jueves, 30 de abril de 2009

Leishmaniasis Positiva

[caption id="attachment_593" align="alignleft" width="300" caption="Lesión"][/caption]

Ahora si es oficial: tengo, o tuve, Leismaniasis. El miércoles en la mañana cuando regresé al Gorgas me salió positiva la prueba de Montenegro. La escoriación donde me inyectaron los promastigotes muertos de Leishmania estaba irritada y había reaccionado positivamente. Lo curioso es que ya las lesiones se ven mucho mejor.

Me ha costado conseguir el medicamento, pero ya lo encontré en la Clínica Especializada del Seguro Social. Todavía no he podido iniciar el tratamiento por que la receta que llevé no cumplía con el estándar que exige el Seguro Social. Ya conseguí la receta hecha a satisfacción de la CSS y el lunes debo tener las ampolletas en mis manos.

Lo curioso es que estoy sospechando que para esa fecha las lesiones ya van a estar secas y curadas. Cuando fui el lunes al Gorgas las lesiones estaban abiertas por que las había raspado con fuerza cuando estaba en la piscina de El Valle, relajándome por horas en el agua termal natural que mantiene la temperatura en 35 grados centígrados todo el año. El sábado y el domingo mi amigo Beto y yo nos dimos unas pedaleadas largas por los senderos de El Valle. Cuando las lesiones estaban blandas después de tanto tiempo en el agua les di una buena restregada. Es posible que haya logrado sacar todos los parásitos, pero esto todavía darías resultados positivos en la prueba de Montenegro.

También tendría resultados positivos en la prueba de Montenegro si en alguna vez anterior tuve lesiones de Leishmaniasis y estas se curaron solas. No creo que este sea el caso, pero es una posibilidad. Todo esto lo pienso por que estoy buscando una salida a las 40 inyecciones que tengo por delante. ¡No me atraen para nada! En este caso la cura casi parece peor que la enfermedad. 20 días atolondrado por el antimonio pentavalente no me parece relajo...

lunes, 27 de abril de 2009

Leishmaniasis

[caption id="attachment_537" align="alignleft" width="300" caption="Lesión de la piel"]Lesión de la piel[/caption]Todavía no es oficial que tengo leishmaniasis, pero tengo una fuerte sospecha que ese es el caso. La leishmaniasis es una enfermedad de las membranas del cuerpo causada por un tripanosoma y se contrae por la picada de una chitra portadora. Tengo un par de lesiones que no se han cerrado desde mi última caminata y eso levantó la seña de alarma. Desde que llegué de la caminata me estaba preguntando que podría haberme picado para dejarme ese par de lesiones tan incómodas.

Hoy cumplí 8 días de haber llegado del Camino Real y las lesiones han crecido, en lugar de achicarse. A estas alturas no tienen una cáscara que esté ayudando a que se recupere la dermis perdida. Todas estas cosas no son parte del proceso normal de recuperación de la piel. Prefiero pecar de cauteloso a esperar que este bicho vaya comiéndose mi piel mientras espero para ver si mi piel sana en las próximas semanas, como ya debió haber sucedido.

Esta mañana fui temprano al Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud en la Avenida Justo Arosemena. Prontamente me atendieron y pasé al laboratorio para que me diagnosticaran el problema. Ya tengo una cita para este próximo miércoles para ver el resultado de la primera prueba. Algo me inyectaron en la espalda y supongo que el miércoles debe haber una reacción en la piel que indique si estoy infectado por protozoos parasíticos. Espero que salga negativa la prueba por que no tengo ningún ánimo de pasar por el proceso de cura que es bastante incómodo. Esto lo se por que ya a mi amigo Luigi Alegre le paso, al igual que a mi madre.

martes, 21 de abril de 2009

Boquerón 2009

Este sábado 18 de abril partimos desde La Línea en Nombre de Dios por el Río Nombre de Dios hacia Boquerón Arriba, siguiendo lo que aproximadamente era El Camino Real desde Nombre de Dios hacia Panamá. Eramos 24 personas, 7 mujeres y 17 hombres, la mayoría miembros del Hash de Panamá. Mi esposa estaba un poco preocupada por que éramos un grupo muy grande, pero yo estaba cómodo por que conocía a todos de los que formaban el grupo y estaba seguro que la íbamos a pasar muy bien.


Como ya muchos del grupo han recorrido el camino anteriormente, la mitad aprovecharon la primera oportunidad para perderse en todo el inicio del viaje. En realidad se habían marchado por el río y nosotros por un sendero que salía al mismo río, pero más adelante. El grupo que se fue por el río perdió la confianza y decidieron regresarse y seguir el mismo sendero por el cual partimos nosotros. De ese momento en adelante todos quedaron alerta y más nunca necesité preocuparme por que se me fuera a perder alguién. Hasta cuando iba al baño me seguían después de esa primera separación.


El Río Nombre de Dios estaba algo seco y se notaba que no había estado lloviendo recientemente. El agua corría cristalina por el lecho del río. Un rebaño de ganado que se encontraba pastando en el sendero decidió que no querían nada con nuestro grupo y nos acompañó por varias horas, caminando justo al frente nuestro. Eventualmente pude pasarme al ganado en una curva ancha y mandarlos de vuelta a su dueño.


El próximo año cumpliré 20 años de estar caminando este sendero. Este año quedé muy triste por que finalmente la devastación la llevaron hasta un pequeño chorro que estaba dentro del bosque al pié del Cerro Johnson, en Brazo de Cedro. Como esta ladera era de una pendiente pronunciada, pensé que los moradores la respetarían por que no tendrían ningún uso para una tierra tan empinada. Este año cortarón una gran parte de este hermoso bosque al pie del cerro. La Quebrada Brazo de Cedro estaba más seca que nunca. Supongo que al ir perdiendo la cobertura del bosque sobre su nacimiento ahora recoge menos agua.


Es importante que hagamos algo por este sendero por que es de importancia histórica para nuestro país, y, de cierta forma, para todo el mundo. Este fue uno de los primeros senderos transcontinentales de América. Este lugar debe considerarse como un patrimonio histórico, marcarse y conservarse acordemente. Al menos este sendero ya esta sirviendo de fuente económica para alguna empresa local que está guíando turistas por el Camino Real. Al poco rato de adentrarme al bosque era obvio que algún grupo le ha estado dando uso regular por que habían marcas claras de los cortes del machete en las plantas cerca del sendero.


Aunque esta vez no traje cintas de agrimensura, todavía quedaban muchas cintas del último viaje que hicimos por esta ruta en febrero del 2008. La trepadada de Brazo de Cedro a los rieles del ferrocarril siempre cobra alguna víctima, esta vez sufrieron dos: Roberto Bruno sufrió un bajón de presión y Boris Bonilla se cortó con su propio machete cuando el filo se salió de su funda y le cortó profundamente el dedo que tenía expuesto alrededor de la vaína del machete. Por suerte esto fue lo peor que sucedería en todo el viaje. Nuestro grupo realmente estaba bien integrado y todo el mundo estaba en buenas condiciones físicas.


Este año la mayoría del grupo llegó poco después de las 4:00pm al campamento y pudimos disfrutar tranquilamente de un refrescante chapuzón en nuestra poza de aguas turbulentas. Pasamos un agradable rato en el chorro que está al lado de nuestro campamento. Como siempre, la charca azul estaba preciosa en su entorno de bosque verde que contrastaba contra el turquesa de sus aguas profundas. Es tan agradable el ruido del agua sobre la piedra.


Este año nos llovió en el campamento justo cuando el agua ya estaba a punto de hervir. Todo el mundo salio veloz a buscar refugio del agua. Por suerte, yo me había vuelto a poner mi ropa húmeda después del baño y no me importó mojarme. Nuestra cena fue una riquísima cena de pesto fresco. Yo había hecho un pesto ver tradicional y Teresa había hecho un pesto con tomate seco que estaba delicioso. Nuestro grupo se quedó en una alegre tertulia hasta que se acabó todo lo que habíamos llevado para amenizar la cena. Creo que las 11:00pm ya estaba dormido en mi hamaca.


En la madrugada volvió a llover. Cuando ya había algo de luz me pusé mi ropa húmeda y comencé a desarmar mi campamento. Antes de las 7:ooam ya estaba tomándome una taza de café caliente y una avena. A las 8:00am, puntuales, ya estábamos nuevamente en movimiento. Esta vez no saqué el machete de su funda para abrir trocha en este segmento de bosque que bordea el cañón del Boquerón. Estaba bien despejado el camino. En todo caso, era obvio que le habían dado bastante uso en este verano. Pero el grupo que le estaba dando uso siguió un sendero que normalmente no recorría que salé hacia la derecha de los rieles. Ese sendero fue el que usamos el año pasado para mostrarle a los españoles de La Ruta Quetzal donde se unía el Río Longué con el Boquerón.


Nuestro segundo día en el camino fue, si era posible, más divertido que el primero. Realmente el grupo se había integrado y todos estábamos gozando enormemente de la compañía del resto. Por suerte todos habían empacado muy juiciosamente y las mochilas venían livianas. Esto permitió a todos gozar más del camino al estar libres del peso sobre sus espaldas. Además, ya no quedaba mucho peso líquido dentro de las mochilas. Ahora toda el agua la tomábamos directamente del río.


Tengo más de 500 fotos de este viaje. Habían por lo menos 5 personas tomando fotos. Yo tomé 292 fotos y unos vídeos. Henrik y Alberto me pasaron unas 180 fotos cada uno. Y todavía me faltan las fotos de Robert, Joaquín y Atenas. Roberto Bruno también debe haber tomado unas fotos espectaculares. El era el único que llevaba una enorme SLR y, además, tiene buen ojo para encuadrar sus sujetos. Ya estoy subiendo las fotos que tengo a nuestra galería de fotos.


Para el final del día teníamos los chorros del Boquerón esperando. Lástima que la mayoría decidió seguir de largo y llegar directamente al bus que nos estaría esperando al final del camino. El agua estaba sabrosa en los chorros y gozamos de un buen baño para llegar frescos a casa. Cuando nos montamos al bus, un grupo quería tomarse una pinta bien fría y terminamos en una cantina con música al lado del camino. ¡Se formó un bailoteo! Nadie hubiese pensado que este grupo llevaba 2 días caminando y que había salido de 35 kilómetros de bosque y río. ¡Qué grupo tan bárbaro!

miércoles, 15 de abril de 2009

Camino Real

Una vez más vamos a caminar el Camino Real. Esta vez vamos con el grupo más grande que he llevado por ese camino. Ahora mismo hay 29 personas en la lista (la capacidad del bus Toyota Coaster) y hay gente esperando cupo. Va a estar apretada la dormida por que no estoy seguro que tanta gente quepa en la pequeña península donde acampamos a orillas del río. Vamos a tener un culebrón de gente en la parte del camino en que caminamos por los rieles del viejo ferrocarril. Pero el grupo será muy divertido y la pasaremos fantástico.

La última vez que caminé con este grupo tan grande, la gente del Hash, fue en el 2006. Aquella vez también llenamos un Coaster, pero al modelo viejo no le cabía tanta gente. Creo que la mayoría de los que vienen esta vez ya anteriormente han caminado por este sendero. Muchos, al igual que yo, esperamos con ganas la próxima oportunidad de atravesar este pequeño tramo de bosque tropical húmedo (selva). Cada año hay menos bosque en este recorrido a medida que la tala se va comiendo los bordes de este camino. ¡Que lástima!

Ya tengo mi mochila lista y pesada. Ahora mismo pesa 16 libras exactas y solamente me hace falta agregar los emparedados que me voy a comer durante el camino. Tengo que esperar hasta el viernes para hacerlos. También estoy buscando arándano agrio para mezclar con almendras. No encontré la bolsa de 5 libras que generalmente compro. De repente puedo reemplazar esta mezcla con maní y pasitas, que hace tiempo no llevo en mi mochila.

Voy a estrenar unas polainas de Mountain Hardware que he comprado hace rato y nunca las he usado. Son para evitar que se metan pequeñas piedras y arena en las zapatillas cuando camino por el río. Ni recuerdo desde hace cuanto las tengo, pero creo que llevo rato esperando para probarlas. Ojalá no se me queden nuevamente en el apuro de la salida a las 4:ooam este sábado.

La gran incógnita de siempre es la lluvia. ¿Nos lloverá esta vez? ¿Cuanto lloverá? Por supuesto que voy preparado para que llueva. Por algo el lugar a través del que caminaremos se llama "La Sierra LLorona". Espero que no nos decepcione con un clima excelente. Eso podría ser algo aburrido. Pero también espero que no llueva a la hora de la cena, que sería algo incómodo. Pero la lluvia durante la noche siempre hace más placentera la dormida. Ya veré qué nos toca.

lunes, 6 de abril de 2009

Mamoni Cristalino

[caption id="" align="alignleft" width="150" caption="Alex"]Alex[/caption]

El Río Mamoní nos recibió este año con todo su esplendor: cristalino y tranquilo. Normalmente no bajamos el Mamoní con un novato como Chicho, pero, como aún no caen las lluvias, decidimos llevarlo. El Mamoní estaba cristalino, cosa que es difícil (casi imposible) encontrar en el invierno. Por suerte el río es profundo y en el verano mantiene suficiente agua para poder bajarlo sin problemas.

Chicho, Alexandra, Joaquín y yo la pasamos muy bien en el río. El viaje fue largo ya que no había mucha corriente a través de la mayoría del río. Nos tomó 5:30 bajar el río. La última vez que bajamos el Mamoní este invierno pasado nos tomo 3:30. Pudimos ver con claridad las piedras en el fondo de muchas pozas que normalmente están cubiertas por aguas blancas. El Salto nos dejó ver claramente las piedras que lo hacen volverse una espuma humeante. También pude ver que se pueden hacer entradas verticales desde un costado del cañón donde el agua es profunda, justo después de El Salto (Mama Grande).

El río estaba tan tranquilo que Chicho, en su primera bajada de una sección con rápidos, lo pudo hacer sin voltearse en ninguna sección de corriente. En un tramo fácil se volteó justo al frente mío, por nada especial, y nadó inmediatamente. Ni siquiera intentó hacer el rol esquimal. Las partes más difíciles en el caño si las caminó, como "La Zeta" y "La Ese". En "La Ese", por cierto, pude apreciar claramente por qué hay un hueco tan poderoso al final. Con poca agua hay un escalón diagonal formado por una roca larga que forma una caída de 2'.

En las partes estrechas del río se podía aprecias la diferencia en el nivel del flujo del río durante el invierno. En algunos lugares era hasta 5', como en la "Piedra del Colombiano". La "Piedra del Colombiano" estaba totalmente expuesta y se podía ver claramente el efecto de colador que forma este peligroso bulto en el cause del río. Todo el río normalmente le da directamente a esta piedra y una gran parte del flujo se mete por debajo de la misma. Pudimos ver claramente como el agua salía por la parte trasera de la piedra, como si fuese un colador.

En el cañon, después de "La Zeta", habían unos árboles pipones completamente en flor. Mientras almorzábamos en la sombra a un lado del río podíamos ver las semillas flotando en el aire, suspendidas en su algodón que les permite dispersarse sobre el viento. Es muy agradable pasar un día tranquilo en el río. ¡Qué diferencia entre la tranquilidad de este paseo y la emoción del Río Grande hace 2 semanas!