sábado, 5 de diciembre de 2009

80K - American River

Algunas metas tienen que esperar más que otras, desde hace un par de años estoy esperando la oportunidad de correr el American River 50. Ya le puse fecha a esta carrera. Acabo de inscribirme para correr estos 80 kilómetros el 10 de abril. Lo mejor de todo es que creo que voy a conseguir que mi hermano Rogelio me acompañe. Estoy seguro que no se va a querer quedar atrás en esta aventura.

Todo en su debido momento... Aún cuando esta meta se ha demorado en llegar a tiro de piedra (todavía no la he logrado), ahora es el mejor momento para atacarla. Poco a poco he logrado aumentar mi ritmo de marcha base, y este año logré correr el maratón en 3:33:13, bien cerca de los 5 minutos por kilómetro. Ese paso para mi se ha vuelto muy cómodo. Antes, hace muchos años, 4 minutos por kilómetro era un paso al que entrenaba regularmente, pero también corría distancias más cortas. Ahora no tengo la velocidad de la juventud, pero tengo un paso que me lleva lejos, y la experiencia de la madurez ¡Já! Ni yo me lo creo... Soy un bulto que va lento pero lejos, sin prisa pero sin pausa.

No hay caso - ya pagué mi inscripción para el American River 50, antes que se llenen los 750 cupos (que nunca se han llenado). Ahora me quedan 4 meses para fortalecer mis piernas, entrenar mi corazón, y sentirme cómodo con la distancia esa, 80K. Lo mejor de esta carrera es que me va a motivar a salir más a correr fondos por los senderos de El Valle. Ya estoy trazando los lugares nuevos por los que pretendo perderme. Y este es el momento justo para eso, ahora que están parando las lluvias los senderos de El Valle se van a secar un poco, haciéndose menos difícil transitarlos corriendo.

Ya me imagino recorriendo, en una mañana, los circuitos que me toman días caminar. De verdad que me entusiasma pensar en lo mucho que voy a disfrutar la preparación para esta futura prueba. Esta vuelta larga traerá beneficios múltiples.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Ironman Cozumel 2009

[caption id="attachment_820" align="alignleft" width="300" caption="Pedaleando en el Ironman"]Pedaleando en el Ironman[/caption]

Terminé, finalmente, el Ironman Cozumel 2009 en 13:41:47.  Quedé de 810 entre 1,827 participantes. Logré más de lo que esperaba, que solamente era terminar, sin mayores espectativas. El Ironman resultó ser un excelente evento, apropiado para mi ritmo (sin prisa, pero sin pausa). Justo antes de iniciar la competencia tenía serias dudas al respecto por que, en realidad, no había entrenado mucho.

Los días antes del evento veía a muchos montando bicicleta, nadando y corriendo por todos lados. Yo pensaba: "nada más que tengo diesel para un recorrido, no lo voy a gastar tan temprano". Pero al final si nadé un poco y monte algo de bicicleta. Tenía tanto tiempo de no montar bicicleta que decidí acondicionar mi trasero un poco para aminorar el dolor que, de seguro, me iba a causar pedarlear unas 7 a 8 horas. A principios de mes, en La Yeguada, había nadado la laguna entera, 2 veces, y sabía que podía hacer los 3.8 kilómetros de la natación. Pensé que me tomaría una hora y 40 minutos completar la distancia sobre la base de la nadada de La Laguna de La Yeguada, que mide unos 1,750 metros cuando está llena. Con esos tiempos me quedaban casi 7 horas para gatear hasta la meta una vez que me bajara de la bicicleta.

El inicio de la carrera fue muy emocionante: casi 2,000 competidores en el muelle del parque de Chankanaab en Cozumel, todos llenos de pólvora, a punto de estallar. Cantaron el himno de México, saltaron delfines frente a nosotros, y vimos la partida de los profesionales unos 15 minutos antes que la nuestra, que era a las 7:00 am. Poco después que partieron los elite y los profesionales nos mandaron a tirarnos al agua para esperar la partida. Yo tomé hacia la derecha y luego vi que por la izquierda había menos gente y corrí en esa dirección para meterme al agua. Mientras corría, y sentía mis piernas, pensaba que no había forma que me iban a poder llevar hasta la meta, no me sentía cómodo.

Luego, en el agua, flotaba entre otros 1,750 atletas de las categorías por edad, éramos el bulto del evento. El agua estaba cristalina, bastante tibia, muy cómoda. Mi plan para la nadada era nadar en la estela del competidor que me quedara por delante. Si otro nadador me pasaba, me cambiaría de remolcador hasta encontrar quien me pudiera llevar hasta la transición al límite de mi esfuerzo. Habían tantos nadadores que siempre pude nadar detras de alguien, aprovechando el esfuerzo que mi remolcador hacía para partir el agua frente a él, o ella. Nunca paré de nadar, toda la distancia enfocado frente al par de piés que tenía a pocas pulgadas de la punta de mis dedos. De a milagro saqué la cabeza del agua para asegurarme que fuéramos en la dirección correcta - yo confiaba que la persona delante de mi sabía lo que hacía. Cuando salí del agua había cubierto la distancia en 1:13:23 ¡Increíble!

Caminé tranquilamente hacia el lugar de transición para recoger mi bolsa con la ropa de la bicicleta. En el camino paré a darle un beso y un abrazo a mi esposa que estaba en el barandal al lado de la alfombra por donde teníamos que movernos del agua a la tolda para cambiarnos. La tolda estaba llena de competidores, caliente y húmeda. Cuando terminé todo el proceso y finalmente salí con mi bicicleta para la próxima etaba habían pasado 13 minutos. Hice una transición de amateur... Rutger Beke de Bélgica, el ganador de la prueba, había hecho su transición en 46 segundos. Tengo mucho que mejorar para el próximo Ironman (ayuda el no tener que cambiarse de ropa).

Para la bicicleta había decidido confiar mi alimentación a los puestos de abastecimiento del Ironman. Iban a tener Powerbars, Powergels, Gatorade, frutas y agua cada 10 kilómetros. Eso parecía más que suficiente para mantener mi cuerpo nutrido durante la pedaleada. Llevé tylenols (2 sobres) para tomar analgésicos y amortiguar el dolor del trasero, los piés y las manos. Al final no fueron muchas las molestias que sentí en la bicicleta (más fue la preocupación). Al principio estaba rodando a una cadencia alta y no estaba avanzando muy rápido contra el viento que soplaba. Luego de unos 30 kilómetros cambié de estrategia y puse el plato grande y apliqué torque a las bielas. Inmediatamente comenzó mi promedio a aumentar sin desgaste a las piernas.

Poco a poco, en la bicicleta, fui pasando a otros ciclistas. En ciertos tramos podía ver un cordón contínuo de bicicletas que se extendía hasta donde llegaba la vista. Pasé las próximas 6 horas pasando gente en la ruta de la bicicleta. Por supuesto que también me pasaban algunos, pero eran los que menos. Eventualmente fui encontrando un grupo de ciclistas con los que compartí la mayoría del recorrido. Por momentos me dejaban atrás, luego los alcanzaba, y rodábamos juntos, en fila, por ratos. El recorrido de la bicicleta eran 3 vueltas de 60 kilómetros. Cuando estaba por completar la primera vuelta escuché la sirena del vehículo que escolta a los élite - me pasaron como si estuviese parado, un grupo de 3 competidores. Luego me fueron pasando los otros profesionales.

En el camino me alcancé a varios de mis compañeros de Panamá que habían nadado mucho más rápido que yo. Camilo y Alexei habían nadado en 57 minutos cada uno, 16 minutos menos que yo. A Camilo y Eladio nunca los alcancé, ni a Roger, Tato y Ramsés. La parte que más me gustó de la bicicleta eran las vueltas dentro del pueblo. Me imaginaba que estaba en un Tour de France, rodando por las calles a alta velocidad, compitiendo por la malla amarilla. Pensé de todo durante las 6:45:39 que duró mi pedaleada. Cuando me tocó la recta final hacia el pueblo de Cozumel decidí dejar todo lo que tenía en ese tramo. Ya sabía que podía caminar hasta la meta y terminaría el Ironman en menos de 17 horas, el tiempo de corte de la carrera. Cada tanto tiempo me paraba en los pedales y aceleraba la marcha. Luego la mantenía un rato y, cuando estaba perdiendo momento, me paraba nuevamente. ¡Qué emoción fue llegar a la transición y ser ordenado a parar de pedalear!

Mi siguiente transición fue más decente, saliendo a correr 5 minutos después de haber llegado en la bicicleta. Rutger Beke había hecho su transición en 1:15 e Yvonne Van Blerken, la ganadora femeninan la había hecho en 1:39 (ella pedaleó los 180 kms. en 5:03:44). Salí de la transición caminando y comiendo. Aprovechaba para reabastecerme de energía para el esfuerzo que me faltaba, y ya estaba seguro que terminaría. En este año había corrido 2 maratones, uno en 3:33:13 y otro en 7 horas (en los senderos de El Valle). Lo que faltaba ya era terreno conocido para mi. Solamente me faltaba un maratón para ser un Ironman... ¡Yo sé como correr y terminar un maratón!

Pero la realidad es algo diferente - 2 semanas antes me había lesionado la pantorrilla izquierda y no podía correr con libertad. Temía volver a lastimarme y tener que cojear por 42 kilómetros. Mi plan para el maratón era caminar y correr, siempre manteniendo mi pulso en un rango cómodo y mis músculos frescos. Cuando corría, corría rápido y con buena forma. Casi todos mis compañeros que había dejado atrás en la bicicleta me fueron pasando en la corrida. El circuito eran 3 vueltas de 14 kilómetros por el Boulevard de Cozumel. En recorrido excelente, con vista al mar. También era un recorrido a través de una horda de mosquitos. Pero como éramos 1,827 corredores no quedaban tantos mosquitos para cada uno de nosotros.

Yo logré mantener mi plan a través de todo el maratón. Después de un rato volví a alcanzarme a varios de los que me pasaron al principio. Al final me volví a pasar a Chris, Eliezer, Roberto, Alfredo y entré a la meta junto con Isabel Sirera, que fue la más rápida entre las panameñas. Pero la mejor fue Malinka Badiola, que quedó de primera en su categoría. Cuando estaba en la recta final Alfredo Abood volvió a pasarme - ya venía como un bólido hacia la meta. Yo traté de unírmele, pero no pude. Me apegué a mi plan y seguí caminando y corriendo por el kilómetro que me faltaba. Cuando vi la marca de los últimos 300 metros aceleré hasta donde pudé y dejé algo en reserva para los últimos 20 metros. Muchos entraban caminando y bailando ese tramo sobre la alfombra triunfal. Yo entré prendido en llamas, deseoso de acabar de una vez por todas esta meta que tenía en la mira desde hacía 18 meses. Cuando crucé la meta el animador dijo ¡Irving Bennett, eres un IRONMAN!

Yo recogí mi medalla, tomé mi camiseta de "Finisher" (nada más se la dan a los que cruzan la meta), Gatorade, agua, un pedazo de pizza y salí huyendo de el tumulto que había en esas toldas. Me senté sólo en la calle a disfrutar mi pizza de Domino's, calientita. Estaba ileso, entero, y contento por haber logrado algo que me me asustó por un rato. Pero ya le corté la cabeza a ese dragón... No me va a molestar nunca más. Ya tengo el número 689 para el Ironman Cozumel 2010. Tengo un par de detalles que arreglar en mi desempeño y espero que mi próximo tiempo tenga un 12 por delante (o un 11, pero lo dudo).

martes, 10 de noviembre de 2009

Primer Maratón de El Valle

[caption id="" align="aligncenter" width="384" caption="Listos para la partida"]Listos para la partida[/caption]

Sobreviví al primer maratón de montaña de El Valle. Aún cuando sabía claramente en lo que me estaba metiendo por que yo había diseñado parte de la ruta de la carrera, correr 42 kilómetros por los senderos de El Valle resultó agotador. Hacía tiempo no sentía mis piernas tan acabadas durante una carrera. Curiosamente, por que caminé gran parte de la subida de vuelta a El Valle, mi cuerpo salió casi ileso del evento: no tenía ampollas, no estaba sollado por ningún lado, y las tetillas estaban en perfecto estado a pesar que se me pasó ponerles un bendaje. Lo mejor del evento fue compartir los senderos con tantos corredores, tantos amigos.

Conocía a 15 de los 20 que corrieron el maratón completo, y al menos a 25 de los 55 que corrieron los 21 km. de la media maratón. Realmente éramos un gran grupo de amigos disfrutando una carrera por las montañas. Lástima que la primera loma nos separó a todos. A menos de un par de kilómetros de la partida había que ascender las faldas del Cerro Cariguana para salir de la olla que forma el borde del cráter de El Valle. Jamás logré ver a los punteros de la carrera. En cuanto sonó la partida estos salieron como gacelas para no volver a aparecer más nunca. Solamente logré volver a ver a los líderes del maratón cuando venían de regreso a El Valle después de hacer su giro al final de la bajada.

El recorrido de la carrera era como una letra "q" - un circuito de 21 kms. hacía el círculo de la "q" y una bajada de 10 1/2 kms. hacía el palito de la "q" (con su respectiva subida de regreso). Mi plan para la carrera era muy sencillo: correr las bajadas y las partes planas, caminar las subidas. No contaba con que después de un rato, cuando ya llevaba unos 35 kilómetros, hasta las bajadas iba a tener que caminar. Para los últimos 5 kilómetros ya no tenía gasolina en los muslos para más nada. Aún así, este maratón resultó mucho más agradable que el último maratón de la ciudad de Panamá. En ese maratón estaba haciendo un gran esfuerzo y los últimos kilómetros fueron una agonía. En este maratón iba de paseo, literalmente tomando fotos.

jueves, 29 de octubre de 2009

Fun 2010

[caption id="attachment_797" align="alignleft" width="300" caption="Jackson Fun 2010"]Jackson Fun 2010[/caption]

Ya llegó mi nuevo Jackson Fun 2010 a Miami. Mi Fun anterior me ha dado tanto gusto que estoy ansioso por ver cómo han podido mejorar este excelente kayak. Ya llevo un par de temporadas remando el Fun 2007 de Jackson y no tengo ninguna queja, solamente buenos recuerdos. Es un bote algo apretado, eso si, y por eso quiero ver que diferencia hace el galón adicional de volumen que va a traer este nuevo bote.

Los colores están un poco carnestoléndicos, pero esa parte no me importa. La verdad es que pude haber pedido el bote en un color sólido, pero me gustó el potpurrí de colores que trae el modelo que pusieron en la página de Jackson. Ya veré que colores me tocan en mi bote.

lunes, 12 de octubre de 2009

Nuevos Kayaks y Sus Remeros

[caption id="Mamoní" align="alignleft" width="150" caption="Mamoní"]Mamoní[/caption]

Este domingo fuimos a remar en el Río Mamoní. Fuimos Joaquín, Andrés, Luis Angel, Robert y yo a remar nuestros Jackson Kayaks - la mayoría nuevos. Desde hace algún tiempo hemos estado trayendo kayaks para aumentar nuestra base de remadores para poder contar con nuevos compañeros en el río. Ayer fue un día especial: llevamos tres nuevos remeros al Río Mamoní. Por suerte el nivel del río estaba algo bajo, apropiado para remadores que están todavía en sus remadas iniciales. Ya Joaquín había llevado a Andrés, a Robert y a Luis Angel a remar anteriormente, y todos habían aprendido el rol en la piscina.

¡El día fue excepcional! Con la excepción de la crema de sol (que nadie se puso) todo salió espectacular. Practicamos el rol en masa, hicimos ferries, nos metimos en eddies, practicamos peel outs, y bajamos todos los chorros. Mama Grande me tentó, pero todavía no logro la confianza para aventarme por ese chorro. Andrés, Robert y Luis Angel nadaron cuando en algún momento u otro les falló su rol de combate. Robert fue el primero cuando se inclinó al lado equivocado justo antes del primer rápido difícil del Río Grande. Por suerte Robbie tiene bien dominado el arte de escapar de su kayak cuando todo lo demás falla. Eso es bueno por que nos dió amplias oportunidades para practicar nuestra técnicas de rescate.

Luis Angel fue el primero en bajar Mamita (de los nuevos) y lo hizo de manera segura y bien lograda. Luego Andrés se aventó y también bajo ese chorro con buena forma. Como no me dieron la oportunidad de sacar la cámara, ambos fueron por una segunda vuelta para que les tomara fotos. Mientras, Robbie le sacaba el agua a su bote. Había nadado en el Jardín de Piedras justo arriba del chorro Mamita. En la segunda vuelta Luis Angel bajo bien el chorro pero luego su kayak quedó contra la pared de la ribera izquierda y la corriente lo volteó. Cuando Luis Angel intentó su rol la pared lo detuvo e impidió que saliera del agua, dos veces. Supongo que el ruído de la caída de agua impidió que pensara en tratar el rol del otro lado, o de empujarse de la pared, pero nadó. Ya para ese momento llegó Robert y también bajó Mamita sin mayores problemas.

Andrés, luego de practicar el rol una cantidad bárbara de veces, comenzó a fallar el rol en aguas tranquilas. Iba a practicarlo y no lograba salir del agua. Todos los remadores nuevos nadaron el domingo. Me parece bien... Eso los dejará con ganas de mejorar su rol para evitar tener que sacarle el agua al kayak tantas veces. La verdad es que después de un rato es agotador pasar por el proceso de auto-rescate y tener que prepara el kayak para seguir bajando. Robert fue el que más problemas encontró, pero también tenía el bote más inadecuado para aprender: Robert estaba remando un Fun, que es un excelente kayak, más apropiado para remadores intermedios y avanzados. El Fun es mi bote favorito por su bajo volumen, buenos bordes y por ser fácil de surfear. Los demás remaron Heroes, que son kayaks más apropiados para aprender y para remar ríos con gran caudal y en situaciones difíciles.

Al final del día, que pareció eterno, todos estábamos en buenos ánimos y con ganas de regresar pronto. Robert, Andrés y Luis Angel quedaron debiendo un bootie bong (tomarse una cerveza en su bota de neopreno) por haber nadado. Si vuelven a nadar la próxima vez no se la perdonaremos. Mientras nos refrescábamos al final del río montamos los cinco botes al auto. Esa es una tarea difícil con tantos ingenieros de diferentes escuelas. Por suerte los botes lograron regresar de vuelta a la ciudad sin percance. No siempre es posible montar de manera segura esa cantidad de kayaks. Es fácil amarrar 4 botes en las barras, pero 5 botes ya es más problemático. Nos tomó 6 horas 30 minutos bajar el río por que no había mucha corriente. Cuando el flujo de agua es mayor puede que tome la mitad de ese tiempo para hacer el mismo recorrido.

Quedé muy contento con la compañía en el río. Esa es la mejor parte de bajar un río con buenos amigos. Ahora estamos regresando a aumentar nuestra comunidad de remeros que ha sufrido varias pérdidas recientes: Jorge Patricio se dislocó un hombro, Tino se fue de Panamá (de vuelta a su país natal), Javier se ha vuelto un hombre de playa y a Ian el trabajo no le permite remar con frecuencia. También perdimos a nuestro mayor impulso del deporte, al gran Gary Vaucher, que falleció en una accidente de helicóptero. Hay varios otros remeros pero no es fácil traerlos al río. Este grupo de remeros nuevos están con los ánimos prendidos, que es lo importante.

martes, 6 de octubre de 2009

Tres Hermanas a El Valle

[caption id="attachment_1371" align="alignleft" width="300" caption="Rompy y Lorena"][/caption]

La semana pasada caminamos desde Tres Hermanas hasta El Valle de Antón. Tres Hermanas queda en el extremo noroeste de la provincia de Panamá. Desde allí se camina prácticmanente sur a lo largo del Río Indio para llegar a El Valle de Antón. Esta camianata, junto con la que hicimos hace un par de semanas, casi que completa una ruta para caminar hasta el Mar Caribe desde El Valle. Hacía tiempo no hacía este recorrido en dirección sur ya que los últimos años hemos caminado (corrido) este sendero en dirección norte como parte del Reto del Indio.

Comenzamos 18 personas, pero las 2 jóvenes que Jorge Patricio apuntó a última hora se rajaron en la primera loma. La verdad es que la caminata inicia con una loma bastante intimidante que sube unos 200 metros en un par de kilómetros. Después de más de media hora de estar caminando loma arriba las jóvenes decidieron que todavía estaban a tiempo para regresar a la ciudad a tiempo para pasar un buen fin de semana, con aire acondicionado y una buena rumba. Sabia decisión...

Nuestro destino para el primer día era Río Indio de Los Chorros. Los Chorros es es el primer caserío a orillas del Río Indio que toparíamos en nuestra ruta. Antes pasaríamos por Ríecito, Las Claras Centro, Las Claras Arriba, y El Harino. La calle para llegar hasta Tres Hermanas estaba bastante buena. Necesitamos de un Coaster para llegar hasta El Límite, y luego un par de pickups 4x4 para llegar hasta Tres Hermanas. Los buenos caminos son el producto de la política que acaba de pasar. Martín Torrijos mandó a arreglar tantos caminos que ahora hay muchos menos senderos que antes. Progreso...

En Los Chorros hay un rancho que usan para reuniones de la escuela y para comedor de los niños durante las clases. Ese rancho nos dió buen servicio para nuestro acomodo. Esa noche la pasamos muy bien conversando sobre el camino y, luego de la cena, en una cantadera que duró hasta tarde en la noche (hasta que se acabara todo lo que había para tomar).

El domingo estábamos en el camino desde las 8:00am. La verdad es que tomamos el inicio de la jornada con bastante tranquilidad. Yo pasé ese día muy mal por que tenía el principio de un virus que me duró toda la semana (parvovirus B19, Quinta Enfermedad). Inclusive ya tenía fiebre cuando llegamos a Jordanal. Ahora los 4x4 están llegando a Jordanal y el camino ya no es un sendero de allí en adelante. Luego de un breve pow wow todos decidieron que era hora de montarnos en un transporte y llegar rápido a El Valle. Nunca hubiese estado más de acuerdo con una decisión como esa. Yo estaba vuelto leña con la fiebre.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Mountain Laurel Revelation

[caption id="attachment_768" align="alignleft" width="300" caption="Bolsillos de Dyneema"]Bolsillos de Dyneema[/caption]

He tenido una revelación, en ocasiones dos bolsillos se convierten en una mochila. Entré a Mountain Laurel a comprar una par de bolsillos para mi mochila Golite Jam. La versión nueva de esta mochila tiene unos bolsillos muy convenientes en la correa y hace tiempo he estado pensando al respecto. Visite http://backpackinglight.com para ver que tenían que decir al respecto y encontré un buen par de bolsillos para mi mochila y hasta el material era el mismo, y del mismo color (Dyneema gris con rayas blancas). Los compré inmediatamente. Allí debió terminar todo el asunto.

Pero de curioso me puse a ver qué más tenían y encontré una mochila de Cuben que pesaba 6 onzas y no pudé resistirme. Como ya había hecho todo el trabajo necesario para ordenar los bolsillos, resultó muy fácil añadir la "revelación". Esa mochila pesa 1 libra menos que mi actual mochila, que ya pesa muy poco. La excusa que me convenció es que la puede usar mi mujer cuando me acompaña en las caminatas. Yo comprendo que es una excusa, pero sirvió para convencerme a mi mismo.

Cuben es un tremendo laminado de materiales y fibras exóticas que se usa para fabricar velas para veleros de regatta. Cuben es muy liviano y a la vez fuerte. Tal vez tiene el inconveniente de no ser muy resistente a la abrasión, pero por experiencia estoy seguro que esta característica no me va a dar problemas: yo suelo cargar la mochila en mis espalda y no la arrastro por el piso regularmente. Dyneema, el material de la Golite es mucho más resistente a la abrasión y solamente un poco más pesado.

Lo que hace ha a la mochila Revelation 1 libra más liviana es, además del ahorro en peso del material, su diseño minimalista. La Revelation no tiene un bolsillo con cremallera en la parte de atrás, no tiene correas con broches para comprimir la carga, y tampoco tiene acolchonamiento en la espalda. Pero estos pequeños inconvenientes no son gran cosa y la mochila los supera con una cuerda que se puede apretar para comprimir la mochila y el acolchonamiento lo da la espuma de poliuretano que siempre meto enrollada dentro del bolsón principal. El diseño de la mochila solamente es apropiado para cargar menos de 20 libras, pero eso es lo que está pesando mi mochila completa normalmente (menos en realidad). Lástima que se va a demorar un rato en llegar... La podría usar este mismo fin de semana.

[caption id="attachment_767" align="alignleft" width="150" caption="Dorso"]Dorso[/caption]

[caption id="attachment_766" align="alignleft" width="150" caption="Tiras y Correa"]Tiras y Correa[/caption]

[caption id="attachment_765" align="alignleft" width="150" caption="Costado"]Costado[/caption]

sábado, 12 de septiembre de 2009

Tres Hermanas a La Encantada

[caption id="attachment_760" align="alignleft" width="300" caption="Jordi y Jorge Patricio"]P9103056[/caption]

Ayer regresamos Jordi, Jorge Patricio y yo de un viaje exploratorio que nos llevó desde Tres Hermanas hasta La Encantada, a orillas del Río Indio. Nuestra intención original, muy ambiciosa, era llegar hasta la Boca de Río Indio. Sabíamos que iba a estar difícil llegar hasta el mar desde Tres Hermanas, caminando, en un par de días. Aún así llegamos bastante cerca de cumplir nuestra meta. El terreno estaba algo más difícil de lo que esperábamos, y el calor de caminar por tierras bajas y pantanosas fue agobiante.

Parte de la idea del recorrido era completar una ruta que nos pudiese llevar de mar a mar, desde Chumico hasta Boca de Río Indio, sin tener que usar bote. Básicamente, el Río Indio es el principal medio de transporte del área donde estábamos caminando y en el mapa es difícil encontrar una ruta que conecte desde Boca de Uracillo hasta Boca de Río Indio. Mientras uno más se acerca al mar, más difícil se hace avanzar por tierra hacia el norte - las quebradas que se unen al Río Indio se van poniendo más profundas y la tierra se vuelve fangosa, el río merodea por todos lados, y los senderos no lo llevan a uno hacia el mar. Aunado a esto, la temperatura y la humedad le roban las fuerzas al cuerpo. Caminar por las ciénegas no es para los débiles.

La ruta la saqué de los mapas de Las Marías, Cuipo Y Palmas Bellas. Hice una pista para el GPS trazando los senderos que parecían más prometedores para el recorrido: más secos, más directos y algo de simple divinación. Después de la mitad del primer día, cuando recorrimos la ruta fácil y conocida, todo se desarmó rápidamente y quedamos siguiendo rutas alternativas. Desde Tres Hermanas hasta Boca de Uracillo fue sencillo navegar. Cuando intentamos seguir la ruta desde Boca de Uracillo a El Jobo, todos los tiros salieron por la culata. La gente no recorre esa ruta regularmente, y la ruta trazada en el mapa estaba en desuso. Después de batallar loma arriba (había que cruzar el "cerro" más alto del vecindario) nos vimos al final del sendero frente a una muralla de vegetación, tarde en la tarde, y con mucho terreno por recorrer.

En ese momento mi cuñado, Jordi, recordó un detalle importante que nos había dado un morador de Boca de Uracillo en respuesta a mi pregunta: ¿Aquí hay cerveza? Nos dijo que había una cantina en El Limón. Como El Limón no estaba en nuestra ruta, yo descarté ese detalle. Jordi lo guardo para futuras referencias. Esa futura referencia había llegado. El Limón estaba a la vista desde donde estábamos, trepados en el cerro más alto, pero nuestro destino de inteción estaba muy lejos aún. El plan B entró en acción rápidamente y encontramos unos moradores que hicieron posible ponerlo en acción sin complicaciones. Al poco tiempo estábamos en El Limón tomándonos una pinta fría enfríada por una nevera a gas en el medio de la nada. La verdad es que nada le gana al conocimiento del terreno - las cartas topográficas solamente dan una representación aproximada del terreno, pero los lugareños tienen la información que realmente vale la pena tener: por donde caminar, y donde darle agua al caballo.

Al día siguiente, después de una agradable noche en el Jardín Aquí es mi Tierra, hicimos un pow wow para decidir nuestro nuevo plan de acción. Todo el trabajo que diligentemente había hecho, la ruta en el GPS, quedó inhabilitado. Decidimos que nuestro nuevo rumbo sería La Encantada, a orillas del Río Indio. Habían un par de tramos en blanco en los que teníamos que imaginar como podríamos conectarlos. Esta es una de las razones por las que he demorado tanto tiempo en unir Boca de Uracillo con Boca de Río Indio. La mayoría de los senderos son en dirección esta a oeste en el mapa. Hay senderos norte a sur, pero pocos aparecen unidos y, claramente, no hay una ruta definida para caminar hacia la costa. Todo el mundo usa el Río Indio como el sendero hacia el mar, la gente se mueve en bote cuando quieren ir a la costa. Nosotros queremos hacer este tramo caminando para poder unir desde Tres Hermanas hasta Boca de Río Indio. Esto nos daría la opción de caminar de mar a mar, unos 11o kilómetros aproximadamente.

Cuando salimos del Limón, rumbo a La Encantada, teníamos una ruta en mente, la que parecía probable en el mapa. Después de un par de horas de estar caminando y haber pasado La Puerca Gorda llegamos cerca de donde debíamos hacer nuestro primer giro en la ruta para tomar un sendero que nos llevara a La Encantada. Mientras veíamos el mapa nos topamos con un señor a quien le preguntamos por el camino hacia La Encantada. Este señor nos dió una ruta que no aparecía en el mapa. Le preguntamos con respecto a la ruta que queríamos seguir y él nos dijo que esa ruta era más larga y enlodada por que iba a la orilla de la Quebrada La Encantada. Nos dijo que la ruta que nos recomendaba estaba muy clara y era más directa. Efectivamente, la ruta de la que hablaba no estaba en el mapa pero seguía un filo que iba entre las cabeceras de las quebradas entre La Encantada y Los Olivos. Era un excelente sendero del cual no había rastro alguno en el mapa del Tommy Guardia. Además, el sendero iba por lo alto y estaba relativamente seco y sombreado. Nada como tener algo de información local.

Almorzamos en un lugar que se llama Cabecera de La Pólvora, con una excelente vista de una planicie con pasto de primera y una gran cantidad de ganado. Podíamos ver claramente la Quebrada La Encantada y la ruta que seguía hacia el Río Indio. También era claro que esta segunda parte del viaje de este día iba a ser muy, muy mojada ya que teníamos que atravesar una ciénega pequeña y todo el terreno estaba algo anegado. Nos tomó una eternidad llegar hasta La Encantada... Cada paso que dimos a través de la llanura era una lucha por mantener nuestras zapatillas puestas. Por suerte llevaba polainas sobre mis zapatillas que ayudaban a mantener el lodo fuera del calzado y evitaban que se pudiera quedar trabada la zapatilla por que tenían una correa que amarra la polaina pasando bajo la suela de la zapatilla. La verdad es que a pesar de lo incómodo de caminar a través de tanto lodo (o puré de mierda de vaca), el paisaje estaba espectacular, frondoso y exhuberante.

Teníamos las esperanza de encontrar cerveza en La Encantada por que era un pueblo relativamente grande a orillas del Río Indio, relativamente cerca de la boca del río. Efectivamente, cuando llegamos al pueblo pudimos ver que había tendido eléctrico y el pueblo tenía de todo: escuela, centro de salud, cancha de futbol, iglesia, corregiduría, y una cantina al lado del río. Ya eran las 5:00pm del viernes, seguro que la rumba estaba por comenzar. Cuando nos acercábamos al río pudimos ver que el lugar estaba muy tranquilo y no había un alma en lo que parecía el jardín del pueblo. Al llegar había una señora parada junto a una pila de cajas de cerveza, pero no había más nadie a su alrededor (extraño para un jardín, viernes en la tarde). Cuando le preguntamos por la cerveza nos informó que toda se había acabado más temprano. ¡Que enorme decepción! Mientras conversábamos llegó el botero y bajó el motor de su piragua, terminando su faena del día. Rápidamente, antes que se nos fuera, negociamos transporte a Boca de Río Indio. A los pocos minutos estábamos camino al mar y unas pintas frías.

jueves, 3 de septiembre de 2009

El Valle Trail Marathon

Ya es un hecho: el 1ro de noviembre de 2009 se corre El Valle Trail Marathon. La ruta de los 21k va a estar excelente. La ruta del maratón completo es igual a la de los 21k más una bajada por el sendero de Las Guías hasta El Limón y de regreso al Macano, completando entonces el circuito de los 21k. El camino es todo por caminos de tosca. Hace un par de años hubiese sido por senderos en su mayoría, pero ahora le han metido cuchilla a todo el recorrido.

Este fin de semana que paso yo hice todo el recorrido de los 21k en mi Nissan Patrol. La subida de el Cerro Cariguana se ha deteriorado un poco con las lluvias. Casi que trabado en la última cuesta por los surcos que creó la lluvia. Ya me puedo imaginar como estará el camino para noviembre. También se han profundizado los cruces de las quebradas que hay en el camino. Nunca les había parado bolas a las quebradas cuando iba en bicicleta, pero en el carro hay que fijarse bien al cruzarlas. En la primera quebrada le pegué a una piedra con la dirección y me tocó llevar el auto a alinear cuando regresé a la ciudad.

La vista que tendrá el recorrido será espectacular si toca un día despejado. Siempre me ha gustado la vista de todas las playas desde las faldas del Cariguana. También me encanta el retorno a El Valle, cuando puede verse claramente todo el borde del cráter que forma la paila de El Valle. Cuando ya puedo ver el perfil del Gaital cuento con que falta poco para poder bajar de vuelta a casa. La superficie del recorrido está muy buena, en su mayoría. Las pendientes serán bastante moderadas a través del recorrido. Solamente hay unas cuantas lomas cortas que se encuentran en los cruces de las quebradas que atraviesa el recorrido.

Recomendaciones:



  • Usar zapatillas de correr por senderos como Salomon XA Pro, XA 3D o SpeedCross (hay otras marcas, pero yo solamente uso Salomon desde que las probé hace 7 años)

  • Llevar una botella de 20 onzas en la mano

  • Tomar las subidas con calma

  • Llevar 2 o 3 suplementos energéticos, o uno por hora estimada


Hay mas detalles en http://panamarunners.com

domingo, 9 de agosto de 2009

Reporte del Maratón

Ya descansé de mi maratón de esta mañana. Corrí los 42.195 kilómetros del Maratón de Panamá en 3:33:13 segundos. Estaba buscando hacer 3:30 minutos, pero no tengo ninguna queja del tiempo que logré. Ha sido el mejor tiempo que he logrado en un maratón y es muy meritorio haber logrado ese tiempo en el Maratón de Panamá, que es un maratón muy difícil por lo alto de la temperatura. Por suerte este año iniciamos más temprano que en otros años, partiendo poco después de las 5:00am.

La primera mitad del maratón la corrí un poco más rápido de lo que tenía planeado, cruzando los primeros 21 kilómetros en 1:42. Mi intención era correr el maratón a un paso constante. Si hubiese logrado seguir mi plan, debí haber cruzado la mitad de la carrera en 1:45. Pero por más que traté de mantenerme a un paso de 4:55 minutos por kilómetro, frecuentemente mi gps me estaba marcando 4:40 por kilómetro. No estoy seguro que me hubiese ido mejor de haber corrido una carrera distinta apegándome a mi plan. La segunda mitad nos tocó con un sol bastante caliente. El cielo estaba completamente despejado y el calor pronto fue haciendo que mi paso se subiera por encima de los 5:00 minutos por kilómetro. Por suerte encontré bastante sombra por el area de Balboa, pero no suficiente.

Cuando venía de vuelta estaba luchando por mantener mi paso con un 5 por delante de los segundos. Ya después de pasar los 30 kilómetros pasé por una verdadera batalla de voluntadad para mantener el esfuerzo de seguir a una marcha que estuviera cerca de 5:00 por kilómetro. Ya no estaba tomándome el agua, me la estaba hechando encima para mantener mi temperatura corporal baja. Por suerte este año la hidratación estaba mejor que nunca y, de hecho, pasaba muchos puntos de hidratación de largo por que ya me había dado cuenta que habían cantidades de puestos de hidratación a lo largo de la ruta. El único lugar donde la hidratación estaba escasa era en el viaducto de Punta Paitilla a Costa del Este, y esto era por falta de espacio. El Club Corredores del Istmo se merece aplausos por haber realizado tan excelente trabajo de apoyo a los corredores.

Cuando regresé a la cinta costera ya estaba dentro de una carrera que podía manejar. Las pantorrillas se me estaban apretando pero ya podía sentir la felicidad de entrar dentro de 3:3x al final de la carrera. También ya sabía que la miseria de los últimos kilómetros del maratón estaba llegando a su fin. Logré encontrar recursos para ir apretando el paso poco a poco. Ya comenzaba a sentir el cosquilleo que produce entrar a un ritmo donde la lactosa se va acumulando en las piernas y la respiración se torna laboriosa. Hasta ese momento había estado cómodo con la respiración por más de 35 kilómetros. Cuando llegué a Punta Paitilla ya estaba seguro que entraría en un buen tiempo. Traté de apretar todo lo que podía y aceleré hasta un paso de 4:20 por kilómetro. Venía resoplando como un caballo de cuarto de milla. El esfuerzo lo pude mantener hasta el paso elevado justo antes de Multiplaza. Para ese momento ya se había pasado los 3:30 y no tenía motivación para seguir maltratándome. Bajé mi paso a 4:40 y entré por la meta en mi mejor tiempo.

Como notas posteriores, viendo los resultados de mi Garmin 301, logré seguir mi plan mucho mejor de lo que había pensado, hasta que el sol me calentó. El primer cuarto lo corrí a 4:52 de promedio, el segundo a 4:55 (clavado en mi objetivo), el tercero a 5:01 de promedio, y el último cuarto a 6:00 minutos por kilómetro de promedio. Me estaba descosiendo rápidamente y luchando por mantenerme entero. Alguién había pisado el hilo que me mantenía todo entero y mientras más corría, menos hilo quedaba para mantenerme en una pieza. Increible lo que hace la tecnología moderna...

Cuando llegué a la meta, lo primero que quería era una cerveza. Yo sabía que el Hash estaba lleno de cervezas, pero todos estaban apoyando a los 5 equipos del Hash que estaban corriendo en los relevos. Me tomó 1 hora llegar a mi primera cerveza. Y después de esa primera cerveza, las neveras fueron llegando en estampida. Definitivamente que éramos el grupo que mejor la estábamos pasando en la meta. Los triatletas llegaron, se estiraron y se fueron a montar bicicleta. ¡Que dedicación! Nosotros nos dedicamos a joder la paciencia hasta que se acabaron las cervezas. En ese momento yo me fui para mi casa con mi mujer y mis hijos, pero la mayoría del Hash se fue a sequir la parranda en una piscina llena de cerveza fría. Ya mis energías no daban para tanto.

sábado, 8 de agosto de 2009

Maratón de Panamá

Listo para el maratón de Panamá que corró mañana. Acabo de comerme un plato inmenso de pasta con ajo y aceite de oliva. Estoy terminando mi copa de vino y me voy a dormir. Mi meta es llegar antes de 3:30 a la meta. Es un objetivo difícil, pero posible. En la media maratón corrimos en una hora 38 minutos. Según ciertos cálculos de esfuerzos similares, debería poder correr en 3:27 el maratón completo, los 42 kilómetros. Me estoy dando 3 minutos de gabela para no morirme correteando una meta, y para ponerla más cerca de mi alcance.

Estoy bajo algo de estrés en estos momentos. Realmente preferiría no correr estos 42 kilómetros. Pero no está en mi corazón retirarme de un propósito por inconvenientes que pueden ser inconsecuentes. Posiblemente me estoy preocupando por pequeñeces, pero igual me elevan las pulsaciones y me ponen bajo el efecto del cortisol. Posiblemente lo que necesito es precisamente varias horas de otra clase de estrés, el estrés físico, concreto y real que produce correr una distancia tan grande. Y, al final de cuentas, grande es relativo: un español está corriendo en estos momentos 10 maratones seguidas. Creo que ya debe estar empezando su sexta maratón al hilo, o la esta corriendo ya, o posiblemente sea la séptima. ¿Qué es una maratón solita?

Voy a correr esta carrera sin medias para ver como me va. No es la mejor idea, pero he estado pensando hacer lo mismo para el Ironman de Cancún. No quiero explotar corriendo el maratón del Ironman, prefiero hacerlo en un maratón cualquiera, como este,  por ejemplo. Además, en este puedo tener un par de zapatillas extras y medias disponibles para cambiarme si se me están destruyendo los piés. Lo que más me preocupa es que me pelé toda la piel del frente del dedo gordo por estar montando patineta el fin de semana pasado - descalzo, de noche, y con un par de cervezas encima (tal vez eran más de un par). La vida es una, tempus fugit.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Perdido, Nunca

Un tema que siempre sale en las caminatas es el de perderse. Mucha gente que ha caminado conmigo se recuerda de haberse perdido junto a mi. Lo raro es que yo no recuerdo haber estado perdido jamás. El detalle está en lo que cada uno puede considerar como perdido. Para mi perdido es cuando tienes que llamar a los rescatistas para que te vengan a sacar (o alguien los mande a llamar por que no apareces), después que te encuentren. Yo he estado en lugares que estaban fuera de mi ruta intencionada y he tenido que corregir el rumbo para llegar a donde quería, pero nunca perdido al punto que me hayan tenido que rescatar.

Hace unos años un grupo se perdió en el Camino de Cruces y pasaron la noche en el bosque. Como tenían un celular, y señal, llamaron a alguien para que los fueran a rescatar. Ellos sí estaban perdidos, perdidos en un pequeño bosque rodeado de civilización. Yo no entiendo como alguien podría perderse en un espacio tan pequeño, y con un sendero tan bien marcado. Tiene que ver con que no iban preparados, no tenían experiencia en orientación, y no tenían un mapa mental del terreno que los rodeaba. Yo no me hubiese metido en ese sendero sin un mapa y una brújula.

Por muchos años me metí a caminar a campo traviesa por el bosque tropical húmedo ("la selva") navegando a punta de brújula. El GPS no existía, y, luego, aún con GPS, tampoco servía. Ahora hay unos GPS como el Garmin 60csx que prácticamente no pierde la señal nunca. Los GPS viejos no tenían antenas suficientemente sensitivas para captar la señal de los satélites a través del docel del bosque. Aún, algunos modelos modernos todavía no tienen antenas que sirvan bajo la cubierta espesa de los arbóles. Bueno, el punto es que me atrae caminar buscando mi propio sendero usando como referencia un mapa y teniendo un objetivo en mente. La brújula es él instrumento predilecto para este menester. La brújula siempre debe tenerse como respaldo para un gps ya que a la brújula no se le acaban las baterías.

He salido tarde en muchas travesías cuando el terreno se ha tornado más difícil de lo que estimé. O cuando me ha resultado imposible seguir la ruta que me propuse. Pero siempre, siempre, logré salir por mis propios medios del lío en el que solito me había metido. Supongo que por tener una tremenda confianza en poder resolver los problemas que se me presenten, nunca pensé que estaba perdido. Solamente sabía que no estaba donde pensaba que quería estar. Pero a veces resultaba que encontraba lugares que estaban mejores de lo que esperaba encontrar.

Entre las personas que me han acompañado en estas travesías han habido varios a quienes le ha causado mucho estrés el saber que estábamos fuera de la ruta intencionada. Al no tener un mapa en sus manos, y desconocer como usarlo si lo tuviesen, se sentían perdidos al punto que hubiesen llamado a Spock si contaran con un teleportador. Para mi esa era parte de la diversión - tener un problema que resolver, orientarme y seguir un azimut. En varios viajes he seguido un azimut por varios días a través de terreno hostil, subiendo y bajando lomas, atravesando quebradas y barrancos. Pero al final siempre encontré la satisfacción de llegar a donde quería, no estaba perdido.

martes, 28 de julio de 2009

Panama Canal Triathlon

Este domingo participé, y terminé, en el Panama Canal Triathlon, un medio Ironman que organiza la Unión de Triatlón de Panamá. Este era el segundo de estos en que participaba y ya sabía que esperar del evento: mucho sufrimiento en la corrida. Este triatlón solamente es la mitad del que me toca en noviembre, el Ironman de Cozumel. Pero la corrida en esta carrera es al medio día y nos tocó un sol importado del mismo infierno. Casi me retiro cuando llegué al final de la calzada, en el primer cuarto de mi corrida.

Las distancias de este evento son 1,800 metros nadando, 90 kilómetros en bicicleta, y 21 kilómetros corriendo. Este evento sería mi termómetro para ver cómo va mi preparación para Cozumel en noviembre. La nadada, que es lo que menos practico (si es que se le puede llamar práctica a lo poco que nado), era lo que menos me preocupaba pues en esta ocasión venía mucho mejor preparado que en todas las veces anteriores. Esta vez había practicado suficiente para sentirme cómodo. Esta vez también contaba con la ayuda de Rogelio, mi hermano, a quien pensaba seguir en la nadada y ayudarme de la tracción de nadar en su estela. Este plan lo truncó Roberto Brenes cuando, a unos 300 metros después de haber partido, se interpuso en mi camino y me separó de Rogelio. Mis ánimos fueron bajando cuando vi que Roberto no pudo mantenerse en la estela de Rogelio, y yo no pensaba hacer el esfuerzo por alcanzarlo. En ese momento me fue pasando Esteban Vissuetti y decidí que él sería quien me llevaría remolcado en esta vuelta. Por suerte Esteban tiene un buen estilo y una patada suave que me facilitó seguirlo. Desafortunadamente para Esteban, estuve tocándole los piés más de lo que es cortéz, pero no tenía otra opción ya que la visibilidad era casi nula y no podía verlo.

Salí del agua en mucho mejor forma que la vez anterior. Hice mi transición con calma, pero me sentía bastante bien. Sabía que la bicicleta no sería mayor problema. Pero me preocupaba el culo por qué no había montado bicicleta en más de tres semanas. Craso error, aún cuando las piernas estaban frescas, al llegar a Gamboa ya tenía un dolor intenso en el trasero que me martirizó por el resto de la pedaleada. Aún así, este año mejoré en media hora la bicicleta. Esto era fácil de lograr ya que la última vez había hecho esta pedaleada como si fuera un paseo. Eso fue a propósito por que quería estar seguro de llegar con piernas a la corrida. Este año le metí más esfuerzo a la bicicleta por que estaba confiado que la corrida no sería ningún problema. Pero estaba equivocado...

Cuando llegué a la corrida eran las 11:00am y el sol estaba apenas comenzando a ponerse caliente de verdad. Y ya estaba muy caliente. Arranqué a correr con fuerzas y me estaba pasando a casi todos los que tenía por delante. Muchos ya estaban en su segunda vuelta y venían desgastados de su primera vuelta. Llegué bien hasta el final de la calzada, pero ya la temperatura la tenía elevada. Mi respiración estaba bien, las piernas estaban bien, pero ya sentía que el calor estaba golpeando mi corazón: las pulsaciones se me estaban elevando. Di la vuelta y comencé el regreso a tierra firme. Cuando llegué a la Isla Perico paré, estaba a punto de considerar retirarme, no valía la pena el esfuerzo de correr bajo ese sol infernal. Había pagado por sufrir y ahora estaba recibiendo lo comprado - tenía mi pasaporte sellado por el can Cerbero - había entrado al Hades.

Pero la verdad es que todavía no me he retirado de ninguna carrera que haya iniciado. Decidí que esta no sería la primera, asi fuera que gateara hasta la meta. Cambié mis expectativa para la corrida y acepté que caminaría la mayoría de los 21 kilómetros. Esto era una decepción por que estaba muy bien preparado para la carrera y venía de recorrer esa distancia en 1:38 hacía un par de semanas. En ese momento me alcanzó Ybon Gamecho, que me llevaba una vuelta entera de ventaja, y el también comenzó a caminar. Encontré compañía con quien compartir mi miseria. Lo acompañé hasta la meta caminando. Me contó que ya venía a punto de acalambrarse. Trató de correr un par de veces, pero siempre volvió y paró. Todo a lo largo de la calzada veía el sufrimiento reflejado en el rostro de todos los compañeros que pasaban de ida y de venida. Estábamos sufriendo a coro en la Calzada de Amador. ¡Qué partida de masoquistas!

Después que llegué a la meta con Ybon me tocó tomar la decisión de qué hacer: continuar o parar. Por supuesto que elegí seguir con el sufrimiento. No iba a desperdiciar la oportunidad y perderme este tour por los predios del mismo Diablo. Así es que seguí mi recorrido y arranqué en mi segunda vuelta de la calzada. Arranqué corriendo y nuevamente me sentía de lo mejor, pero era por que la caminata me había bajado la temperatura. Al par de kilómetros estaba caminando nuevamente. Pero hice un esfuerzo y corrí cada vez que sentía que se me bajaban las pulsaciones y la temperatura, especialmente cuando llegaba a los puestos de hidratación y me daba un baño con esponjas de agua fría. Eventualmente me alcanzó un tico que paró de correr al par de metros después de pasarme. Llegamos juntos al final de la calzada. De regreso quedó atrás cuando volvimos a correr.

Luego vi que Esteban Vissuetti, que me había sacado una buena ventaja en la bicicleta estaba a mi alcance. Cuando finalmente lo alcancé decidí que ya era suficiente para la corrida. Esteban ya estaba caminando y decidí acompañarlo también. Regresé caminando con Esteban desde Naos. Eventualmente el tico encontró su ritmo y nos pasó llegando a tierra firme. Cuando ya estábamos cerca de la meta Esteban sugirió que entráramos corriendo. Bueno, no quedó otra que arrancar a correr nuevamente. Pasé bajo el umbral de la meta en 3:18, casi media hora mejor que la última vez. Pero esa media hora la gané en la bicicleta. Este año había corrido un minuto más lento que el año anterior, a pesar de estar mejor preparado. El sol me había destruído. Al menos ya estoy seguro que estoy en buena posición de lograr completar el Ironman de Cozumel dentro del límite de tiempo: 16 horas.

sábado, 25 de julio de 2009

Dormir en un Arbol

Hace rato que tengo ganas de dormir en un árbol, colgado en una hamaca. Con lo sencillo que es hacer esto, me sorprende que he dejado pasar tanto tiempo sin hacerlo. Ya tengo varios árboles identificados en lugares excelentes para que la experiencia sea de lo más amena. Pero no aterrizo concretando esta experiencia que estoy buscando. No tiene nada del otro mundo, pero creo que debe ser agradable ver el amanecer desde el docel del bosque, especialmente si consigo un árbol sobresaliente que esté por encima de los demás.

En el Camino de Cruces hay varios árboles que podrían ser interesantes. También tengo un árbol, un ceibo inmenso, en el Río Boquerón. En el Parque Omar hay unos candidatos, pero no es tan atractivo dormir en un parque en el medio de la ciudad. En el Camino del Oleoducto, y en Camino de Plantación también hay unos buenos candidatos para trepar y pasar la noche. Creo que sería muy divertido pasar la noche con mi hijo Irving arriba de un árbol inmenso.

Hay muchos animales nocturnos que podrían acercársenos sin darse cuenta que estamos donde no esperarían encontrar un ser humano normalmente. Una noche de luna llena en el verano sería ideal. Pero para eso tendría que esperar otros seis meses. Ya tengo prisa por pasar la primera noche en el docel del bosque. De hecho, puedo hacerlo en el patio de mi casa. Supongo que esta sería la mejor opción para la primera vez ya que es fácil corregir cualquier omisión. Bajo de mi elevada alcoba y regreso a la casa a buscar cualquier cosa que haya olvidado incluir en mis pertrechos.

Hay ciertas dificultades técnicas que tengo que pensar como resolver, como ¿donde cocinar? No tengo ninguna superficie plana donde colocar la estufa. Podría comer abajo del árbol y luego solamente subir a dormir. O puedo usar una estufa colgante, como hacen los alpinistas. Pero esta segunda opción no vale la pena solamente para poder cocinar trepado en un árbol. Lo más cómodo sería tener una plataforma de alpinismo que permita un amplio espacio plano donde esparcirme, o esparcirnos, pero estas plataformas son costosas. Una simple hamaca de selva funciona para pasar la noche, pero lo único que se puede hacer en una de estas hamacas es dormir. No podría sentarme a contemplar el entorno.

lunes, 20 de julio de 2009

Chorros de Olá

P7112518.JPGHace una semana caminamos desde Piedras Amarillas hasta los Chorros de Olá, pasando la noche en Cerro Golondrina (a 1,000 metros de altura). Fuimos un grupo grande compuesto mayormente de corredores de nuestro Hash, dentro del cual hay muchos que también gozan de pasar tiempo al aire libre. La ruta fue una mezcla creada sobre la base de una ruta conocida que va desde Ojo de Agua hasta Los Chorros de Olá y le agregamos un tramo nuevo para alargar el recorrido. De otra forma la ruta se nos hubiese quedado corta por que este grupo camina bastante rápido. El primer día sería el más difícil intencionalmente, dejando algo más fácil para el segundo día, haciendo tiempo al final del recorrido para pasarla suave en Los Chorros de Olá.

La ruta del primer día la saqué directamente de una carta topográfica de 1:50,000 del Tommy Guardia. Revisé la ruta por medio de Google Earth que tiene buenas fotos de este segmento. Pudimos seguir nuestro recorrido casi por completo: hubo un momento en que se nos cerró el camino y tuvimos que ser creativos y buscar una ruta alternativa. En total terminamos recorriendo unos 40 kilómetros, que resultó ser algo más de lo planeado. Con la excepción del cambio de planes forzado, toda la ruta estaba fácil de seguir.

Llegamos tardísimo al campamento el primer día, a donde los últimos llegaron a las 9:00pm, 12 horas después de haber partido del bus. Varios llegaron con los ánimos algo ásperos, pero pronto un par de ronsitos limaron la incomodidad. A mil metros de altura, con una brisa fresca soplando y un cielo de estrellas arriba es difícil mantenerse molesto por mucho tiempo. Y la cena de pesto también ayudó a que todos se animaran a pasar una agradable velada. Yo estaba seguro que todos se irían a acostar temprano, pero la mayoría duró hasta tarde en la noche.

P7112578.JPGHasta el medio día del primer día el recorrido era bastante plano y tuvimos un par de oportunidades para bañarnos en el río. El almuerzo lo pasamos a orillas del Río Grande bañándonos en sus frescas aguas. Almorzamos justo bajo el zarzo que cruza a la escuela de Caimitillo. En ese mismo punto metemos nuestros kayaks al agua cuando vamos a remar la sección media del Río Grande. Por cierto que me dió mucha tristeza ver como va el trabajo de la hidroeléctrica del Río Grande. Pronto esta sección del Río Grande será cambiada irreparablemente por la represa que está a punto de cerrarse en el futuro próximo. El sendero que íbamos a recorrer ahora era una ancha planicie de lodo creada por las inmensas máquinas que están haciendo el canal para transportar el agua del río hasta la casa de generación de electricidad. Hasta Caimitillo nuestro sendero nos mantuvo a pocos metros del río.

Después del almuerzo comenzamos la subida hasta Cerro Golondrina. Nos tocaba trepar desde unos 180 metros de altura hasta 1,000 metros de altura para llegar a donde dormiríamos. Yo pensaba que íbamos a poder recorrer este tramo sin mayores problemas pero en nuestro grupo venía una uruguaya, Kariné, que era demasiado lenta. Teníamos que esperar como 20 minutos por cada hora a que Kariné, y su pareja Rubén, nos alcanzaran. En una ocasión hasta me tocó devolverme a buscarlos por que se había perdido y no encontraban las marcas que les íbamos dejando en las múltiples intersecciones que habían en nuestra ruta. Yo sospechaba que esto podía pasar, pero no me preocupé mucho por que siempre podía dejarlos atrás si nos complicaban mucho el viaje. Una regla de nuestros paseos es que cada quien debe llevar dinero extra y estar preparado para salir por su propia cuenta.

P7112608.JPGDespués de un rato de estar subiendo hacia Cerro Golondrina las vistas comienzan a tornarse espectaculares. Igualmente la temperatura va bajando a medida que la altura va subiendo.  Cerca de las 2:30pm se nos cerró el camino, o nos saltamos una desviación a mano derecha. Pero me tomó más tiempo de lo que hubiese querido poder resolver este obstáculo. Primero insistimos en buscar avanzar, pero un pared vertical impedía el avance. Joaquín Gil del Real decidió probar la pared y pudo pasar (después nos enteramos), pero nosotros tomamos la decisión de cruzar una quebrada y buscar una ruta del otro lado de la misma. Encontramos un sendero que iba en la dirección general que nos interesaba y lo seguimos hasta que casi se nos perdió. Aquí dominó la incertidumbre que ya venía filtrándose desde la primera vez que se cerró el camino. Hubo un momento en que Joaquín aparecio al otro lado de la cañada, lejísimo de nosotros y a gritos quedamos en que nos encontraríamos más arriba.

P7112619.JPGDespués de intentar varias opciones decidí que la solución sería subir la colina que teníamos al frente y seguir el espinazo de la misma hacia el norte, donde nos toparíamos con un camino que se juntaba con el que teníamos planeado recorrer hasta nuestro campamento arriba de Cerro Golondrina. No fue hasta las 5:00pm que logramos volver a juntarnos con Joaquín, justo cuando habíamos regresado de vuelta al camino. En este punto se podía ver donde pasaríamos la noche, pero a todos les parecía que era imposible llegar tan lejos. No era imposible, solamente que nos tomaría un buen rato. Los primeros llegamos poco antes de las 7:00pm al campamento. Al resto les tomó hasta las 9:00pm llegar a donde pasarían la noche. Lo peor es que muchos recorrieron la parte más empinada del camino en plena oscuridad, cansados y con hambre. Muchos pensaban que era preferible haber pasado la noche más abajo, pero al día siguiente cambiarían de opinión.

Al día siguiente casi todos partieron temprano. Yo estaba un poco más lento el segundo día ya que había tomado más de la cuenta la noche anterior. Yo le llevaba unas horas de ventaja a la mayoría y junto con mis sobrinos comenzamos la juerga desde temprano, pensando que caeríamos temprano. Pero como la gente fue llegando poco a poco, el grupo de relajados fue creciendo y los nuevos integrantes venían con sed. Me tocó recoger la basura junto con mis sobrinos, que también andaban más lento...

P7122651.JPGEl domingo resultó ser un día de sol implacable. El recorrido del segundo día es todo al descubierto. Por suerte habían oportunidades para refrescarse en el río por momentos, especialmente al medio día cuando el calor era más agobiante. Los primeros del grupo llegaron a los Chorros al medio día. Los lentos fueron llegando poco a poco, los últimos llegaron cerca de las 3:00pm al agua. Pero, tal como lo planeamos, un largo chapuzón en la poza de los Chorros de Olá dejó a todo el mundo frescos y listos para una parada de rigor en la próxima cantina. Lástima que los uruguayos fueron algo mezquinos y se tomaron mucho tiempo para llegar al bus, donde todos estábamos ansiosos por partir mientras estos se bañaban pausadamente en los chorros. Al final los mandamos a buscar por que ya estaban abusando de nuestra paciencia.

Como siempre, la manejada de vuelta fue muy agradable y todos en el bus venían muy contentos. Cada uno venía recordando la mejor parte del paseo, que siempre es diferente para cada cual. Habían muchos puntos en común, pero cada quien tenía su historia. Yo escuché sobre las veces que me maldijeron en la subida de la noche anterior. Pero hoy todos estaban contentos de no haber tenido que subir esa última loma bajo el sol abrasador que hubo el domingo, y el tiempo de calidad que se hubiesen perdido bajo Los Chorros de Olá.

sábado, 18 de julio de 2009

Zoot Energy, zapatillas favoritas

[caption id="attachment_715" align="alignleft" width="280" caption="Zapatillas Zoot Energy"]Zapatillas Zoot Energy[/caption]

Hacía rato estaba buscando unas zapatillas para reemplazar mis Nike Free 5.0 que ya están cerca de llegar a su jubilación. Ultimamente no encuentro nada bueno en las zapatillas que están llegando a Panamá, y menos en las que están disponibles en mi talla: 12. Me encanta correr sin medias, pero después de los 15 kilómetros se necesita un excelente par de zapatillas para regresar con los piés intactos. Y aún con medias, tengo un par de Reeboks que me dejan algo delicado el dedo gordo del pié. Al principio del año, estando en San Diego, visité una tienda de Road Runner Sports y vi las zapatillas Zoot. Me parecieron un buen concepto, pero no me las pude probar por que se demoraron mucho en atenderme y decidí no seguir esperando (había mucha gente).

Estas zapatillas acaban de llegar a Panamá y aproveché para ver si las tenían en mi tamaño. Para suerte mía, todavía quedaban en talla 12. Inmediatamente me compré mi par. Al día siguiente salí de mi casa, temprano como siempre (5:00am), dispuesto a darles cuero a este nuevo par de zapatillas: salí en mi recorrido normal, que me lleva desde mi casa hasta el Parque Omar y de vuelta. Si le doy dos vueltas al parque hago 14 kilómetros, y con tres vueltas estoy cerca de los 18 kilómetros. Pues le decidí dar tres vueltas después de estar contento con mis piés tras las primeras dos vueltas. Llegué feliz a la casa con un nuevo par de zapatillas favoritas.

Estas zapatillas fueron diseñadas para correrse sin medias, para ser de fácil entrada (sin cordones que amarrar), y para no retener agua. Son zapatillas nacidas de la experiencia de triatletas en el Ironman de Kona. ¡Se nota! Realmente quedan como guantes. Solamente me las pusé y ya estaba listo para correr. No hacía falta que las apretara, para nada. Fue como ponerme un par de medias. Las zapatillas funcionaron tal como estaban anunciadas. Hoy día es raro encontrar un par de zapatillas que estén realmente diseñadas para la tarea. Más bien, ahora las zapatillas están llenas de morisquetas de mercadeo que solamente añaden peso y complejidad al calzado. Estas Zoot son minimalistas en todo. Y adentro del calzado no hay una sola costura que pueda causar fricción que incomode después de un rato corriendo.

Hace un par de semanas corrí unos 21 kilómetros con unas New Balance 960 ultralivianas. Ya había corrido un maratón con ellas con buenos resultados. También había corrido hasta 14 kilómetros sin media con las mismas. Realmente me gusta ese par de zapatillas. Pero me fui a correr sin medias los 21 kilómetros y regresé con un par de ampollas. Pude terminar la carrera en excelente tiempo y sin ningún problema con los piés. Pero cuando me quité las zapatillas tenía una ampolla en el dedo gordo del pié izquierdo y otra por otro dedo, llena de sangre. No hubiese podido llegar mucho más lejos con ese par de zapatillas.

Con este par de Zoots estoy seguro que me irá excelente corriendo los 21 kilómetros al final del Panamá Canal Triathlon, un medio Ironman que termina con la corrida en la Calzada de Amador. También quiero correr los 42 kilómetros de Cozumel (del Ironman de Cozumel en noviembre) con este par de zapatillas. Espero que me vaya bien. Antes correré el Maratón de Panamá sin medias para estar seguro que no me voy a meter en un problema muy grande corriendo esa distancia sin medias.

domingo, 5 de julio de 2009

21Km y Marca Personal

[caption id="attachment_711" align="alignleft" width="300" caption="Cruzando la meta"]Cruzando la meta[/caption]

Qué buena carrera hicimos esta mañana. Mi hermano y yo corrimos juntos los 21 kilómetors, nuevamente. El año pasado hicimos 1:45 y este año bajamos a 1:38. Ya Rogelio tenía 1:34 en una carrera que corrió solo, pero yo nunca había bajado de 1:45 en esa distancia. Rogelio me acompañó desde la partida y nos fuimos hombro con hombro hasta la meta, una vez más. A propósito salimos de últimos para ir jodiendo la paciencia de principio a fin. Esta vez no nos pasó nadie.

Es más divertido salir de últimos y marcar un ritmo que va en crecimiento a medida que se desarrolla la carrera. Hicimos la segunda mitad un par de minutos más rápida que la primera mitad. No hay penalización por salir de últimos cuando se corre con un chip en la zapatilla, el tiempo de cada quien inicia cuando se cruza la partida y termina cuando se pasa por la meta. Cruzamos la partida unos 20 segundos después de que inició el reloj.

La primera mitad la corrimos muy holgados en 50 minutos y nos puso a tiro de una marca de 1:40 al cruzar la meta, si manteníamos el mismo ritmo. Pero entonces apretamos el paso y muy paulatinamente fuimos, casi imperceptiblemente, aumentando nuestro ritmo. Cuando ya nos faltaban unos 5 kms. comenzamos a respirar mas profundamente. Ya para los últimos kilometros veníamos jadeando, y yo me preguntaba si podía llegar a la meta con ese paso. Pero los últimos 500 metros son en bajada, y cuando se tiene la meta a la vista ya es plano. En ese momento ya uno puede apretar el botón de nitrox y volar los pistones en la recta final.

Cuando nos alineamos con la meta pude ver que el reloj todavía no marcaba 1:40 y teníamos la oportunidad de detenerlo antes que saliera de 1:3x - entramos a lo que yo aguantaba. Rogelio es más rápido que yo y sencillamente me siguió paso a paso, hombro con hombro hasta cruzar la meta. ¡Qué buen final! Hacía mucho tiempo que no tenía una corrida tan excelente. Y me recuperé rápidamente después de cruzar la meta. Inmediatamente me fui al auto por una pinta fría que tenía esperándome, la mejor parte de llegar a la meta: buena hidratación.

viernes, 3 de julio de 2009

Umbrales

He cruzado un umbral que me ha abierto espacios interiores que antes no había podido ver. Una extraña cadena de eventos me ha sometido a estrés físico y emocional. Iba a agregar espiritual, por hábito, pero he llegado a la conclusión de que no tengo tal cosa. Todo ha llegado de la manera más curiosa por que físicamente la tierra tembló cuando estaba por cruzar este hito interno. Acaba de ocurrir un temblor y yo estaba despierto en mi cama mientras experimentaba este torbellino de ideas.

Un libro de ciencia ficción muy divertido que acabo de volver a leer, otra vez, dice que cuando sometes a un cuerpo a estrés en todas las dimensiones, de espacio y tiempo, este desaperece de este mundo y llega a otra universo. Bueno, por eso ese libro es de ciencia ficción. El estrés es algo muy saludable para el cuerpo humana, que es una máquina biológica muy sofisticada. En mi caso me he dado cuenta que mientras más hago, más puedo hacer. Suena lógico, y esto es válido para todo el mundo, pero es difícil comprometerse con el esfuerzo que permite llegar a experimentar este efecto.

Me he estado parando más temprano cada día y he estado corriendo hora y media casi diariamente. Al principio me pasaba el resto del día cansado, con hambre y con sueño. Pero ya me acostumbre y ahora, a pesar que estoy durmiendo menos, estoy menos cansando que antes. Y me despierto a tempranas horas de la noche esperando el momento de pararme para ir a correr, o a hacer ejercicio. Hoy estaba en eso cuando ocurrió el temblor. Tembló por buen rato. Luego seguí pensando en todas las cosas que tenía en la mente, y me di cuenta que algo me había pasado. Llegué a conclusiones que me han cambiado, ojalá permanentemente.

No estoy seguro de lo de la parte permanente. En todo caso este cambio es algo que tenía en mente toda esta semana. Pensaba en la inercia mecánica: la tendencia de los cuerpos a mantener el estado de movimientoreposo en el que se encuentran. Una de las características de la masa inercial es que se requiere de una fuerza para cambiar su estado. Una vez que pones en movimiento un cuerpo, su inercia lo mantendrá en movimiento. Esto es lo que tiene a los planetas dando vueltas alrededor del sol. Bueno, aquí en la tierra la fricción es la fuerza externa que evita que los cuerpos se mantengan en movimiento perpetuo. Lo curioso es que este concepto se aplica al cuerpo humano en muchas formas.

En el caso de la capacidad del cuerpo para responder al estrés físico, el ejercicio, hay una inercia que vencer. Generalmente preferimos el estado de reposo. Pero una vez que levantamos el culo del asiento y nos ponemos en movimiento, corriendo, nadando, bicicleteando, etcétera, es más fácil mantenerse en movimiento. Es poco el esfuerzo necesario para vencer la resistencia, el estrés de la fricción, y mantenerse en movimiento. Es algo curioso. El cuerpo se adapta. Las mitocondrias se multiplican en los músculos y permiten convertir más alimento en energía con mayor eficiencia. Todo el cuerpo se transforma para permitirnos responder al estrés físico al que regularmente escogemos someterlo. La voluntad es la fuerza que cambió el estado de la masa inercial del cuerpo en reposo.

Ahora mismo estoy desesperado por salir a correr, pero mañana, el domingo, quiero participar en una carrera de 21 kilómetros y hoy debo descansar las piernas. Y no hay ninguna piscina abierta a las 4:00am - ¡qué problema! Por eso estoy sentado aquí frente al teclado. Cuando entré a mi oficina, descalzo como siempre, encontré vidrio debajo de mis piés. Algunos se me enterraron, pero no mucho. Tengo las suelas de los pies gruesos de correr y caminar descalzo. Un plato de vidrio, un premio de alguna clase, se había caído por el temblor de una tablilla. Como entré a oscuras para encender el computador, no noté los vidrios en el piso hasta que los pisé. Más estrés emocional.

En el caso del estrés emocional, es curioso. No hay tal cosa como inercia para el estrés emocional. Pero pongamos como ejemplo el miedo, otro estrés externo. El miedo forma una barrera casi física para muchos. El miedo a caerse de una bicicleta bajando un sendero rocoso baja a muchos de la bicicleta (para no caerse) antes de atreverse a caer. Pero una vez que uno se enfrenta al miedo y acepta experimentar libremente su efecto, cruzar ese umbral se vuelve rutinario. Igual causa miedo, pero cada vez la costumbre va haciendo que la reacción sea mucho menor. Y hay miedos que son solamente a amenazas imaginarias, como pensar que se puede caer un avión antes de montarse en el. Hay personas que entran en estado de histeria y no logran montarse en el avión, trabadas pensando en las consecuencias de lo que puede suceder. Nadie sale vivo de este mundo. "Vive ut vivas", vive para que puedas vivir, mientras vivimos, vivamos.

Por la parte espiritual he estado luchando con la idea de que Dios no existe. Pero educado en colegio de Jesuitas, viviendo en un país donde el 90% de la población es católica, o cristiana al menos, es difícil cruzar este umbral. De allí la parte espiritual. Este es un estrés pequeño, por cierto. Pero tiene efectos muy importantes. Cuando uno llega a caer en cuenta que solamente tenemos esta vuelta en la tierra como un ser biológico específico, la realización de lo importante que es aprovechar esta oportunidad se vuelve primordial. Vivir como si no hubiera mañana, aprovechando todos los momentos para saborearlos y gozarlos en la plenitud de la conciencia hace cumbre esta experiencia. Esto me regresa al estrés físico y al Energizer Bunny (it keeps going and going and going...).

Mientras uno más hace, más puede hacer. Cada vez puedo recorrer caminos más largos, en menos tiempo, y con menos esfuerzo. La eficiencia mecánica es un beneficio de la práctica. Al volvernos más eficientes podemos hacer la misma tarea con menor esfuerzo, sin ningún esfuerzo aparente, inclusive. Y para mantener la inercia que he acumulado tengo que tener metas largas que permitan que mi voluntad me vaya acelerando hacia ellas. Me estoy acostumbrando a vencer el miedo imaginario de no lograr cumplir con mis metas. Y tengo muchas metas. Tengo una larga lista de cosas que hacer, y cada vez me queda menos tiempo para completar la lista. De paso, esta lista nunca se acaba: es como una cola de la que sale un logro por un lado y entra una meta por el otro. Los logros no cuentan mucho, ya están en el pasado. La lista llena es la motivación. ¿De qué magnitud habrá sido el temblor? 6.0, frente a Porvenir.

Malos Conductores

Ahora que estoy corriendo con mucha regularidad he tenido varios encuentros con autos. Hoy en la mañana casi me pega un auto que estaba girando hacia la calle que estaba cruzando. Hace una semanas pasó lo mismo con un auto que venía saliendo de la Policlínica que está al lado del Parque Omar. Pero lo más cercano fue en un Hash pasado: un auto me golpeó.

Veníamos cerrando el Hash corriendo duro, camino a casa. Estábamos corriendo por la acera del lado que nos permite ver los carros que vienen en contra. Por supuesto que ya era de noche, pues había sido un Hash largo que yo mismo había marcado. La calle estaba a mi derecha. Cuando fui a cruzar una boca de calle miré al frente y pude comprobar que no venía ningún auto girando. También pude comprobar que por la mano izquierda no venía saliendo ningún auto hacia la calle principal. No me fijé a la derecha por que hubiese tenido que ver hacia atrás y venía muy rápido para eso. La calle estaba húmeda pues había estado lloviendo. Tenía a Popo corriendo justa a mi espalda, y alguién más venía en nuestro grupo.

En cuanto iba a poner el pié en la intersección escuché a los de atrás avisarme ¡cuidado! Cuando vi a la derecha ya el auto se me venía encima y, si frenaba quedaría muerto justo a media calle. Decidí seguir corriendo como venía. Puedo ver claro, en mi mente, mi pié izquierdo plantado en el piso y el auto acercándose rápidamente - la mujer se había tirado sin ver en nuestra dirección. Logré tirar mi pierna derecha hacia adelante, fuera del camino del auto. La mujer del auto reaccióno cuando me vió justo a un pié o dos de su parachoque y tocó el freno. Creo que esa reacción de la mujer me dió el instante que necesitaba para separar mi pie izquierdo del suelo. Pero no fue suficiente para evitar que el auto golpeara mi pié, que ya era lo único que quedaba en el camino del auto.

El impacto contra mi pié desvió algo de mi momento y casi me choco contra un muro que había en la esquina. Pero pude seguir avanzando sin perder impulso y pasé rozando la pared. Ni paré... Sabía que la mujer iba a quedarse parada un rato donde pisó el freno, esperando que se le pasara el susto. Había bloqueado a los que venían pisándome los talones y no pretendía ceder esa pequeña ventaja. Apreté el paso mientras refleccionaba sobre lo cercano que estuvo ese accidente. Pero todo fue tan rápido que ni siquiera logró entrar en acción mi glándula adrenal. ¡Que lástima! Me perdí de una buena inyección de ese estimulante tan potente.

domingo, 28 de junio de 2009

Progreso

Este sábado salimos Jorge Patricio y yo a montar una "Vuelta Larga", el sendero del Río Zaratí esta vez. Justo cuando iniciaba un excelente descenso comenzaron los problemas: el progreso. Habían cortado una calle nueva nueva por donde iba nuestro camino. !Qué desastre! Lo que había sido un hermoso sendero por el bosque ahora era una raja en el bosque, lleno de lodo y rodeado de árboles desrraigados, toda la bajada hasta el Río Zaratí. Y una de las parte más atractivas había desaparecido del todo.

La sección en la que el sendero iba al lado del río, rodeando unas pozas cristalinas y profundas, ahora estaba bajo la tierra y las pozas estaban llenas de tierra que la pala había movido. Casi nos regresamos para El Valle de una vez, pero teníamos que volver a trepar la loma que habíamos bajado para llegar al río. Por suerte el "progreso" no había llegado mucho más adelante y pudimos avanzar más allá de la maravilla mecánica que estaba trayendo las mejorías en las vías rurales a este recóndito sector de Coclé. Va a tardar años para que esta vía vuelva a tener el atractivo que poseía.

Por suerte el resto del camino estuvo excelente, como esperábamos. También había llegado algo de progreso al camino desde Loma Grande hasta Pozo Azul, pero en este caso solamente era una buena capa de tosca sobre el camino. La superficie estaba tan buena que alcanzamos hasta 65 kilómetros por hora en los descensos desde Loma Grande hasta Pozos Azules. Lástima que dejé mi cámara, a propósito. La última vez que hice este camino reventé mi cámara contra las piedras cuando me caí en una bajada. No quería que mi nueva cámara sufriera el mismo destino esta vez. Pero el paisaje ya no era tan meritorio para la fotografía.

Se me pasaron volando las cinco horas que nos tardó hacer el recorrido de vuelta a El Valle. La subida desde Sofre hasta La Estancia la encontré más fácil que nunca, en parte por que el Sol se ocultó tras las nubes, pero, principalmente, fue por todo el entrenamiento que he tenido camino hacia el Ironman de Cozumel. Ya está haciendo efecto toda la corredera por las madrugadas.

domingo, 21 de junio de 2009

Tres Brazos de Pacora

[caption id="attachment_691" align="alignleft" width="300" caption="Iniciando nuestro descenso"]Iniciando nuestro descenso[/caption]

Ayer bajamos el Río Pacora desde Tres Brazos hasta La Chapa. Nuestro plan original era bajar desde La Chapa hasta El Tornillo, pero Joaquín sugirió a último momento que cambiáramos a Tres Brazos. La última vez que intentamos llegar a Tres Brazos nos encontramos con un obstáculo en el camino, un árbol caído, o una piedra rodada (no recuerdo bien), que no nos lo permitió. Esta vez llegamos sin problemas con ayuda de buenas llantas y doble tracción en transmisión de fuerza. La vía de acceso para llegar a Tres Brazos requiere de un 4x4, buenas condiciones del camino, y buenas llantas.

Lástima que se me quedó mi cámara. Joaquín tomó buenas fotos, pero pasará un buen rato antes que me las pase, si es que me las pasa. Este tramo es el más remoto de las secciones del Río Pacora. La flora y la fauna es muy variada. Notamos varios lugares donde obviamente se encuentran nutrias regularmente. Pudimos ver muchas piedras con desechos fecales bastante frescos y olorosos. También había una buen variedad de aves, incluyendo cormoranes, garzas, martines, y garzetas.

La lluvia amenazaba con caer y el cielo estaba cubierto de nubes. Estas condiciones son ideales para remar, muy de mi gusto por lo fresco. Hubiese deseado más agua en el río pues estaba algo seco, increíble por lo mucho que ha llovido recientemente. Pero era mejor así pues Alejandro Bistraín tenía mucho tiempo de no meterse en un kayak rígido. Alejandro nos iba a acompañar en un kayak inflable, pero no lo amarró bien al techo de mi auto y salió volando a 100 kilómetros por hora cuando íbamos por la autopista. Su kayak quedó amarrado al auto solo por la cuerda de proa y el otro extremo se raspó con la carretera. Cuando paramos ya el bote estaba perdiendo aire en una de sus recámaras. Por suerte estábamos cerca de la casa de mi hermana Michelle y Alexandra tenía su kayak afuera, en el estacionamiento. Rápidamente arreglamos la falta de kayaks y Alejandro accedió a seguir con nosotros.

Por suerte Alejandro tiene muy buen espíritu por que pronto iba a necesitar de su buen humor. Iniciando el descenso se volteó y nadó. Y seguiría nadando cada vez que se volteaba por las siguiente tres horas. Pero siempre pudo mantener su calma, buen humor y una sonrisa en la cara. Es bueno remar con gente ecuánime que siempre muestra una buena cara al mal tiempo. De hecho, Alejandro la pasó muy bien y no se quejó en ningún momento. Al final llegó feliz de haber bajado el río y listo para volver a repetirlo.

Jaime Vásquez me impresiono por que se lanzó de primero por muchos rápidos que anteriormente le hubiesen dado pausa. Ahora que está remando un kayak con mucho volumen, un Pyranha Burn, su confianza ha aumentado enormemente. Y un buen eskimo rol también lo ha ayudado mucho. Su rol de combate lo sacó del agua cada vez que se volteó. En el Jackson Super Fun Jaime pasaba mucho páramo en el río. Como el Burn tiene sus bordes fuera del agua, Jaime es ahora menos vulnerable a la voluntad de las corrientes del río.

[caption id="attachment_693" align="alignright" width="300" caption="Jardín de Piedras"]Jardín de Piedras[/caption]

Hay muchas secciones de piedras en el tramo de Tres Brazos. Hay que estar siempre atentos a no darle el borde superior a la corriente cuando uno se choca con una piedra en estas secciones del río. Alejandro nadó varias veces por que todavía no había recuperado este reflejo, que no es muy natural, de inclinarse hacia las piedras cuando se va a entrar en contacto. Yo pasé un buen rato de mi remada atrás de Alejandro para ayudarlo a salirse de las rocas cuando su bote se trababa entre las mismas. Pero después me fui adelante del grupo adelantándome para llegar primero a una caída de agua que quería estar seguro que todos caminaran. Es una sección en la que el agua cae por un pedreguero que podría hacerle daño fácilmente al que se meta desprevenido. Y ya Jaime se había lanzado de primero por varios jardines de piedra sin darle mucha cabeza al asunto.

En uno de esos pedregueros quedé volteado mientras rescataba el remo de Alejandro. Por suerte ya había acomodado el remo de Alejandro paralelo al mío. No estaba muy cómodo volteado y con dos remos en las manos. Pero pude hacer mi rol rápidamente antes de quedar rastrillado (bien rastrillado) con el fondo del río. También me incomodaba sacar el remo entre tantas piedras, especialmente por que mi hombro derecho no está del todo santo. Unas viejas lesiones me están comprometiendo la integridad de la coyuntura del hombro.

Joaquín, como siempre, debe haber sido el que más se divirtió en el río. No dejó pasar ni una sola ola sin surfearla, jugó en todos los lugares donde pudo, y no dejó de practicar su rol desde que iniciamos nuestro descenso. Yo debería imitarlo y practicar mi rol incesantemente. No me volteó mucho, pero por eso es que cuando me volteo es muy probable que sea en un lugar peludo en el cual el rol resulte indispensable para mantener todas las partes del cuerpo en buen estado. Joaquín ha progresado increíblemente rápido en su kayak precisamente por qué practica todo lo que puede a través de todas las bajadas del río. Y esto lo hace con comodidad por que tiene un rol a prueba de balas que le da la confianza para arriesgarse sin estrés, confiado que siempre va a poder sacar la cabeza del agua.

¡Pasamos un sábado espectacular! Salimos de la ciudad a las 12:oo mediodía y estábamos remando a las 2:00pm por un río rodeado de bosque primario, con flora y fauna para acompañar el entorno. Es difícil concebir de una aventura más fácil que esta. Buena aventura, buena compañía, y pintas frías al final del camino. Mejor, ¡se daña!

viernes, 19 de junio de 2009

Libertarian

You are a

Social Liberal
(80% permissive)

and an...

Economic Conservative
(66% permissive)

You are best described as a:

Libertarian




Link: The Politics Test on Ok Cupid
Also: The OkCupid Dating Persona Test

Aparentemente soy libertario. No gasto mucho pensamiento en política, pero esta prueba me ha clasificado como tal.

martes, 16 de junio de 2009

Mochilas Ultralivianas

[caption id="attachment_683" align="alignleft" width="300" caption="Mochila Jam2"]Mochila Jam2[/caption]

Recientemente estaba haciendo una comparación de mochilas ultralivianas, solamente por hacer el ejercicio. Decidí comparar mi actual mochila contra algunas que hay en el mercado, y una que consiguió mi sobrino. A continuación hay una tabla con los datos básicos del estudio:

































MochilaVolumenPesoPrecio
Golite Jam250 lts.0.74 kgs.$125
Osprey Atmos 5050 lts.1.52 kgs.$199
Gregory Z5555 lts.1.50 kgs.$199
Zpacks Blast 3250 lts.0.12 kgs.$125

La Golite Jam2 es la mochila que yo uso. La Gregory Z55 es la mochila que usan Jordi y Jorge Patricio. Y la Zpack Blast 32 es la mochila más liviana de todas las de la lista. Y la mochila que más me llama la atención por su peso super ultra liviano. Las mochilas Zpack son hechas a mano por el dueño de Zpacks, Joe Valesko. Joe hace personalmente cada mochila que le compran. También pone a prueba sus diseños en viajes extensos, de 3 a 5 meses, en los que hace y usa el equipo. Ahora mismo no podrían comprar un Zpack por que la tienda está cerrada mientras Joe termina de caminar el Continental Divide Trail, dentro de unos 5 meses.

La otra cosa interesante de sus mochilas es que están hechas con fibra Cuben, un material que se usa para hacer las velas de los veleros de carrera. Es una tela muy cara, pero muy resistente y muy liviana. No es tan duradera como otros materiales, pero puede durar lo suficiente como para justificar el precio del equipo, que ni siquiera es el más caro. La mochila Blast 32 pesa 4.32 onzas, más de una libra menos que mi mochila, que ya es una mochila muy liviana.

miércoles, 10 de junio de 2009

El Darbaroud

El Darbaroud, el Maratón des Sables, es una carrera de 6 días que se corre en Marruecos, en su desierto del Sahara. Es una carrera autocontenida: los corredores deben cargar toda su comida, su equipo y pertrechos para usar durante la duración de la carrera. Los organizadores del evento solamente proveen agua (una cantidad limitada diariamente) y aposentos para dormir (toldas de lona). La carrera tiene unos 250 kilómetros de recorrido, lo que sale como a un promedio de 42 kilómetros diarios. Una de las etapas es continua - hay que recorrer la distancia en un tiempo corrido que incluye la noche.

Desde hace años tengo ganas de participar en esta carrera. Este año que viene, en el 2010, van a correr la 25ª versión de la carrera. Tengo casi un año para prepararme, y unas ganas tremendas de participar. He estado tratando de convencer a cualquier amigo que pueda tener el interés en acompañarme, pero no son muchos los que podrían estar interesados. Mi mejor posibilidad era mi hermano, pero el ya me ha dicho varias veces que no le interesa ese formato de carrera.

Yo creo que sería una aventura interesantísima: 6 días seguidos en el Sahara profundo, calor seco durante el día, frío intenso en las noches, y un paisaje que para nosotros es de otro mundo, como del planeta Marte. En un par de ocasiones he caminado el cañón del Colorado, y ha sido una de las experiencias que siempre he conservado vívidas en mi mente. Pero el Sahara es un desierto distinto al del sureste de los estados unidos, está lleno de arena. Hay dunas en algunos de los desiertos del sureste americano, pero nada tiene la extensión del Sahara, ni la cultura milenaria que lo rodea.

Además, no es sencillo visitar las profundidades de este desierto por cuenta propia. En el Darbaroud, el peligro está bastante controlado por la cantidad de personas cuidando a los competidores,  y por la seguridad que traen los números, los 800+ competidores. Y, aunque supuestamente es un maratón continuo, 90% de los participantes caminan gran parte del recorrido. Los que ganan mantienen un paso de 18 kilómetros por hora (no se cómo pueden hacerlo), pero muchos hacen el recorrido a cerca de 3 kilómetros por hora, una caminata suave. No me gustaría hacer la carrera a 3 km/hr. por que eso quiere decir que estaría moviéndome más de 14 horas al día. Cerca de 5 km/hr.  es algo más razónable, unas 8 horas diarias de actividad.

Bueno, lo que hace falta son patrocinadores. Hay categorías por equipo e individual. Estoy comenzando a pensar que solamente me queda la oportunidad de participar en este evento si me voy solo. No hay nada malo en eso, pero 7 días de muleo sin compañía para dividir el tedio y sonrisas para subir la moral hace mucho más difícil el prospecto. Ya he caminado sólo, íngrimo, por 7 días. En esta carrera estaría rodeado de competidores (si no me quedo rezagado en la cola). Esta prueba sería una gran experiencia en travesías ultralivianas. Ya veré que puedo hacer al respecto...

lunes, 8 de junio de 2009

Papel de Aventura

adventurepaperRecientemente conseguí todos los mapas 1:50000 de Panamá del Tommy Guardia en formato digital. Son 156 mapas que cubren la mayoría del país. No es tan agradable tener los mapas en formato digital en comparación a tenerlos en papel y poder anotarlos, verlos de cerca y llevarlos al campo. Pero ya había comprado una caja de National Geographic Adventure Paper para este propósito, para imprimir los mapas que me llevaría en caminatas. Tengo varios mapas dañados por que les había caído agua en una caminata.

Antes preparaba los mapas que más usaba con una base de poliuretano líquido que me permitía mojar los mapas originales. Anteriormente usaba otro método, que es el que usan los marineros, y barnizaba los mapas con una solución especial. Tengo algunos mapas que han aguantado muchísimos años de uso después de este tratamiento. Pero ya usé un mapa preparado con el papel de aventura y no hay vuelta atrás: el papel de aventura es muy superior. Es un plástico que se puede imprimir por ambas caras con cualquier impresor de tinta. El resultado es un mapa impermeable que se puede llevar expuesto sin ningún problema. Además, el material es resistente a desgarrarse por ser de plástico.

En nuestro último viaje junté el mapa de El Valle y el de San Pedro en un solo archivo, marqué la ruta que tenía planeada para la caminata, y luego la imprimí en el papel de aventura. Por menos de $1 tenía un mapa perfecto para el viaje. Ya no tengo que preocuparme por cuidar que se me dañe el mapa, me ahorro el peso de la funda plástica para cargar los mapas, y es muy cómodo cargar el mapa doblado en un bolsillo. ¡Qué gran producto! Los mapas originales siguen siendo mis preferidos para planear rutas, pero ya no van a viajar más al campo. De ahora en adelante me llevaré mis mapas elaborados especialmente para la ruta que vamos a recorrer.