martes, 25 de mayo de 2010

Del Cacao a Jordanal




[caption id="attachment_982" align="aligncenter" width="640" caption="El Hash en Altamira"]El Hash en Altamira[/caption]




Este fin de semana caminamos de El Cacao a Jordanal con un grupo del Hash. Hace años que he estado de volver a recorrer esta precisa ruta y siempre sucedía algo en el camino que impedía que la pudiese volver a hacer. Finalmente pude volver a recorrer el tramo de Peñas Blancas a Jordanal, que pasa por encima del filo que divide el Río Cirí del Río Indio. En el camino encontré a donde llevaba un brazo de una intersección que siempre dejaba a un lado, y ahora regresamos por ese brazo.



Fuimos un grupo grande: 23 caminantes en total. La ruta fue bastante difícil ya que habían varios ascensos largos en el camino. El primer ascenso era el cruce entre el Río El Cacao y el Río Cirí. El segundo ascenso fue el cruce del Cirí hacia Jordanal. El año pasado, para esta misma fecha, caminamos de Río Indio Centro hacia El Cacao, pero pasamos por otro sendero que nunca había recorrido. Esta vez hicimos el viaje en dirección contraria.



Luis Carlos Stoute, Luis Navarro y yo hicimos el viaje en una dirección, y el resto del grupo durmió en Jordanal y regresó a El Cacao al día siguiente. Luis Carlos vino con nosotros para entrenarse para su futura carrera, Hardrock 100. Luis Carlos me envió un enlace con el recorrido que grabó en su Garmin Oregon 550. Nosotros caminamos 21 kilómetros en nuestro recorrido, y el grupo de Joaquín, que se separó en un momento en que no encontraba como seguir directamente desde los Rangos hasta Peñas Blancas, recorrio unos 3 kilómetros menos.



Toda el área del Cacao y del Río Cirí está lleno de caminos transitables por autos 4x4 y por suerte escogimos una ruta que no necesitó de mucho recorrido por las vías de los autos. Originalmente, el plan de nuestro recorrido nos hubiese llevado por una calle, pero un error en un giro nos llevó hacia Altamira en lugar de seguir la calle directamente hacia Los Rangos. Pero cuando regresamos a intersectar la calle que venía del Cacao no encontré como seguir directamente hacia Peñas Blancas y hubo un momento de confusión en el grupo. Eventualmente decidí ir campo traviesa directo hacia el Río Cirí y Joaquín decidió seguir por la calle.



Joaquín terminó subiendo hacia Peñas Blancas por el Río Chutral, y nosotros subimos por el camino principal que sube a Peñas Blancas. Eventualmente nos volvimos a encontrar cuando nuestro grupo alcanzó al de Joaquín en la subida para cruzar a Jordanal. En el grupo de Joaquín se fueron algunos de los más lentos del grupo. La subida del Río Cirí hasta coronar el filo que separa Peñas Blancas de Arenilla y Jordanal tiene unos 510 metros, una tremenda loma muy empinada en varios lugares.



Ahora que he refrescado mi memoria de los senderos del Río Cirí  es hora de organizar unos nuevos recorridos por el área. Arriba, por Chichibalí hay un sendero que regresa a Matahogado, detrás de El Valle. Un excelente recorrido sería: La Mesa, Boca de Las Minas, Jordanal, Peñas Blancas, Chichibalí, Matahogado y de vuelta a El Valle. Sería un tremendo reto tratar de hacer ese recorrido en un día. Creo que hasta en dos días podría ser difícil terminar ese circuito. Esa podría ser una excelente ruta para una carrera de montaña.

martes, 18 de mayo de 2010

Maratón de Boston

Logo de BostonLa verdad es que nunca pensé que iba a correr Boston, que no estaba en mis posibilidades. Algo increíble ha pasado al entrar en años: el tiempo para clasificar para Boston ha llegado al rango de mis posibilidades. Desde ya, cualquier maratón que corra en 3:35:59, o menos, me clasifica para entrar a Boston en la categoría 50-55. El año pasado corrí el Maratón de Panamá en 3:33:13. Si puedo repetir ese tiempo, logro clasificar para Boston en el 2011 y hacer esa carrera a mis 50 años.



Había estado pensando en correr algo más grande que eso para los 50, como el Ultra-Trail de Mont Blanc, pero también puedo correr Boston si clasifico. Con todo lo que tengo planeado correr de aquí a fin de año, mientras no me haga un daño, debo llegar en óptimas condiciones al Maratón de Panamá para repetir mi tiempo del año pasado. Yo pensaba que iba a poder conseguir suficientes puntos para clasificar para el UTMB, pero me cambiaron las reglas y ahora se hará difícil conseguir los puntos necesarios para inscribirme (no imposible, solo difícil).



Pero Boston es el maratón más importante de los 5 grandes maratones. Ya he corrido Nueva York y Chicago, me hacen falta Boston,  Berlin y Londres. Los últimos dos, por estar del otro lado del charco no los he considerado del todo, pero podría contemplarlos para un futuro, posiblemente lejano, en especial el de Berlin por que no he ido a Alemania aún y esa podría ser una buena razón (y si me quedo un poco más después del maratón puedo engancharme con el Oktober Fest). Estoy seguro que esa idea le puede gustar a Lorena...



Caveat: el Maratón de Panamá me cae justo el fin de semana después del Ironman de Cozumel. Esto puede hacer que me sea entre difícil e imposible que logre hacer un tiempo como el del año pasado. Tendría que buscar otro maratón que me permita clasificar para llegar a Boston en el 2011. Nada en esta vida es sencillo, y esa es parte de la diversión.

domingo, 16 de mayo de 2010

Censos y Números

[caption id="attachment_961" align="alignnone" width="590" caption="Lance en su mejor posición"]
Beneficios aerodinámicos en el contrarelog
[/caption]

Sin nada mejor que hacer mientras esperaba ser censado me puse a calcular, sobre la base de un artículo de Velo News, qué sería lo que más beneficio me podría dar para mi próximo Ironman en Cozumel. Encontré un artículo en RideStrong que ya había mezclado los datos de Velo News con números financieros. Como el de Velo News no está en el Internet, comparto algo del de RideStrong. Yo estoy buscando como conseguir el mayor beneficio con la menor inversión posible ya que solamente hago triatlones un par de veces al año, el resto del tiempo soy un solamente un ciclista ocasional. Lo que me impresionó del artículo es que los mayores beneficios vienen de las cosas menos costosas: un traje aerodinámico, pedalear sobre aerobars, y un casco de contrareloj. A continuación están los números del artículo:



[caption id="attachment_962" align="alignleft" width="300" caption="Beneficios"][/caption]

El primer beneficio queda descartado por que no voy a hacer un triatlón en un traje aerodinámico. Me quedan tres beneficios buenos, bonitos y baratos: el casco, los aerobars y los cubre-zapatos. Estas tres cosas me pueden ahorrar uno 16 minutos en condiciones óptimas en un Ironman. Por supuesto, como siempre, a mi no se aplicacirían las condiciones óptimas, pero, aún la mitad de los beneficios, algo es algo. Me impresiona la diferencia del beneficio del casco versus el beneficio de la bicicleta. Puede que yo le esté leyendo mal, pero pareciera que una bicicleta de contrareloj sin un casco de contrareloj es igual a una bicicleta regular con un casco aerodinámico.



Para quitarle una hora a mi tiempo de Cozumel tengo que hacer tres pequeñas cosas: reducir a la mitad el tiempo de mis transiciones, mejorar en un kilómetro por hora el promedio de mi bicicleta,  y bajar mi corrida a menos de 5 horas. Yo creo que puedo con las tres a la vez por que mis transiciones fueron extremadamente pausadas, la bicicleta será difícil mejorar (pero no imposible), y mi corrida de Cozumel la hice muy suave para no hacerme daño por que tenía un ligero desgarre en la pantorrilla. Pero las pantorrillas las he reforzado enormemente desde entonces, el culo lo estoy reforzando para el 2011, y voy a usar un vestido de triatlón para no cambiarme en ninguna transición (al diablo con el dolor en el trasero).

martes, 11 de mayo de 2010

Mamoní en Primavera

Joaquín en el MamoníEste sábado salimos a remar al Pacora y cuando llegamos estaba completamente seco (figurativamente, por supuesto), no tenía suficiente agua para bajarlo en nuestros kayaks. Yo me suponía que iba a estar así, pero, de todos modos, fuimos a revisarlo. Inmediatamente partimos hacia el Mamoní, que se puede correr todo el año. Camino hacia el punto de partida vimos que estaba más húmedo el área del Río Mamoní que la del Pacora. A las 3:10pm estábamos en el agua, listos para bajar el río: un poco tarde para mi gusto, pero solamente éramos Joaquín y yo, y el río no cargaba mucho volumen.



Nuestro plan original era remar el Pacora partiendo al medio día. Cuando llegué a recoger a Joaquín, este había dejado su remo en el estacionamiento de su casa ¿En qué estaría pensando? Entre la buscada del remo, una parada rápida para almorzar (autrápido del McDonald's), y la subida hasta San Miguel para ver el Pacora, se nos fueron las tres horas antes de poder meternos al agua.



Por suerte, el Río Mamoní siempre está en condiciones remables. Esta tarde nos tocó con el agua clara, el cielo azul, y el aire cristalino. Ya las flores de primavera se habían caído de los árboles, con la excepción de la Flor de Mayo - vimos un sólo árbol con sus flores en llamas. Ya no habían caracuchas, guayacanes, ni macanos floreados, todo estaba verde, del verde de las hojas nuevas. Todavía el nivel del río está bajo, el agua no lleva mucha fuerza, dejando muchas rocas expuestas que normalmente están bajo el agua.



Solamente éramos dos en el agua, cosa que no me gusta mucho en un tramo de río tan inaccesible como el Mamoní. Pero la remada iba a estar fácil con tan poca agua. También teníamos que bajar a balazo por qué a duras penas teníamos tres horas y media de luz, lo justo para bajar este tramo del río sin perder el tiempo, y sin contratiempos. Nos tomó prácticamente las tres horas bajar el río, tal como calculamos. No hicimos ninguna parada innecesaria, no jugamos en las olas (casi no habían), no llevamos nada de comer, y a nadie hubo que rescatar.



Pasé una tarde tranquila en medio del río, bucólica. Ahora es cuando hay que practicar las técnicas necesarias para cuando el río se pone con fuerza, y es buen tiempo para traer principiantes. Mi hombro izquierdo está resentido aún de un desgarre en el Río Grande. Me dolían las vueltas esquimales del lado izquierdo. Espero poder reforzarlo pronto para no andar manco en aguas turbulentas.



Conversamos sobre una caminata a lo largo del río, exactamente del largo de nuestra remada. Quiero regresar uno de estos fines de semana para recorrer de apuro, caminando, esta sección del río para tener una idea de cuanto puede tomar caminar esa sección. También quisiera tener una idea clara de cuan difícil, o fácil, sería hacer el recorrido, cuanto habría que nadar, si es que hay que hacerlo, y buscar un buen lugar para acampar.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Nuestro Hash

Ayer marqué el Hash junto con mi amigo Beto Pons. Las dos veces que hemos marcado juntos un Hash nos ha tocado hacerlo con lluvia, y la pintura que usamos no se pudo pegar bien a la calle. Aún así, llegó un buen grupo a correr y todos gozamos de la intensa lluvia que nos tocó durante el Hash. Qué gusto me da compartir todos los lunes con este variado grupo de gente. Hoy por hoy, sin duda, es el grupo de personas que veo con más frecuencia en mi vida.

Tengo amigos como Alberto, que son amigos desde la escuela, a quien veo con frecuencia. Pero también lo veo todos los lunes en el Hash. Al Hash casi que lo veo más a menudo que a mi familia. Solamente los que van a la misma iglesia todos los domingos tienen un grupo tan unido como nuestros Hashers. Nosotros corremos todos los lunes, llueve, truene o relampaguee. Lo principal que hay que tener para ser un miembro de nuestro grupo es tolerancia y un buen sentido del humor. Sin esos dos ingredientes la permanencia en nuestro grupo es difícil, o imposible.

Hoy día son más de 200 corredores los que están inscritos en nuestra lista de correo: panamahash@googlegroups.com. De esta forma nos comunicamos para saber donde será nuestra próxima corrida. Todos los lunes alguien se encarga de marcar una corrida y buscar las bebidas para compartir después del evento. Las corridas son diversas y variadas, siempre en lugar distinto. Entre 30 y 60 personas llegan a correr cada lunes. Tenemos toda clase de corredores: lentos, rápidos, altos, bajos, jóvenes y viejos.

Cada tanto tiempo organizamos un Hash Familiar en algún lugar del país -- vamos a correr al interior y luego hacemos una barbacoa y pasamos la noche, generalmente en toldas. Este últimos Hash Familiar fue en Gorgona, y el anterior fue en Sorá. Posiblemente el próximo sea en Taboga. Estos eventos son muy divertidos y nos permiten involucrar al resto de nuestras familias en la diversión y el ejercicio. Todos los que marcan los recorridos generalmente toman en cuenta que los corredores son diversos y hay que tener rutas alternas para tenerlos juntos a todos los que vienen a cada Hash.

Regresando a nuestro último Hash, vino poca gente a correr bajo la lluvia, alrededor de 30 corredores. Aún así llegaron 2 corredores nuevos y la mayoría de los más veteranos del Hash, los que no se espantan ante nada. Todos corrimos por los charcos de las calles y esquivamos las aceras resbalosas, cuidando de no meter el pié en un hueco escondido bajo las pulgadas de agua. Cuando regresamos al punto de partida, cada uno en su momento, la mayoría fue directo a los chorros de agua fría que caían de un techo -- no había sido suficiente el agua de la lluvia. Yo me fui temprano, junto con Lorena, pero me contaron que los birriosos se quedaron hasta tarde, como siempre.