talon 212 (Con Lorena y Luis Carlos)

  • Medias frescas

  • Glide para lubricación

  • Cambio de bandana con hielo


Forest Hill



  • Linterna

  • Chaqueta

  • Entra Luis Carlos de pacer


Notas de Estrategia:



  1. Terreno Alto: Con calma, mantener el foco y comer mucho

  2. Los Cañones: Flotar en las bajadas, caminar enérgicamente en las subidas, controlar el calor y mantener la hidratación

  3. Tercer Cuarto: ¡Seguir comiendo! Mantener la inercia, siempre en movimiento, gozar del sufrimiento, aquí comienza la carrera

  4. Camino a la meta: Mantener el momento, cuidarme de la silla, y pensar en la cerveza que me espera. Seguir comiendo e hidratándome apropiadamente. Prevenir inconvenientes, cuidar molestias mientras son pequeñas para evitar que se vuelvan problemas. Gozar de la compañía de Luis Carlos y de el paisaje. Mantener el esfuerzo hasta la meta.


La primera mitad de la carrera la voy a tomar con calma, guardando mis fuerzas para la segunda mitad. La estación de El Dorado Creek, al fondo de un cañón, marca la mitad de la carrera y el fin de los descensos épicos. Inmediatamente viene una trepada hacia Michigan Bluff, donde posiblemente entre Luis Carlos como acompañante si voy muy lento. De lo contrario Luis Carlos puede entrar sin impedimentos en Forest Hill.

Cuando entre LC ya será de noche y el calor del día ha pasado. A partir de este momento puedo iniciar mi avanzada. Para estas alturas ya sabré qué me queda en el tanque, y cómo estoy contra los tiempos de corte. Aún cuando a esta altura puedo estar en el fondo del barril, es ahora cuando hay que sacar al conejo del sombrero. Si no se me ha roto la balinera del mofle, es hora de rodar.

El terreno que viene para la segunda mitad es más gentil que el de la primera mitad. En la primera mitad voy de paseo, viendo el paisaje, gozando del terreno con calma, sin prisa pero sin pausa. La segunda mitad es para exprimir lo que me quede de jugo, en crescendo hasta llegar a la meta fortíssimo, como Bolero, de Ravel.