miércoles, 30 de abril de 2008

Media Temple

He movido este blog, y todos los programas relacionados, de mi servidor a Media Temple. Me ha tomado un tiempo hacer todo esto, pero el resultado será positivo. Ultimamente los apagones me estaban dejando fuera de línea con mucha frecuencia. Ahora tengo un servidor virtual que es mucho más capaz que lo que tenía, a pesar que lo mío era un servidor dedicado. Media Temple tiene una red de servidores que trabajan en conjunto para darme el equivalente de un SuperComputador.

Ya falta poco para que apague mi servidor Linux. Ahora que el costo de la luz ha incrementado tanto creo que solamente el ahorro en mi cuenta de electricidad pagará por mi GridServer en Media Temple. Con todo y lo que me gusta estar metido trabajando con el sistema operativo del servidor, creo que me va a gustar más dedicarme a las aplicaciones y el contenido que manejan.

La única aplicación que no pude mover es MailMan, una lista de correo. Tuve que mudar las listas de correo a otro servidor. Use GoogleGroups para esto. Tenía que hacerlo de todas maneras por qué ya no estaba funcionando bien mi lista: todos los principales servidores de correo me estaban bloqueando el correo de la lista. Mi servidor estaba en un segmento de red de Cable & Wireless dedicado para equipos de casa. Por cierto, que ese es otro ahorro que voy a tener: voy a bajar el ancho de banda de mi cuenta de Internet. Ese ahorro definitivamente si va a pagar por mi cuenta de Media Temple.

En este servidor tenía varios sitios: http://alairelibre.ws usando Wordpress, http://alairelibre.ws/gallery usando Gallery2, http://alairelibre.net que antes usaba html, probé Plone por un rato, y ahora lo moví a Wordpress, http://wiki.alairelibre.net donde está instalado MediaWiki, el programa que usa Wikipedia, http://elretodelindio.info con html, y http://relevos.info con Wordpress. Todos los he movido por $20 al mes. Creo que es un buen precio por todo eso, y le he metido otros sitios adicionales ahora.

jueves, 24 de abril de 2008

Río Mamoní en Peligro

Hay un proyecto de ELEKTRA NORESTE, S.A. para hacer una mini hidroeléctrica en El Salto del Mamoní. El proyecto inundaría todo el tramo que los que remamos el Río Mamoní conocemos como el cañón del Mamoní, el mejor tramo que tiene ese río. Ya los moradores del área han iniciado sus protestas en contra de este proyecto. En principio, ANAM también ha rechazado la primera propuesta y el estudio de impacto ambiental que presentó la empresa. Pero Elektra no se ha rendido y está presentando una nueva propuesta.


Aparte de todos los problemas obvios que causaría una represa en El Salto del Mamoní, los que remamos ese río perderíamos el mejor destino para remar en la provincia de Panamá. Ese río es usado por varios operadores de turismo de aventuras, incluyendo Aventuras Panama. Debemos apoyar a los moradores que están peleando para rechazar la destrucción del Río Mamoní, que es una fuente de riqueza y salud importante para ellos.


Enlaces:


viernes, 18 de abril de 2008

La Silla de El Valle

Bajando La SillaHace un par de semanas llevé a un grupo de BikeSport a una pedaleada por el Cerro La Silla. Habí­a planeado llevarlos por la parte fácil del camino, pero al final llegaron menos personas de las esperadas asi que le propuse a nuestro grupo que nos fuéramos por el camino más difí­cil. La razón principal de tomar el camino difí­cil es por que tiene el mejor trillo de las dos opciones. El problema es que solo se puede llegar a este excelente segmento después de bajar por la parte difí­cil. Jorge, Raúl, Luis y Willy rápidamente accedieron al camino difí­cil.

La parte difí­cil la camina la mayorí­a de la gente. No tanto por su grado de dificultad, más bien por que intimida la posibilidad de rodar cerro abajo en caso de un error. El trillo es sesgado por una pendiente de unos 50 grados: si te caes para un lado, vas a rodar montaña abajo, inevitablemente. El mismo camino, con grama a ambos lados, serí­a casi fácil. De hecho, cuando llegamos al primer segmento con la pendiente a un lado, Luis decidió caminarlo a pesar que el trillo era ancho y plano. Sencillamente el espectro de caerse era demasiado fuerte para que montara cómodamente por ese camino.

Trillo La SillaAntes se me hacía más dura esa bajada por que usaba menos el freno delantero, precisamente por miedo a irme de frente, por encima del timón, al pasar por los varios escalones que tiene el trillo. Por no usar el freno delantero, la única opción que me quedaba era trancar la llanta trasera y dejarla que se fuera resbalando. Pero esta técnica realmente no conduce al buen control de la bicicleta. Eventualmente aprendí­ a confiar en mi freno delantero, y a balancear la potencia del freno entre ambas ruedas. Pero la rueda con el poder para parar la bicicleta es la delantera, sin duda alguna.

Escalones de La SillaEl premio de pasar la parte dura es un trillo relativamente plano de más de un kilómetro de largo, lleno de pequeñas curvas, desniveles, y toda clase de atractivos. Solo hay que dejar que la bicicleta ruede y maniobrar por todas las vueltas que nos tiende el camino. Todos quedaron fascinados con la calidad del sendero que nos esperaba después de bajar la pendiente del cerro. "A otro nivel" era el comentario de Willy.

Por supuesto, como la mayorí­a de los trillos de El Valle, después de la diversión loma abajo, hay que subir de vuelta al punto de partida. Como salimos tarde, nos tocó pedalear la subida de vuelta a El Valle al medio dí­a. Cuando llegamos a Las Margaritas yo me fui para la cantina a tomar mi consuetudinaria cerveza fría. Luego que llego el grupo, ellos se fueron pedaleando de vuelta a El Valle, y yo partí­ para Gorgona a encontrarme con mi familia. En total, ese fin de semana recorrí­ 190 kilómetros en mi bicicleta. Me dolí­a el trasero cuando me bajé de mi montañera. Estaba sabrosamente agotado.

miércoles, 16 de abril de 2008

Cruce de Lagarto 2008

ArenosaEste fin de semana fue el Cruce de Lagarto 2008. Este paseo lo considero como un punto de reunión obligatorio para los ciclistas de montaña. Para mi es la oportunidad de ver gente con la cual comparto el gusto por la bicicleta y que solamente veo una vez al año. Como siempre, este es un paseo bien organizado y su logística es impecable. Este año nos tocó un sol abrasador hasta llegar a Chorrera, cuando el cielo decidió abrir la regadera con todo.


El tramo de Gatún a Escobal estaba recién asfaltado. Este tramo siempre es rápido. Los primeros que llegamos promediamos 26 kilómetros por hora. No comprendo por qué más nadie aprovecha el tiempo que nos tenemos que quedar esperando al resto del grupo para darse un chapuzón en el lago. ¡El agua estaba deliciosa y refrescante!


En La Arenosa, donde resumimos la pedaleada después de cruzar el Lago Gatún en botes, me encontré con Dimas Pino (compañero del Reto del Indio 2008). Con Joaquín Gil del Real, Nati, y otro grupo de buenos ciclistas nos mantuvimos juntos por los trillos hasta llegar al tradicional sancocho, esencial para recuperar fuerzas. Este año vi más extranjeros que nunca. Mi amigo Joe Parker vino con un grupo de extranjeros residentes que gozaron mucho de este paseo. De Chiriquí vino un grupo grande de ciclistas, todos uniformados con la vestimenta de su club.


Como siempre, varios se dieron sus buenas caídas en los trillos de este paseo. Por suerte este año no hubo ninguno que se accidento gravemente, pero si se veían varios que se revolcaron en el polvo, incluyendo a Joe. A mi me tumbo uno de los amigos de Joe, que no logró hacer el cambio al plato chico a tiempo y no pudo mantener su cadencia en una loma. El hombre decidió caerse justo en el momento que trataba de pasarme, llevándome al piso junto con él. Por suerte lo vi venir y saqué mi pié a tiempo.


En la tarde, en el tramo entre Chorrera y Playa Leona, el barro se puso como engrudo y nos trancó las ruedas. Nos obligó a caminar un rato hasta llegar a la sección mas pedregosa del trillo, donde ya pudimos volver a rodar. Cuando llegamos a Playa Leona, nos enteramos que los buses no iban a poder venir a recogernos por la lluvia. El camino estaba muy resbalozo para meter buses de pasajeros hasta la playa. Mientras recuperaba fuerzas, apoveche la oferta del momento: una Balboa fría y un ceviche de camarones por $1. ¿Donde más encuentra uno esto?

miércoles, 9 de abril de 2008

Pedaleando hasta El Valle

Este fin de semana que pasó mi fui en bicicleta hasta El Valle de Antón. Decidí irme por la vía larga: por el Puente Centenario y por la Vía Interamericana, pasando por Chorrera. Desde mi casa hasta El Valle, por el Puente de Las Américas y por la autopista son 127 kilómetros. Cuando nos vamos por el Puente del Centenario y la autopista son 137 kilómetros hasta El Valle. No sabía cuanto más sería irme por Chorrera, pero tenía tiempo de no pasar por ese camino, y la autopista realmente es un poco peligrosa para un ciclista.


Cuando estaba pasando por la caseta del Puente Centenario me preocupé pensando que no me dejarían pasar. Creo que el guardia no me vió. Hubiese sido un plomo si me paraban y me hacían regresar hasta el otro puente. Ya tenía que irme hasta El Valle de todas maneras: mi esposa y mis hijos me estaban esperando.
Estoy impresionado por el trabajo tan grande que han hecho en la Interamericana desde Arraiján hasta Chorrera. Ya hay una doble vía con excelentes hombros, mejores que los de la autopista, especialmente para un ciclista. Los hombros de la Interamericana no tienen las estrías de seguridad que tienen los hombros de la autopista Arraiján - Chorrera. Tenía varios años de no recorrer esta ruta. Ahora, aunque sea más larga que la ruta por el Puente de Las Américas, esta es la ruta que usaré para pedalear hasta El Valle. Me sentí seguro en todo momento.


Como siempre, después de varias horas pedaleando, ya no sabía ni como sentarme en el asiento. Montar mi montañera en viajes largos es una agonía cuando es por asfalto. Comparado con los viajes por trillos, en el asfalto no hay tanto cambio de posiciones y todo es más monótono. El resultado es que partes específicas del cuerpo reciben todo el abuso. Al final del viaje todo me molestaba: el trasero, las manos, los pies. Y ni hablar que ya las piernas no estaban tan frescas como en la mañana. Me toco un día espléndido y el sol me cocinó como si fuera tasajo.


Lo peor de la ruta Panamá - El Valle es que lo más difícil viene al final: la subida de 28 kilómetros hasta El Valle. Pero yo iba de paseo. Paré a tomar mis pintas en el camino: una en Sajalices, otra en el Cevichito de San Carlos (junto con su respectivo Ceviche de pescado) y la última en Cerro Peña, después de la subida de Las Margaritas. Por suerte se nubló cuando ya estaba en la peor parte de la subida. El calor ya me tenía sofocado. Lo mejor del viaje fue llegar a El Valle, donde mi esposa Lorena me preparó un mojito fantástico para aliviar todas mis penas.

viernes, 4 de abril de 2008

Río Gatún

Quiero ir a bajar el Río Gatún desde hace rato. Ya tengo identificado un buen punto de acceso al río entrando por Salamanca y luego llegando a un cacerío que se llama Tercer Brazo del Río Gatún. Posiblemente me pueda tomar más de un día hacer esa bajada. Tengo que ver a quien consigo para que me acompañe en esta exploración. Me gustaría hacerlo en canoa, pero la distancia que hay que cargar el bote es larga. Mejor la hago en kayak la primera vez. Acabo de medir la ruta en Google Earth y la distancia da 33 kilómetros. Si el río tiene agua esa distancia se puede cubrir en un día.

Del Tercer Brazo al Río Gatún propio pueden ser unos 4 kilómetros. Si el tercer brazo tiene algo de agua, se disminuye bastante la distancia que sería necesaria cargar el bote. Voy a hacer un pequeño viaje de exploración. Estoy seguro que este viaje es excelente, y muy apropiado para llevar a mi hijo Irving.

miércoles, 2 de abril de 2008

Loma Grande

Este fin de semana que pasó decidí irme a dar una pedaleada larga por lares que hacía tiempo no visitaba. Saqué mi mapa y busqué un circuito que hacía tiempo tenía en mente de repasar. El recorrido me llevaría por Loma Grande, después de bajar al Río Zaratí desde el camino a La Mesa de El Valle, Oajaca, Sofrito, Sofrón y de vuelta a El Valle por La India Dormida.

El Río Zaratí nace atrás de El Valle y fluye hacia Penonomé, pasando justo por el pueblo y el balneario famoso de Las Mendozas. Cuando se cruza el Zaratí cerca de El Valle es apenas un riachuelo con poco caudal. La bajada desde el camino a La Mesa tiene buenos descensos para montañera. El último tramo hay que cargar la bicicleta por que se vuelve muy pedregoso y se mete por zanjas profundas formadas por cientos de años de paso en caballos y a pié. Pero una vez que se llega al río, el camino prosigue a nivel por todas las orillas del río.

La primera escuela que encontré fue la de Loma Grande. Allí me reabastecí de agua para poder batirme con la loma grande que le da el nombre al lugar. Una vez que logré coronar la subida quedé frente a un descenso que parecía interminable, todo por un camino de tierra cortado, y con una vista espectacular de toda la llanura alrededor de Penonomé. Lástima que cuando saqué mi cámara me di cuenta que no tenía batería. Cosa rara por que estaba seguro que la había cargado. Pasé como 20 minutos descendiendo hasta llegar a Loma Grande Abajo. Cuando estaba llegando al asfalto reventé mi llanta sobre un pedreguero por el que pasé a velocidad.

Justo en ese momento pasaba un bus al que me monté inmediatamente. Se había acabado la pedaleada por que no tenía como arreglar la llanta trasera. Una piedra había cortado la pared de la llanta trasera. Por suerte cargaba mi mapa: busque una ruta alterna para regresar a El Valle. Decidí subir por Sofré y caminar de vuelta a La India Dormida por El Aguila, La Montañita, y La Estancia. Iba a ser una caminata larga, loma arriba con mi bicicleta. Calculé que me tomaría más de tres horas recorrer los 15 kilómetros que tenía trepar hacia La Estancia. Por suerte le había dicho a mi mujer que regresaría tarde de este recorrido.