lunes, 23 de abril de 2007

Proyecto Gutenberg y Distributed Proofreaders

El Proyecto Gutenberg es un proyecto muy especial para preservar todos los textos libres de derecho de autor que se puedan encontrar en el mundo. Muchas obras famosas de la historia, como Don Quijote, Moby Dick, Los Cuentos de Canterbury, y más, ya no tienen derecho de autor y son del dominio público. El Proyecto Gutenberg pone a disposición del público del mundo todos estos textos para que los leamos sin tener que pagar un céntimo.

Muchos de estos títulos han sido sometidos por personas que se tomaron el trabajo de copiarlos manualmente (escribiendo en el teclado de su computadora). Luego de ser revisados, estos trabajos son ordenados y distribuídos a muchos lugares desde donde se pueden leer en línea o bajar al disco local de un computador, una Palm, o un teléfono celular, para leerlos sin estar conectado al Internet. Todos los recursos para este proyecto son donados por muchas compañías para el beneficio del mundo en general.

Para quienes nos gusta leer, este es un tesoro. Hoy día hay más de 10,000 títulos disponibles, incluyendo muchos libros que ya ni siquiera se pueden comprar por que han salido de circulación y no se imprimen más.

Un proyecto relacionado con el Proyecto Gutenberg es el de "Distributed Proofreading". Este proyecto busca voluntarios para revisar los textos nuevos que están siendo sometidos para el Proyecto Gutenberg. Hoy día es más fácil que la computadora lea el texto de un facsímil del libro original versus escribir el texto completo a mano. Pero, aunque los lectores de caracteres son hasta 99% precisos, el 1% requiere que se revisen todos los trabajos escaneados.

De esto se trata el proyecto de revisión distribuída. Hay voluntarios por todo el mundo que comparan la imágen de una página de libro contra el texto extraído automáticamente. Esta es una manera bonita de contribuir con el Proyecto Gutenberg, una página a la vez. Y, de paso, uno tiene la oportunidad de leer textos que posiblemente jamás hubiésemos escogido leer.

domingo, 22 de abril de 2007

The Complete Walker

PortadaEl año que viene márcara el cuarenta-avo aniversario de la primera edición de "The Complete Walker". Yo tengo la tercera edición de este libro, publicada en 1984, pero cuando lo compré ya había leído la segunda edición, "The New Complete Walker", publicada 20 años antes. No creo que he leído la tercera edición como leí la segunda, pero la visito cada tanto tiempo para recordar ciertas cosas.

Es una buena lectura, y contrasta mucho con las tendencias modernas de ir rápido e ir liviano. La filosofía es algo más completa que la de alguien como Ryan Jordan o Ray Jardine, y mucho más relajada. Para Colin Fletcher, el autor del libro, no había apuro en sus caminatas, aun cuando duraran tres meses. Para Colin, lo importante no era el destino, sino el camino. Y los placeres sencillos de los campamentos, aunque solamente fuera el la única persona presente, eran un momento importante para compartir y disfrutar.

Hoy día me canso solamente viendo la portada de su libro, y todo lo que solía cargar en su mochila. Yo me he pasado los últimos veinte años sacando cosas de mi mochila, cosas que no pienso devolver por ninguna razón (como un segundo par de calzados). Pero la información que Colin ofrece es tan válida todavía como hace 40 años. Y hace 40 años habían, proporcionalmente, muchos menos caminantes. Por algo este libro ha permanecido viable a través de cuatro décadas.

sábado, 14 de abril de 2007

Una cita importante - Ryan Jordan

Todo lo que sigue a continuación fue tomado del blog de Ryan Jordan, pero como lo encontré importante decidí copiarlo para compartirlo.

----------------------- Cita -----------------------

Toys for Boys

 



Chaseessentials
A firestarter, a whistle, a compass, a flashlight, and a pocketknife.

Fundamental tools of boyhood. You callin' me old school? Gimme a break. I was born in 1970.

So, would someone mind telling me which generation of stupid parents
replaced all this with gameboys and daycare centers? Maybe it's the
same generation that can't afford to teach their boys to be boys
because they have neither the time nor the energy because they're breaking themselves up at work. Maybe it's my generation. Maybe it's me?

OK, I confess. I'm guilty, often. But I think I'd
rather fight this - hard - than give up because "society
(or...taxes...or...Republicans/Democrats...or...my
parents...or...college debt...or...or...or...) has put me into this
spot".

Should I rather sacrifice self so my son can teach his son:


  • How to build a fire - and stay warm.

  • How to follow a path - or create his own.

  • How to pack his pack - and what to pack.

  • How to be a good steward - and why.

  • How to pitch a tent - and make a home.

  • How to tie a fly, catch a fish, and serve it on a bed of rice.

  • How to find his way.

  • How to love.


How is it that caretakers, videogames, and MP3 players have become
ideological totems of the most recent generation(s) of our youth?

What am I providing my kid that directly impacts his values? How about you?


Live lightly.

----------------------- Fin de la Cita -----------------------

jueves, 12 de abril de 2007

Darién

Hace rato que quiero regresar a Darién. Desde mediados de los '90 no voy por Darién. Desde pequeño cuando caminaba y jugaba por la playa de Coco del Mar, en la casa de mi abuela, recuerdo mirar las costas que se veían a lo lejos. Me propuse que algún día las visitaría. Curiosamente después llegué a pasar bastante tiempo por Darién, metido siempre en aventuras. Una vez hasta viví por tres meses entre El Real y La Palma, trabajando. Creo que la última vez que estuve por Darién fue cuando caminamos a Cana.

He estado más recientemente por Piñas, pero no es lo mismo. Los bosques de Darién no son como los de ningún otro lado que haya visitado. Los árboles son inmensos y se puede caminar tranquilamente por medio de la selva. Sólo cuando se cae un árbol y se forma una maraña puede que se ponga difícil atravesar una parte. Los ríos son grandes y cristalinos. Y yo me siento como en mi casa.

A los 18 años pasé tres meses en San Blas con Operación Drake. Al final de esos tres meses me invitaron a que fuera intérprete en la Patrulla Balboa, que iba a caminar desde el Caribe hasta el Pacífico a través del Darién. Pasamos 21 días caminando hasta llegar a Santa Fe de Darién. Nos tomó tres días caminar desde el Chucunaque hasta la Panamericana. Los últimos dos viajes que he hecho para cruzar Darién me tomaron 9 días por una ruta similar. Nos ahorramos bastante camino porque salimos en piragua desde Canaán.

Pero cuando llegamos al Chucunaque nos encontramos con que todo lo que era bosque desde el río hasta la Panamericana había sido convertido en potrero. Y ahora, con un buen camino, solo toma unas horas caminar hasta la Panamericana. Uno de los detalles más increíbles de esos viajes es la ausencia de mosquitos en medio de la selva. Pero al llegar a las aldeas de los indios, que ahora viven reunidos en comunidades, los mosquitos y las chitras son una horda con sed de sangre.

Lástima que el camino por el Membrillo está tan cerca de Colombia. Ese camino es una verdadera belleza gracias al Río Tacartí y el Membrillo. Pero en realidad hay muchos otros lugares por donde atravesar Darién, como por Playón Chico, que ya está muy alejado de Colombia. Creo que haré el cruce por Narganá para salir a Río Diablo. He estado viendo el bosque y el río con Google Earth y la naturaleza se ve bastante intacta en esa región. Como Río Diablo está del otro lado del Lago Bayano, la represa protege el área de la devastación que se está dando en el Darién.

miércoles, 4 de abril de 2007

Jordanal y Río Indio

Camino a JordanalEste fin de semana fuimos a caminar por detrás de El Valle. Salimos sin un plan determinado pero con una idea de la ruta a recorrer, estábamos caminando al garete. Parte de la razón por la que teníamos este plan inusual es porque quería que me hijo Irving, de seis años, nos acompañara, y tener la flexibilidad de cambiar nuestro destino con facilidad. Al final Irving no nos acompañó, pero por suerte el itinerario era flexible. Primero Dorita, una de nuestro dobermans, se cansó, y después a Alex le salieron ampollas.


El viaje estuvo excelente a pesar de los incovenientes. Creo que haré más planes de este tipo en el futuro. Lo bueno es que el área atrás de El Valle se presta para este tipo de itinerarios. Hay tantos caminos que salen de El Valle que uno se puede pasar caminando todo un verano y no repetir ni una sola ruta. En este viaje no bañamos en tres río distintos: el Río Las Minas, el Río Indio, y la Quebrada Jordanal.


Para la hora de almuerzo en nuestra caminata ya Dorita había llegado al punto de agotamiento en que no estaba dispuesta, o no podía, dar un paso más. La verdad es que yo había planeado traer a Fulo, un macho de 98 libras, hijo de Dorita, que sabía que no me iba a dar problemas. Pero al último minuto mi esposa me dijo que también me llevara a Dorita, que está hecha una chancha, para que se ejercitara un poco. Como estaba enredado con la partida del grupo no le di mucha cabeza a las implicaciones y acepté traerme a Dorita.


Todo el resto del día nos pasamos esperando a que Dorita pudiera caminar después de sus largos descansos. Al final del día, cuando ya veía los techos de Jordanal, la dejé en la montaña para que saliera a sus propio paso. Finalmente llegó a nuestro campamento como una hora después que el grupo. Estábamos quedándonos en la escuela de Jordanal. Dorita llegó, se hecho donde pudo, y no se movió más hasta el día siguiente.


El domingo, a la hora de irnos, Dorita hizo su esfuerzo y se paró para seguirnos. Media hora más tarde ya estaba fuera de combate. Me tocó decirle al grupo que siguiera adelante hacia El Valle mientras yo acompañaba a Dorita en su largo camino a casa. Como el camino de Jordanal hacia El Valle es todo subida, tuve que cargar a Dorita en múltiples ocasiones, cuando las lomas eran muy empinadas. Finalmente llegó el momento en que Dorita ni siquiera podía mantenerse en pié. Ya para ese momento era muy difícil subirla a mis hombros (pesa 75 libras, la gorda esa). Dejé a Dorita en una casa al lado del camino y salí caminando para buscar como llevarme a Dorita para la casa.


Por suerte mi cuñado logró conseguir señal y llamar a mi esposa. Ella bajó con el carro a Río Indio Nacimiento, donde nos encontramos. También había un tractor cortando el camino que se había dañado todo con las lluvias de octubre del año pasado. Por suerte, cuando regresamos caminando desde donde llegaba el carro hasta donde estaba Dorita, el tractor estaba a punto de regresar y se ofreció a llevarnos la perra. La pobre Dorita, que llegó al punto extremo del agotamiento tratando de regresar a El Valle, todavía está convaleciente de su expedición, tres días más tarde.